ALTERACIONES DE LA CONCIENCIA, trastorno del campo de la consciencia

ALTERACIONES DE LA CONCIENCIA
Existen diferentes trastornos de la conciencia cuyo conocimiento es de alta relevancia para el médico integral, pues muchas veces son la primera expresión clínica de afecciones predominantemente somáticas de alto riesgo para la vida del paciente, y en otros casos pueden ser consecuencia de situaciones vitales de notable potencialidad ansiogénica.
La precocidad relativa de las alteraciones de la conciencia, que en el primer grupo preceden a las neurológicas, permite el diagnóstico a tiempo de afecciones como tumores, abscesos,
aneurismas o hematomas cerebrales, así como procesos endocrinos, metabólicos o infecciosos que afectan seriamente el metabolismo cerebral.
Con propósitos didácticos, clasificaremos los trastornos de la conciencia según la afectación de su campo, su nitidez o su veracidad.

TRASTORNO DEL CAMPO DE LA CONCIENCIA

Esta afección, denominada también estrechamiento de la conciencia, es típicamente de carácter psicógeno, y se caracteriza por la focalización de la conciencia en una temática, que puede a veces expresar el conflicto afrontado por el paciente y otras, evadirlo mediante mecanismos amnésicos.
La expresión más característica es la exclusión del campo de la conciencia de una experiencia altamente significativa.
Otras veces se manifiesta por una temática perseverante junto a un comportamiento desorganizado. El estrechamiento de conciencia puede expresarse también bajo la influencia hipnótica en el estado de trance, y puede ser el mecanismo que sirve de base a los llamados estados segundos o casos de doble o triple personalidad.

TRASTORNOS DE LA NITIDEZ DE CONCIENCIA
Expresa la reducción del nivel de vigilia que puede ir desde el embotamiento o aturdimiento, hasta el coma, pasando por la obnubilación, la somnolencia y el sopor.
OBNUBILACIÓN
En la obnubilación, término que significa ver a través de una nube, el reflejo de la realidad objetiva y subjetiva se hace cada vez más difícil, como si se elevara el umbral de activación de los
órganos de los sentidos, lo que requiere estímulos cada vez más intensos para ser apreciados. Debe destacarse que en estos trastornos de conciencia no se evidencian distorsiones de la realidad como ilusiones, alucinaciones y metamorfosis, sino solamente dificultad para reflejarla.
El paciente obnubilado disminuye sus posibilidades de percatarse de lo que ocurre en su entorno y solo responde a estímulos más intensos que los habituales; su pensamiento es lento y algo perseverante, pero sin serias distorsiones en su contenido, la afectividad está embotada y los movimientos disminuidos y lentos.
Veamos sus manifestaciones en los distintos acápites del examen psiquiátrico donde señalaremos en negritas los componentes más relevantes del síndrome:
– Descripción general. Enfermo tranquilo, hipomímico, con
descuido en los hábitos si no se le auxilia.
– Función de integración. Vigilia baja; atención distráctil;
memoria disminuida y orientación muy grosera.
– Función de relación. Afectadas globalmente.
– Capacidades intelectuales. Disminuidas.
– Funciones cognoscitivas. Sin síntomas productivos; lo más
significativo es la necesidad de utilizar estímulos fuertes para
lograr la comunicación; pensamiento lento.
– Función afectiva. Indiferencia.
– Conducta: abulia e hipocinesia.
Clásicamente estas manifestaciones se describían en la fiebre tifoidea, pero pueden verse en otras afecciones o en cuadros meningoencefálicos y tumores cerebrales. Cuando se alcanza el nivel comatoso, se anulan de forma total las funciones de relación del sistema nervioso, y solo se mantienen las orientadas a la regulación homeostática.

Fuente: Ricardo González Menéndez,¨psicología y salud¨, capítulo I, la conciencia.

Ver también ¨psicopatología de la conciencia¨:

Desde un punto de vista fenomenológico, los trastornos de la conciencia los dividiremos en dos grupos:
1. Trastornos cuantitativos de conciencia, y
2. Trastornos cualitativos de conciencia.
En los trastornos cuantitativos, la función de alerta está básicamente afectada. En los trastornos cualitativos es la función de interioridad la mayormente alterada en el estado delirioso, y la función de reflexibilidad comprometida es lo esencial en el estado crepuscular.