Biografía de PAULO FREIRE (1921-1997). El éxito

PAULO FREIRE
(1921-1997)
Heinz-Peter Gerhardt

El éxito

Freire afirma que un participante, sólo después de haber seguido un curso de alfabetización durante 21 horas, pudo leer artículos periodísticos sencillos y escribir frases cortas. En especial, las diapositivas despertaron gran interés y contribuyeron a la motivación de los participantes. Después de 30 horas de curso (una hora por día, cinco días a la semana), el
experimento se dio por finalizado. Tres participantes habían aprendido a leer y escribir. Podían
leer textos cortos y periódicos, y escribir cartas. Dos participantes habían abandonado el curso
(Freire, 1963a, pág. 19; Freire, 1974b, pág. 58). Así nació el “método” Freire de
alfabetización.
Hasta su aplicación en la ciudad de Diadema (estado de São Paulo) en los años 1983-
1986 (Werner, 1991, pág. 136) y, en parte, en el discutido marco del MOVA (Torres, 1991;
Freire, 1991b, pág. 129) de la ciudad de São Paulo (1989-1992) durante la “administración
Freire”, las diversas fases del método siguieron siendo las mismas, si bien hubo cambios de orden y de contenido debido a la situación socioeconómica de los diferentes lugares de formación (Gerhardt, 1983; 1989). Estas fases pueden resumirse como sigue:
Los educadores observaban a los participantes para adaptarse al universo de su vocabulario;
se llevaba a cabo una difícil búsqueda de palabras y temas generadores, a dos niveles: riqueza
silábica y elevado grado de participación de la experiencia;
se procedía a una primera codificación de esas palabras en imágenes visuales, que alentaban a
los participantes “sumergidos” en la cultura del silencio a “emerger” como autores
conscientes de su propia cultura; se introducía el “concepto antropológico de la cultura” con su diferenciación entre el hombre y el animal; se decodificaban las palabras y temas generadores en un “círculo de cultura” bajo el discreto estímulo de un coordinador que no era un “maestro” en el sentido convencional sino un educador-educado en diálogo con educandos-educadores; se producía una nueva codificación creativa, explícitamente crítica y encaminada a la acción, en la que los ex analfabetos empezaban a rechazar su papel de simples “objetos” en la naturaleza y de la historia social. Empezaban a convertirse en “sujetos” de su propio destino.
El “método” tuvo un éxito arrollador en todo el Brasil. Gracias a él, toda la población
analfabeta –40 millones de personas en aquel momento– podría alfabetizarse (y así tener
derecho de voto) y adquirir conciencia de los problemas del país. Las fuerzas reformistas e
izquierdistas apoyaron a Freire y a su equipo, a los que se encargó la tarea de aplicar un plan nacional de alfabetización (1963). Afluyó dinero de todas partes, entre otras de la oficina
regional de Recife, de Alianza para el Progreso, de las administraciones reformistas del
nordeste y del gobierno populista federal del Brasil, de João Goulart (Manfredi, 1976).
Aunque ya era el coordinador nacional de la campaña de alfabetización en el
Movimiento de Educación Popular, en rápido crecimiento, Freire era muy consciente de los
problemas a los que podría enfrentarse la aplicación nacional de su método o de cualquier otro que partiera, como el suyo, de la base. Los escasos resultados alcanzados en una campaña experimental llevada a cabo en Brasilia (Gerhardt, 1978) plantearon claramente un dilema al ya famoso educador nacional cuya “acción cultural para la libertad” era difícil de aplicar en el sistema de educación administrado por el Estado.
El golpe militar contra el gobierno federal de marzo de 1964 puso fin al gran experimento (Skidmore, 1967). La segunda oportunidad de Freire de ocupar un elevado puesto administrativo sólo llegaría 25 años después y le plantearía el mismo dilema.

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