Estrés postraumático y salud laboral: tratamiento de los síntomas de ansiedad y depresión del TEPT

Si bien los síntomas de ansiedad y depresión del TEPT pueden
responder al tratamiento habitual,
p. ej., con fármacos, el tratamiento
eficaz difiere de los habitualmente recomendados para
estos trastornos. El TEPT es quizá el más fácil de prevenir de
todos los procesos psiquiátricos y, en el campo de la salud laboral,
tal vez sea el más previsible de todas las lesiones relacionadas con
el trabajo.
Puesto que su aparición tiene un nexo tan evidente con
el acontecimiento desencadenante específico, el tratamiento
puede centrarse en la prevención. Proporcionando una educación
y asesoramiento preventivos poco después de la exposición al
trauma, las reacciones de estrés posteriores pueden reducirse al
mínimo, o incluso evitarse. Que la intervención sea preventiva o
terapéutica dependerá en gran parte del momento en que se
produzca, pero la metodología aplicable es básicamente idéntica.
El primer paso del tratamiento o de la prevención consiste en
hacer que la víctima establezca la conexión entre el acontecimiento
desencadenante y su sintomatología.
Esta identificación y
“normalización” de lo que son normalmente reacciones de
miedo y confusión es importante para aliviar o prevenir los
síntomas. Una vez lograda la normalización de la respuesta de
estrés, el tratamiento puede orientarse hacia el procesamiento
controlado del impacto emocional y cognitivo de la experiencia.
El TEPT o los procesos relacionados con estrés traumático se
producen cuando la persona afectada sella en su mente las reacciones
emocionales y cognitivas inaceptables o intolerablemente
intensas provocadas por factores estresantes traumáticos.
En
general, se admite que el síndrome de estrés puede prevenirse si
puede disponerse de la oportunidad de controlar el procesamiento
de las reacciones antes de que éstas hayan sido selladas.
En consecuencia, la prevención efectuada mediante una intervención
oportuna y diestra es la clave del tratamiento de este
trastorno
. Puede pensarse que estos principios terapéuticos se
desvían del enfoque psiquiátrico tradicional aplicado a muchos
procesos. En consecuencia, es importante que los trabajadores
con riesgo de reacciones de estrés postraumáticas sean tratados
por profesionales de la salud mental especialmente formados y
experimentados en el tratamiento de los procesos relacionados
con traumas. La duración de este tratamiento es variable.
Depende del momento en que se efectúe la intervención, de la
intensidad del factor estresante, de la gravedad de los síntomas y
de la posibilidad de que una exposición traumática desencadene
una crisis emocional asociada a experiencias previas o relacionadas.
Otro aspecto del tratamiento se refiere a la importancia
de las modalidades de terapéutica de grupo. Las víctimas de
tales acontecimientos pueden obtener grandes beneficios del
apoyo de otros que hayan compartido experiencias traumáticas
iguales o semejantes. Este aspecto adquiere una importancia
especial en el contexto laboral, cuando un grupo de trabajadores
o la totalidad de la plantilla resulta afectada por un accidente,
un acto violento o una pérdida traumática.