Acontecimientos traumáticos en el centro de trabajo, asistencia sanitaria, comunicación

Los acontecimientos traumáticos en el centro de trabajo
requieren una respuesta definida de la alta dirección en colaboración
con el personal de asistencia sanitaria, seguridad, comunicaciones
y otras funciones implicadas.
Un plan de respuesta a
las crisis debe cumplir tres objetivos fundamentales:
(1) prevención de las reacciones de estrés postraumáticas
llegando a las personas y grupos afectados antes de que se
instaure el proceso;
(2) comunicación de la información relacionada con la crisis,
a fin de limitar y controlar los rumores;
(3) transmitir confianza en que los directivos pueden controlar
la crisis y demostrar preocupación por el bienestar de los
empleados.
La metodología de la puesta en práctica de un plan de este
tipo ha sido ya descrita (Braverman 1992a, b; 1993b). En ella se
subraya la importancia de la comunicación entre directivos y
empleados, reuniendo a los afectados y asesorando precozmente

a los que corren mayor riesgo de reacción postraumática a causa
de sus niveles de exposición o de sus factores de vulnerabilidad
personales.
El personal directivo y sanitario de la empresa debe funcionar
como un solo equipo y mantenerse alerta ante la posibilidad de
reacciones de estrés continuas o tardías
que aparezcan semanas
o meses después del acontecimiento traumático. Estas reacciones
pueden ser difíciles de identificar tanto para los primeros como
para los segundos, puesto que a menudo aparecen con retraso y
pueden estar enmascaradas como otros problemas. Para un
supervisor, una enfermera o un consejero involucrados, la observación
de signos de estrés emocional como irritabilidad, retraimiento
o descenso de la productividad pueden ser signos de
reacción a un factor de estrés traumático. Cualquier cambio de
comportamiento, incluyendo un aumento del absentismo, o
incluso un aumento importante de las horas de trabajo (adición
al trabajo) puede ser una señal. Es preciso explorar todos los
indicios de abuso de alcohol o sustancias psicoactivas y todo
cambio del estado de ánimo posiblemente relacionados con un
estrés postraumático. Todo plan de respuesta a crisis debe incluir
la formación de directivos y profesionales sanitarios para que se
mantengan alerta ante estos signos, de forma que la intervención
se lleve a cabo lo más precozmente posible.