La clínica: neurosis de ansiedad

Subjetivamente, el individuo afecto de una neurosis de ansiedad se encuentra bajo el
sentimiento de una amenaza constante.
Esta espera ansiosa es tan insoportable para
el enfermo, que la aparición de un peligro concreto, es frecuentemente tomada como
un alivio.
Debido a la tendencia del angustiado por concretar y definir su temor, todo lo
imprevisto o que requiere una adaptación, queda investido de la cualidad de malo,
amenazador y peligroso.
Dentro de las variadas formas de presentación, la ansiedad aparece en dos formas, a
la vez opuestas y complementarias:
Ansiedad de fondo: el síntoma esencial es la espera ansiosa, ante la que
cualquier circunstancia nueva se convierte en catastrófica. Estos temores se
desvanecer tan rápido como se han instaurado, fijándose en otra
circunstancia con la misma rapidez. La indecisión y la duda ante una
elección también forman parte de este síndrome, junto a la llamada
«ansiedad irritable» por la cual todo estímulo despierta una viva reacción.
Crisis paroxísticas: En muchas ocasiones empieza la enfermedad con este
fenómeno.
Es extraordinariamente frecuente que se presente durante el
sueño, donde el sujeto experimenta una sensación de ahogo, constricción
torácica y opresión cardíaca, además del sentimiento de muerte inminente,
terror e impotencia. Cuando desaparecen los síntomas, el enfermo queda en
un estado de intenso cansancio y postración.
dd. Equivalentes o crisis encubiertas: en los equivalentes somáticos se dan los
mismos síntomas que en las crisis paroxísticas, pero aisladamente o
asociados en pequeñas crisis. Los equivalentes psíquicos son temores
fóbicos y rumiaciones excesivas que se presentan como una defensa contra
la ansiedad invasora.

El enfermo escoge enfermedades somáticas como explicación racional,
generalmente relacionadas con los órganos predominantes de los síntomas de
ansiedad. Dado que este proceso contribuye a la represión de la verdadera fuente de
ansiedad, el paciente con este tipo de mecanismo es más difícil de tratar.
Generalmente, las crisis de ansiedad se dan en la siguiente progresión:
1. Un sujeto con buena salud, pero con conflictos inconcientes, se encuentra
con
2. Un factor precipitante (incremento de las presiones, movilización de
conflictos o disminución de la adaptación)
3. Ansiedad, que origina síntomas y
4. Regresión y, según la disposición,
5. Racionalización y
6. Desplazamiento de la ansiedad hacia un órgano o sistema.