El vocabulario de Michel Foucault. Letra B: Biopoder

El vocabulario de Michel Foucault. Letra B

Biopoder
(Bio-pouvoir). Disciplina, biopolítica. De los textos publicados hasta este momento, el último capítulo de La volonté de savoir y la clase del 17 de marzo de 1976 del curso “Il faut défendre la société” deben considerarse como los textos fundamentales de referencia acerca del biopoder. En el primero, la cuestión del biopoder aparece luego de la descripción de la formación del dispositivo de sexualidad y acaba en la cuestión del racismo moderno, un racismo biológico y de Estado. En el segundo, el biopoder aparece al final de un extenso recorrido en el que Foucault analiza las transformaciones del concepto de guerra de razas. En uno y otro, el biopoder se muestra en su doble faz, como poder sobre la vida (las políticas de la vida biológica, entre ellas las políticas de la sexualidad) y como poder sobre la muerte (el racismo). Se trata, en definitiva, de la estatización de la vida biológicamente considerada, es decir, del hombre como ser viviente. La formación del biopoder, según Foucault, puede ser abordada a partir de las teorías del derecho, de la teoría política (los juristas del siglo XVII y del XVIII han planteado la cuestión del derecho de vida y de muerte, la relación entre la preservación de la vida, el contrato que da origen a la sociedad y a la soberanía) o en el nivel de los mecanismos, de las técnicas y de las tecnologías del poder. Foucault se sitúa en esta última perspectiva (IDS, 214-215). • A partir de la época clásica, asistimos en occidente a una profunda transformación de los mecanismos de poder. El antiguo derecho del soberano de hacer morir o dejar vivir es reemplazado por un poder de hacer vivir o abandonar a la muerte. A partir del siglo XVII, el poder se ha organizado en torno de la vida, bajo dos formas principales que no son antitéticas, sino que están atravesadas por un plexo de relaciones: por un lado, las disciplinas (una anatomo-política del cuerpo humano), que tienen como objeto el cuerpo individual, considerado como una máquina; por otro lado, a partir de mediados del siglo XVIII, una biopolítica de la población, del cuerpo-especie, cuyo objeto será el cuerpo viviente, soporte de los procesos biológicos (nacimiento, mortalidad, salud, duración de la vida) (HS1, 183). • “Sabemos cuántas veces ha sido planteada la cuestión del papel que ha podido desempeñar, durante toda la formación del primer capitalismo, una moral ascética; pero lo que ocurrió en el siglo XVIII en algunos países de occidente, y está vinculado con el desarrollo del capitalismo, es un fenómeno de otro tipo y quizás de mayor amplitud que esta nueva moral que parecía descalificar el cuerpo; esto no fue ni más ni menos que el ingreso de la vida en la historia…” (HS1, 186). Por primera vez, el hecho de vivir no constituye una base que emerge de tanto en tanto, en la muerte y la fatalidad; ingresa en el campo de control del saber y de las intervenciones del poder (HS1, 187). Capitalismo. El biopoder ha sido un elemento indispensable para el desarrollo del capitalismo. Ha servido para asegurar la inserción controlada de los cuerpos en el aparato productivo y para ajustar los fenómenos de la población a los procesos económicos (HS1, 185). Sexualidad. El sexo funciona como bisagra de las dos direcciones en las que se ha desplegado el
biopoder, la disciplina y la biopolítica. Cada una de las cuatro grandes políticas del sexo que se han desarrollado en la modernidad ha sido una manera de componer las técnicas disciplinarias del individuo con los procedimientos reguladores de la población. Dos de ellas se han apoyado en la problemática de la regulación de las poblaciones (el tema de la descendencia, de la salud colectiva) y han producido efectos en el nivel de la disciplina: la sexualización de la infancia y la histerización del cuerpo de la mujer. Las otras dos, inversamente, se apoyan en las disciplinas y obtienen efectos en el nivel de la población: control de los nacimientos, psiquiatrización de las perversiones (HS1, 191-193). Sangre y sexualidad. “Son los nuevos procedimientos del poder elaborados durante la época clásica y puestos en funcionamiento en el siglo XIX los que han hecho que nuestras sociedades pasaran de una simbólica de la sangre [poder derramar la sangre, poseer la misma sangre] a una analítica de la sexualidad. Es claro; si hay algo que está del lado de la ley, de la muerte, de la transgresión, de lo simbólico y de la soberanía, es la sangre. La sexualidad está del lado de la norma, del saber, de la vida, del sentido, de las disciplinas y de las regulaciones. Sade y los primeros eugenistas son contemporáneos de este paso de la ‘sanguineidad’ a la ‘sexualidad’” (HS1, 195). Racismo. “El racismo, creo, asegura la función de muerte en la economía del biopoder…” (IDS, 230). Ley, norma, sociedad normalizadora. “El principio ‘poder matar para poder vivir’, que sostenía la táctica de los combates, se ha convertido en principio de estrategia de los estados; pero la existencia en cuestión no es aquélla, jurídica, de la soberanía, sino aquélla, biológica, de una población” (HS1, 180). Por ello la importancia creciente de la norma y, consecuentemente, de la normalidad, en detrimento del sistema jurídico de la ley (HS1, 189). “La norma es lo que puede aplicarse tanto a un cuerpo que se quiere disciplinar cuanto a una población que se quiere regularizar. La sociedad de normalización no es pues, en estas condiciones, una especie de sociedad disciplinaria generalizada, cuyas instituciones disciplinarias habrían colonizado y finalmente recubierto todo el espacio. Ésta es sólo una primera e insuficiente interpretación de la idea de sociedad de normalización. La sociedad de normalización es una sociedad en la que se cruzan, según una articulación ortogonal, la norma de la disciplina y la norma de la regulación” (IDS, 225). La sexualidad es un ejemplo mayor de este cruce ortogonal de disciplina y biopolítica. Pero también lo son, por ejemplo, la ciudad ideal, la ciudad obrera, la ciudad utópica del siglo XIX (IDS, 223-224). “Una sociedad normalizadora es el efecto histórico de una tecnología de poder centrada en la vida” (HS1, 190). Esta forma del poder, a la vez individualizante y totalizante, es para Foucault la característica fundamental del poder moderno: “[…] desde un comienzo, el Estado fue a la vez individualizante y totalitario” (DE4, 161). “Logrando combinar estos dos juegos, el juego de la ciudad y del ciudadano y el juego del pastor y del rebaño, en lo que llamamos los estados modernos, nuestras sociedades
se han revelado verdaderamente demoníacas” (DE4, 147). Soberanía. El poder organizado en términos de soberanía se volvió inoperante para manejar el cuerpo económico y político de una sociedad en vías de explosión demográfica y, a la vez, de industrialización. Por ello, de manera intuitiva y en el nivel local, aparecieron instituciones como la escuela, el hospital, el cuartel, la fábrica. Luego, en el siglo XVIII, fue necesaria una nueva adaptación del poder para afrontar los fenómenos globales de población y los procesos biológicos y sociológicos de las masas humanas (IDS, 222-223). Conocimiento. Si la cuestión del hombre ha sido planteada en relación con su especificidad de ser viviente y en sus relaciones con los otros vivientes, esto ha sido en razón del ingreso de la vida en la historia (HS1, 189). • Resulta imposible cerrar el balance de la cuestión del poder en Foucault hasta que aparezca publicada la totalidad de los cursos dictados en el Collège de France: el de 1972-1973, dedicado a La société punitive, para el concepto de disciplina; el de 1977-1978, Sécurité, territoire, population, el de 1978-1979, Naissance de la biopolitique, y el de 1979-1980, Du gouvernement des vivants, para el concepto de biopolítica. Por el momento, además del material depositado en el Fond Michel Foucault, actualmente en el IMEC (Institut pour la mémoire de l’édition contemporaine), en París, sólo disponemos de los respectivos resúmenes en los anuarios del Collège de France. Véanse también: Biopolítica, Disciplina, Gobierno, Liberalismo, Medicalización, Norma, Población, Poder, Razón de Estado.
Bio-pouvoir [42]: DE3, 231. DE4, 386. HS1, 183, 185-186, 189. IDS, 213, 216, 220-221, 226-234.

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