El vocabulario de Michel Foucault: LETRA E. Edipo

El vocabulario de Michel Foucault: LETRA E.

Edipo
En “La Vérité et les formes juridiques” (DE2, 538-646), una serie de cinco conferencias dictadas en la Universidad Católica de Río de Janeiro en 1973, Foucault se ocupa de la historia de Edipo –especialmente en la segunda y la tercera conferencia–, pero no como el punto de origen y de formulación del deseo, sino como un episodio de la historia del saber que coincide con el momento de emergencia de la investigación (enquête) (DE2, 542). A partir de L’Anti-OEdipe, de Deleuze y Guattari, donde se muestra cómo Edipo no es ni una verdad atemporal ni una verdad profundamente histórica de nuestro deseo, sino un instrumento de coerción y limitación utilizado por los psicoanalistas, Foucault quiere mostrar cómo la historia de Edipo representa un momento particular de las relaciones entre saber y poder, entre poder político y conocimiento, en el que todavía nos encontramos inmersos (DE2, 554). “La tragedia de Edipo es fundamentalmente el primer testimonio que tenemos de las prácticas judiciales griegas. Como todos sabemos, se trata de una historia en la que los personajes –un soberano, un pueblo– ignoran cierta verdad y logran, por una serie de técnicas de las que hablaremos, descubrir una verdad que problematiza la soberanía del mismo soberano. La tragedia de Edipo es, pues, la historia de una búsqueda de la verdad; es un procedimiento de búsqueda de la verdad que obedece exactamente a las prácticas judiciales griegas de la época” (DE2, 555). En la Grecia arcaica la determinación de la verdad judicial se realizaba mediante una prueba que tenía la forma del desafío, como, por ejemplo, una carrera de carros, o mediante un juramento ante la presencia de los dioses; ni juez, ni sentencia, ni investigación, ni testimonios para establecer la verdad. En las tragedias de Sófocles, aun cuando encontramos residuos de estas prácticas, la búsqueda de la verdad tiene otra forma. Foucault describe este mecanismo a través de lo que denomina la ley de las mitades (para expresar el contenido literal del término ‘símbolo’) (DE2, 557). El símbolo define una de las formas de ejercicio del poder. Quien ejerce el poder o conoce un secreto puede partir en dos un vaso de cerámica u otro objeto, conservar una de las partes y entregar la otra a otro, para que lleve un mensaje o atestigüe de su autenticidad. En la historia de Edipo, cada personaje posee un fragmento de esa pieza cuya unidad debe ser reconstituida: Apolo y Tiresias, Edipo y Yocasta, los servidores y los esclavos. En el juego de este ensamblaje, lo que al inicio había sido dicho en forma profética adquiere la forma del testimonio. “Podemos decir que toda la pieza de Edipo es una manera de desplazar la enunciación de la verdad de un discurso de tipo profético y prescriptivo hacia un discurso de orden retrospectivo, no más del orden de la profecía, sino del testimonio” (DE2, 561). Y finalmente, un pastor puede vencer por sí solo a los más potentes por medio del juego de la verdad que ha visto y que enuncia. “Edipo rey es una especie de resumen de la historia del derecho griego” (DE2, 570). Esta obra representa la gran conquista de la democracia griega: el derecho de atestiguar, de oponer la verdad al poder, una verdad sin poder a un poder sin verdad. De aquí se desprende una serie de consecuencias: 1) la elaboración de las formas tradicionales de la prueba y la demostración (cómo producir la verdad, en qué condiciones, qué formas observar, qué reglas aplicar); 2) el desarrollo del arte de persuadir acerca de la veracidad de la propia afirmación (la retórica); 3) el desarrollo de un nuevo tipo de conocimiento (el conocimiento por testimonio, por recuerdo, por investigación). “Hubo en Grecia una gran revolución que, a través de una serie de luchas y de cuestionamientos políticos, tuvo como resultado la elaboración de una forma determinada de descubrimiento judicial, jurídico de la verdad. Ésta constituye la matriz, el modelo a partir del cual una serie de otros saberes –filosófico, retórico, empírico– han podido desarrollarse y caracterizar el pensamiento griego” (DE2, 571). Anti-Edipo, psicoanálisis. “Ser anti-Edipo se ha convertido en un estilo de vida, un modo de pensar y de vida” (DE3, 134-135). Véanse: Deleuze, Psicoanálisis.
OEdipe [256]: AN, 96, 271. DE1, 191, 198, 200, 375-376, 416, 768-769. DE2, 420, 542, 553-570, 577, 582, 623-626, 628-630, 634-635, 777, 781. DE3, 133-136, 162, 354, 373. HF, 422. HS, 352, 425-426, 433. HS1, 172. IDS, 7, 20. MMPE, 26, 87. MMPS, 26, 98.
Édipo [1]: DE2, 420.

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