Diccionario de Psicología, letra I, Identificación proyectiva

Diccionario de Psicología, letra I, Identificación proyectiva

Al.: Projektionsidentifizierung. Fr.: identification projective. Ing.: projective identification. It.: identificazione proiettiva. Por.: identificação projetiva. Término introducido por Melanie Klein para designar un mecanismo que se traduce por fantasías en las que el sujeto introduce su propia persona (his self), en su totalidad o en parte, en el interior del objeto para dañarlo, poseerlo y controlarlo. El término «identificación proyectiva» ha sido utilizado por Melanie Klein en un sentido muy especial, distinto del que sugiere a primera vista la asociación de las dos palabras, es decir, una atribución a otro de ciertos rasgos de sí mismo o de una semejanza global consigo mismo. Melanie Klein describió, en El psicoanálisis de los niños (Die Psychoanalyse des Kindes, 1932), fantasías de ataque contra el interior del cuerpo materno y de intrusión sádica dentro de éste. Pero sólo más tarde (1946) introdujo este término para designar «una forma particular de identificación que establece el prototipo de una relación de objeto agresiva» . Este mecanismo, que guarda estrecha relación con la posición esquizoparanoide, consiste en una proyección fantascada al interior del cuerpo materno de partes escindidas de la propia persona del sujeto, o incluso de éste en su totalidad (y no solamente de objetos parciales malos) con el fin de dañar y controlar a la madre desde su interior. Esta fantasía es fuente de angustias tales como la de hallarse aprisionado y perseguido en el interior del cuerpo materno; o también la identificación proyectiva puede acarrear, a cambio, que la introyección sea sentida «[…] como una penetración forzada desde el exterior al interior en castigo por una proyección violenta». Otro peligro es que el yo se encuentre debilitado y empobrecido en la medida en que puede perder, en la identificación proyectiva, partes «buenas» de sí mismo; de este modo, una instancia como el ideal del yo podría entonces convertirse en exterior al sujeto. M. Klein y Joan Riviere afirman que las fantasías de identificación proyectiva actúan en diversos estados patológicos, como la despersonalización y la claustrofobia. La identificación proyectiva aparece, pues, como una modalidad de la proyección. Si M. Klein habla aquí de identificación, lo hace en cuanto es proyectada la propia persona. La utilización kleiniana del término concuerda con el sentido estricto que tiende a reservarse en psicoanálisis al término «proyección»: expulsión al exterior de lo que el sujeto rechaza en sí, proyección de lo malo. Tal acepción deja sin resolver el problema de saber si es posible distinguir en la identificación ciertas modalidades en las que es el sujeto quien se asimila al otro, y algunas modalidades en las que es el otro el que es asimilado al sujeto. El agrupar estas últimas bajo el título de identificación proyectiva supone una atenuación del concepto psicoanalítico de proyección. En consecuencia, puede considerarse preferible una distinción como la de identificación centrípeta e identificación centrífuga.

Identificación proyectiva

Alemán: Projektionsidentifizierung. Francés: Identification projective. Inglés: Projective identification. Concepto introducido en 1946 por Melanle Klein para designar un modo específico de proyección e identiricación que consiste en introducir la propia persona en el objeto, para hacerle daño. Melame Klein planteó la noción de identificación proyectiva en una comunicación de 1946 presentada ante la British Psychoanalytical Society (BPS), con el título de «Notas sobre algunos mecanismos esquizoides». Allí relacionó este mecanismo con el sadismo infantil: el niño no quiere simplemente destruir a la madre, sino tomar posesión de ella. «Esto lleva a una forma de identificación que establece el prototipo de la relación de objeto agresiva. Para este proceso propongo el nombre de «identificación proyectiva».» La identificación proyectiva es una de las modalidades de la proyección en el sentido freudiano, pero es también un mecanismo de naturaleza psicótica que se encuentra en todos los sujetos. Es preciso vincularlo con el proceso binario: posición depresiva/posición esquizoparanoide . La mejor ilustración de la naturaleza clínica de la identificación proyectiva se encuentra en un artículo de 1955 titulado «A propósito de la identificación», en el cual Melanie Klein comenta Si j’étais vous…. la novela de Julien Green publicada en 1947. En esa obra, el autor narra la historia de un Fausto moderno, Fabien, que firma un pacto con el diablo para poder asumir la identidad de las personas cuya vida él quiere vivir. Se convierte entonces en un otro al infinito. Al final del libro, vuelve a su propio cuerpo y muere apaciguado junto a la madre. Melanie Klein ve en el destino del héroe un intento de superar sus angustias psicóticas, pero cuestiona el final feliz elegido por Green: «La explicación de este final abrupto no podría ser definitiva». Al leer este comentario, a Julien Green lo sorprendió mucho que Melanie Klein hubiera visto bien y adivinado el verdadero fin de la novela. En efecto, él había redactado una primera versión pesimista de Si j’étais vous…, en la cual Fabien, después de volver a ser él mismo, se encontraba una vez más con el diablo: «La historia no terminaba nunca, ése era el infierno». En la segunda versión, al contrario, reconcilió al héroe con Dios y lo hizo morir feliz.