Diccionario de psicología, letra T, Transmisión transgeneracional de las significaciones

Transmisión transgeneracional de las significaciones

Definición
Refiere a la cadena de transmisión de significaciones que se lega de generación en generación y que abarca ideales, mitos, modelos identificatorios y enunciados discursivos que involucran lo dicho pero también lo que se omite por efecto de represión, de manera que tales enunciados adquieren la fuerza de mandatos cuya determinación es inconsciente. Lo inconsciente aspira a irrumpir y por lo tanto guarda una eficacia potencia¡ a través de la transmisión generacional.
Otra vertiente que participa en esta cadena de transmisión refiere a las huellas que no alcanzan
representación simbólica, a aquellas impresiones que superan las posibilidades de tramitación
psíquica y circulan en calidad de energía no ligada que se lega como herencia en su capacidad
traumática.
Origen e historia del término
La temática de la transmisión transgeneracional de significaciones ha sido introducida por el Dr. I.
Berenstein quien plantea que el medio social y familiar condiciona para el sujeto la forma de
percibir, pensar y comunicarse. A partir de dos autores: Litz y Stierling, que escribieron acerca
del tema «transmisión de la irracionalidad», va a profundizar esta cuestión desde su propia
perspectiva, incorporando para la misma un importante desarrollo.
De por sí el discurso cultural de cada época da cuenta de una cosmovisión predominante en un
momento histórico dado, que va a favorecer ciertas formas de subjetividad y no otras y que
otorga un abanico de ideales limitado, una visión peculiar de lo prescripto y de lo prohibido.
También las familias producen su cultura de grupo y en compleja articulación con el medio social
ésta participa de manera determinante para la constitución subjetiva.
Desarrollo desde la perspectiva vincular
Se transmiten significaciones en un proceso que involucra aceptaciones y rechazos, un
particular recorte que se organiza alrededor de ideales, mitos, modelos identificatorios,
creencias familiares, permisos y prohibiciones y que como tal al tiempo que provee una red
simbólica, angosta las posibilidades de deslizamiento significante en la capacidad de semantizar.
Por lo tanto el sujeto se haya apresado en entrecruzamientos simbólicos y pactos, red de
sentido que al mismo tiempo le asigna un lugar; puede observarse que esto mismo sucede de
igual forma con toda una trama vincular en su conjunto. El mundo subjetivo se halla habitado por
enunciados transgeneracionales que organizan el discurso del circuito al cual se está integrado
y el sujeto participa de él como una pieza más de todo un engranaje. El discurso
transgeneracional se constituye como cadena de transmisión que involucra lo dicho, lo omitido y
las condiciones de producción del discurso -lo cual refiere a la vehiculización implícita de la
ideología.
I. Berenstein también ha postulado que quienes han experimentado situaciones traumáticas en la
infancia pueden sufrir una conmoción de la función del lenguaje como sistema de significación,
que quedaría así dañado irreparablemente. Amplía esta perturbación al plano familiar, en términos
de la constitución de pactos de silencio facilitadores de la represión y más aún del repudio de un
sector de la realidad que determina que aquello repudiado retorne disrruptivamente, dado que se
ve imposibilitada la reincorporación de la significación disociada, fragmentada y arrojada al
mundo exterior. Puede ocurrir también que en el contexto familiar se tienda a distorsionar o a
descalificar la percepción individual o que la familia se cohesione alrededor de la transmisión de
significados congelados de generación en generación, instalando un código idiosincrático
contrastante con el contexto social y provocando por lo tanto un efecto de descontextualización.
Así una significación adecuada a la generación de los abuelos se toma perturbadora si se
fuerzan las condiciones para que permanezca congelada e inmodificable en contraposición al
movimiento irreductible de sucesión de las generaciones. Las familias con un funcionamiento que
tiende al encierro endogámico propician un universo de sentido empobrecido y restrictivo.
En la clínica psicoanalítica con parejas y familias es posible observar la eficacia de ciertas
huellas adscriptas a historias inenarrables de los antepasados, restos de acontecimientos que
por la intensidad de su impacto traumático, no han logrado asimilación psíquica. Estas huellas
discurren por los canales transgeneracionales traspasando los límites de la singularidad. Las vía
del acting y de la compulsión repetitiva se manifiestan como la tendencia a procurar algún nivel
de procesamiento para aquello que ha superado las posibilidades del aparato psíquico en la
constitución de ligaduras e investiduras por la mediatización de los recursos propios del
simbolismo. De tal manera toda una trama vincular puede resultar atrapada en mecanismos
repetitivos y como consecuencia, la cadena significante que de dicha trama deriva, quedar
afectada por la fuerza de lo traumático bajo la forma de un efecto potencia], disponible a entrar
en juego conforme a ciertas combinatorias posibles inherentes a los vínculos.
De este modo distinguimos el retomo de lo reprimido -recuerdos capaces de llenar las lagunas
mnésicas- como funcionamiento propio del principio del placer, de aquello que funciona más allá
del principio del placer y que retorna como compulsión de repetición, actualizando tanto el efecto
traumático de impresiones tempranas como el de las inscripciones que no han alcanzado
ligadura merced a mecanismos de repudio y renegación y que se transmiten como herencia en
su potencialidad traumática. Considerar por lo tanto, la irrupción de lo pulsional en el marco del
análisis de los vínculos permite una ampliación del concepto de potencialidad traumática
transgeneracional, como trasfondo de lo que no pudo ser representado y que se halla adscripto
a la prehistoria familiar. Freud designa a la construcción como el recurso capaz de presentar
una «pieza de prehistoria olvidada»; también en la clínica vincular será la vía para dar lugar a
nuevos escenarios, a «historias por hacer», en las que se teja la urdimbre relacional que
constituyó el vínculo, para fundar el espacio donde pueda advenir la significación.
Problemáticas conexas
Estructura familiar inconsciente y transmisión de significaciones; diferentes formas de retorno
según se trate de lo reprimido, de lo renegado o de lo repudiado; historia y significación;
construcciones en psicoanálisis.