El vocabulario de Michel Foucault: LETRA H. Hegel, Georg Wilhelm Friedrich

El vocabulario de Michel Foucault: LETRA H

Hegel, Georg Wilhelm Friedrich
(1770-1831). “Nietzsche, Blanchot y Bataille son los autores que me permitieron liberarme de aquéllos que han dominado mi formación, a comienzos de la década de 1950: Hegel y la fenomenología” (DE4, 48). “[…] toda nuestra época, sea por medio de la lógica o la epistemología, sea por medio de Marx o Nietzsche, trata de escapar de Hegel” (OD, 74). Esta frase, que expresa una posición general, puede ser aplicada específicamente a la filosofía de Foucault; su genealogía y su arqueología son un esfuerzo constante por desprenderse de una concepción de la historia de tipo hegeliana, en términos de recomposición dialéctica, de totalidad, con un sujeto unitario (la razón, el absoluto). Las historias de Foucault son historias discontinuas y múltiples; en ellas no habita la promesa de una reconciliación-acabamiento. Las referencias a Hegel son numerosas en los escritos de Foucault. No encontramos, sin embargo, ningún análisis en detalle de los textos de Hegel. Excepto algunas pocas referencias a la filosofía hegeliana del derecho y la Enciclopedia de las ciencias filosóficas, mayormente aluden a la Fenomenología del espíritu. Locura, alienación. • A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, la alienación no es más del orden de la naturaleza o de la caída, sino de un orden nuevo, en el que se comienza a presentir la historia; allí se forman, con un parentesco oscuro y originario, la alienación de los médicos y la alienación de los filósofos. A partir del siglo XVIII aparecerá el esfuerzo por incluir las prácticas del encierro en el gran mito de la alienación que Hegel formulará algunos años más tarde (HF, 465, 597). • La locura solitaria del deseo para Hegel, como también para los filósofos del siglo XVIII, arroja al hombre en un mundo natural que será retomado inmediatamente por un mundo social (HF, 659). Hyppolite. Con su traducción de la Fenomenología del espíritu, Hyppolite dio una presencia concreta a la sombra de Hegel que desde el siglo XIX recorría el pensamiento en Francia (OD, 75). Hyppolite no dejó de confrontar el pensamiento de Hegel con Marx (en cuanto a la cuestión de la historia), Fichte (respecto del problema del comienzo absoluto de la filosofía), Bergson (en relación con el contacto con la no-filosofía), Kierkegaard (respecto del problema de la repetición y de la verdad), Husserl (en relación con el tema de la filosofía como tarea infinita ligada con la historia de nuestra racionalidad) (OD, 79). Hyppolite ha llevado a cabo cinco desplazamientos respecto de la filosofía tal como la concebía Hegel: la filosofía, en lugar de pensarse como totalidad en el movimiento del concepto, es una tarea infinita, sin término. Como tarea sin término, la filosofía es también una tarea que siempre recomienza, destinada a la paradoja de la repetición. Por ello, la filosofía no debe perseguir el edificio de la abstracción; debe romper con las generalidades adquiridas y aproximarse a la no-filosofía. Debe retomar, para pensarlas, la singularidad de la historia, las racionalidades regionales de la ciencia, la profundidad de la memoria en la conciencia. Por ello, Hyppolite sustituye el tema hegeliano del movimiento de lo inmediato por el tema del fundamento del discurso filosófico y de su estructura formal. Finalmente, Hyppolite se pregunta: si la filosofía debe comenzar como discurso absoluto, ¿qué sucede con la historia y con el comienzo que se inicia con un individuo singular, en una sociedad, en una clase social, en medio de las luchas? (OD, 77-79). • Para Hyppolite, Hegel es el momento en que la filosofía occidental retoma la tarea de decir el ser en una lógica y el proyecto de descubrir las significaciones de la existencia en una fenomenología, y busca volver sobre sí misma como acabamiento y término de la filosofía (DE1, 783-784). Humanismo, Sartre. Para Foucault existe un nexo esencial entre la dialéctica y el humanismo contemporáneo; Foucault se refiere con esto especialmente a Sartre. La dialéctica promete al ser del hombre que se convertirá en un
hombre auténtico y verdadero. En este sentido, Hegel y Marx son los grandes responsables del humanismo contemporáneo. La Critique de la raison dialectique de Sartre es el último episodio, el punto final de este período de nuestra cultura que comienza con Hegel (DE1, 541). Totalidad. Antes de Hegel la filosofía no tenía necesariamente la pretensión de totalidad (DE1, 611). • “[…] la filosofía de Hegel a Sartre ha sido, a pesar de todo, esencialmente una empresa de totalización, si no del mundo, si no del saber, al menos de la experiencia humana. Y yo diría que, quizás, si hay ahora una actividad filosófica autónoma, si puede haber una filosofía que no sea simplemente una especie de actividad teórica dentro de las matemáticas, o la lingüística, o la etnología o la economía política, si hay una filosofía independiente, libre de todos estos dominios, […] se la podría definir de la manera siguiente: una actividad de diagnóstico. Diagnosticar el presente, decir lo que es el presente, decir en qué nuestro presente es diferente y absolutamente diferente de todo lo que no es él, es decir, de nuestro pasado. Quizás es ésta la tarea que se le asigna ahora al filósofo” (DE1, 665). • “De este modo se despliega de Hegel a Marx y a Spengler el tema de un pensamiento que por el movimiento en el que se realiza (totalidad reunida, recogimiento violento en la extremidad de la pobreza, declino solar) se curva sobre sí mismo, ilumina su propia plenitud, acaba su círculo, se reencuentra en todas las figuras extrañas de su odisea y acepta desaparecer en este mismo océano del cual había surgido; en oposición a este retorno que, aún si no es dichoso, es perfecto, se delinea la experiencia de Hölderlin, de Nietzsche y de Heidegger, donde el retorno no se da sino en el extremo retroceso del origen –allí donde los dioses se han alejado, donde el desierto crece, donde la téchne ha instalado la dominación de su voluntad; de modo que no se trata aquí de un acabamiento ni de una curva, sino, más bien, de esta cesura incesante que entrega el origen en la medida misma de su retroceso; el extremo es entonces lo más próximo” (MC, 345). Antigüedad. • Mientras que en el siglo XVI el retorno a los griegos intentaba encontrar a través del cristianismo una filosofía grecocristiana, a partir de Hegel y Schelling el retorno a los griegos tomó la forma de una recuperación de la cultura fuera del cristianismo. Libertad antigua. Contrariamente a un lugar común más o menos derivado de Hegel según el cual la libertad del individuo no tendría ninguna importancia frente a la bella totalidad de la ciudad, la libertad individual era para los griegos muy importante. La preocupación por la libertad ha sido un problema esencial y permanente en la cultura antigua (DE4, 712). Espiritualidad. Se podría repensar toda la filosofía del siglo XIX, especialmente la de Hegel, como un esfuerzo por pensar las exigencias de la espiritualidad en el ámbito del conocimiento (HS, 29). Véase: Cuidado. Hegelianismo. En el ambiente intelectual de Francia en la posguerra, dominaba en las universidades un hegelianismo fuertemente impregnado de fenomenología y existencialismo (DE4, 48). Véanse también: Dialéctica, Existencialismo, Fenomenología, Historia.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel [150]: DE1, 108, 340, 462, 499, 521, 541, 551, 553, 574-575, 582, 611, 654, 656, 665, 768, 770, 779, 782-785. DE2, 71, 90-91, 105-106, 124-125, 156, 164, 378, 594, 607, 621, 627, 719, 753, 817. DE3, 28, 134, 193, 278, 281, 289, 350, 368, 394, 442, 471, 476, 538-539, 597-598, 603, 608-609. DE4, 48, 232, 433, 446, 562, 645, 665, 688, 702-703, 712, 775, 814. HF, 437, 465, 597, 642, 659. HS, 29, 40. IDS, 15, 20. MC, 111, 232, 318, 339, 345, 396. OD, 74-77, 79.

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