Adolescencia proceso de separación – individualización (propia identidad y dependencia de los otros)

Tomando las ideas de M. Mahler se entenderá por separación: “la emergencia del niño de una función simbiótica con la madre” (MAHLER, Margaret y otros. El nacimiento psicológico del infante humano: “simbiosis e individuación”. Buenos Aires: Marymar, 1977) a su vez la individuación consistiría en: “los logros que jalonan la asunción por parte del niño de sus propias características individuales”. En la adolescencia se evidencian de manera más notoria los logros y falencias establecidos a partir de los procesos evolutivos y más aún del proceso de separación individuación, siendo un proceso intrapsíquico.
El proceso de separación – individuación, al igual que la identidad, es un continuum, que no se estanca y nunca esta “terminado” sino que siempre se encuentra en movimiento. Igualmente este proceso se lleva a cabo desde el momento más primitivo del sujeto, a partir del yo rudimentario con el que nace y aún cuando este se confronta con los extremos de la desintegración total y una integración primaria de si mismo.

En la adolescencia “La presencia externa, concreta, de los padres empieza a hacerse innecesaria. Ahora la separación de estos no solo es posible, sino ya necesaria. Las figuras parentales están internalizadas, incorporadas a la personalidad del sujeto, y este puede iniciar su proceso de individuación” (Aberastury).
Esta internalización de las figuras paternas se refiere a la capacidad del individuo de realizar las funciones que antes desempeñaban para él los padres; el nivel de cohesión y la constancia objetal es un factor clave a la hora de la internalización adecuada de estas funciones ya que el sujeto al estar organizado, integrado y cohesionado podrá cristalizar su proceso de separación – individuación.
De esta manera la individuación será un momento evolutivo vital para el sujeto adolescente. Si bien esta se da progresivamente desde el nacimiento psicológico del sujeto (el cual M. Mahler
asemeja al proceso de separación – individuación) en la adolescencia se dará un gran paso hacia la individuación que acompañara al sujeto en su vida adulta; el sujeto deberá salir de esta etapa con las funciones maternas ya integradas a su yo; la función cuidadora que es la primordial de la madre ya deberá ser internalizada de manera completa por el individuo y esto le permitirá el entablar relaciones interpersonales ya no desde la necesidad sino desde el deseo.
Ahora bien, como el adolescente esta estructurando su identidad el proceso de separación – individuación sentara las bases de esta identidad en progreso, sin embargo en el adolescente “En los momentos de mayor confusión, resurgen las incertidumbre con respecto a las diferenciaciones internos – externo, bueno – malo, masculino – femenino, características de la evolución pregenital (GRINBERG), por esto aun se afirma que el proceso de separación – individuación es un continuo que siempre se esta movilizando al interior del sujeto, en cualquier momento puede llegar una situación al psiquismo del sujeto que lo desborde, y más aun con el conjunto de nuevas características y cambios tanto en lo físico, como en lo social y psicológico que se atraviesa en esta etapa. Y es en estos momento de crisis en los cuales el psiquismo del sujeto adolescente deberá responder desde lo que ha podido integrar y construir desde la niñez; allí es donde el proceso de separación – individuación cobra vital importancia al hacer que el individuo pueda responder a esta demanda imperiosa del medio.
De esta manera el sujeto al tener mas elaborado el proceso de separación – individuación deberá conservar un sistema de representaciones internas estables, susceptible al cambio pero con capacidad de responder ante experiencias externas de manera consistente con algunas características básicas e individules con las cuales responder al medio, estas características serán parte de la carga subjetiva de él, de lo logrado en la individuación y lo potencializado con la separación.
En el sujeto “La verdadera capacidad de estar solo es un signo de madurez, que solo se logra después de estas experiencias de soledad a veces angustiantes de la adolescencia.” (Aberastury). Los momentos de asilamiento y retraimiento adolescente son en los que se podrá observar la evolución del proceso de separación – individuación; el poder y querer estar solo son una muestra inequívoca de la internalización de las funciones cuidadoras a su propio yo. El pasar por momentos que generan verdadera angustia a su vez sirve como experiencias de “aprendizaje” que el sujeto deberá vivir en el transcurso de su adolescencia.
Esto demuestra que “Al principio la necesidad era estar dentro de un continente; luego, cuando ya se esta “separado” y “afuera” en un continente propio, aparecen todos los problemas de las relaciones con los otros como tales, asumir la propia identidad y dependencia de los otros.” Igualmente el verse y querer verse separado de los padres hace que el adolescente en ocasiones
quiera acelerar los tiempos y momentos de separación. Esto se evidencia en los horarios de salidas, estos para los padres son un modo de controlar a sus hijos, sin embargo al adolescente con el pasar del tiempo y al ganar mas espacio y tiempo permitido fuera del hogar va haciéndose de un espacio propio y de momento consigo mismo, en los cuales puede asumir su identidad, pero a
su vez teniendo en cuenta la dependencia que aun lo ata a los otros.
“Es posible considerar que la adolescencia se caracteriza por la irrupción de partes indiscriminadas, fusionadas, de la personalidad en aquellas otras más diferenciadas.” A su vez estas partes menos diferenciadas son las que en algún momento irrumpirán y harán que surja
alguna crisis en el adolescente.
Cuando esto ocurra el sujeto deberá responder a partir de lo más estructurado y organizado de si, defendiéndose con los mecanismos de defensa que ha logrado formar.
Este proceso de separación – individuación iniciado en la niñez llega a su punto más alto en la adolescencia, donde el sujeto debe lograr una separación marcada de las figuras parentales y busca encontrar algo que le responda a la pregunta por el quien es y que es lo que lo hace diferente, y este interrogante se contestara con base en la individuación lograda por él.
“Lo mas claro que sabe el adolescente es que debe alejarse de lo que hasta ese momento constituyo su fuente de seguridad, sus identificaciones parentales y su ideal del yo.” (GRINBERG, León. Practicas Psicoanalíticas Comparadas en Niños y Adolescentes. Barcelona: Paidós, 1977), de esta manera lo que es conocido para el sujeto es de lo que se debe distanciar, en este proceso de alejamiento el sujeto solo podrá recurrir a lo que ha logrado a través del proceso de separación – individuación que ha venido atravesando a lo largo de su vida, sin embargo el adolescente también se deberá enfrentar a lo que ese mundo nuevo le impone y es allí donde surge su capacidad de adaptación a este medio.