Diccionario de Psicología, letra E, Experiencia de satisfacción

Diccionario de Psicología, letra E, Experiencia de satisfacción

Al.: Befriedigungserlebnis. Fr.: expérience de satisfaction. Ing.: experience of satisfaction. It.: esperienza di soddisfacimento. Por.: vivência de satisfagilo. Tipo de experiencia originaria postulado por Freud, consistente en el apaciguamiento, en el lactante, gracias a una Intervención exterior, de una tensión Interna creada por la necesidad. La imagen del objeto que satisface adquiere entonces un valor electivo en la constitución del deseo del sujeto. Podrá ser recatectizada en ausencia del objeto real (satisfacción alucinatoria del deseo). Guiará constantemente la búsqueda ulterior del objeto que satisface. La experiencia de satisfacción no constituye un concepto usual en psicoanálisis, pero hemos creído que, definiéndolo, podríamos aclarar algunos puntos de vista Freudianos que son clásicos y fundamentales. Fue descrito y analizado por Freud en el Proyecto de psicología científica (Entwurf einer Psychologie, 1895); también cita ese concepto, en varias ocasiones, en el capítulo VII de La interpretación de los sueños (Die Traumdeutung, 1900). La experiencia de satisfacción va ligada al «desamparo (Hifflosigkeit) original del ser humano». El organismo no puede provocar la acción específica capaz de suprimir la tensión resultante del aflujo de las excitaciones endógenas; esta acción requiere la ayuda de una persona exterior (por ejemplo, suministro de alimento); el organismo puede entonces suprimir la tensión. Más allá de este resultado actual, la experiencia implica varias consecuencias: 1) En lo sucesivo la satisfacción queda unida a la imagen del objeto que ha procurado la satisfacción, así como a la imagen motriz del movimiento reflejo que permitió la descarga. Cuando aparece de nuevo el estado de tensión, la imagen del objeto es recatectizada: «[…] esta reactivación [el deseo] produce ante todo algo similar a la percepción, es decir, una alucinación. Si entonces se desencadena el acto reflejo, inevitablemente se producirá la decepción» . Ahora bien, en una fase precoz del desarrollo, el sujeto no es capaz de cerciorarse de que el objeto no se encuentra realmente allí. Una catexia demasiado intensa de la imagen produce el mismo «indicio de realidad» que una percepción. 2) El conjunto de esta experiencia (satisfacción real y satisfacción alucinatoria) constituye el fundamento del deseo. En efecto, el deseo tiene su origen en una búsqueda de la satisfacción real, pero se forma según el modelo de la alucinación primitiva. 3) La formación del yo viene a paliar el primer fracaso del sujeto en distinguir entre una alucinación y una percepción. Por su función inhibidora, impide que la recatectización de la imagen del objeto que satisface sea demasiado intensa. En La interpretación de los sueños, Freud describe en forma análoga la vivencia de satisfacción y sus consecuencias, aportando a este respecto dos nuevos conceptos, identidad de percepción e identidad de pensamiento: el sujeto busca siempre, por caminos directos (alucinación) o indirectos (acción orientada por el pensamiento) una identidad con «la percepción que quedó unida a la satisfacción de la necesidad». En los trabajos ulteriores, ya no se menciona explícitamente la experiencia de satisfacción. Pero las concepciones de Freud serán siempre las inherentes a esta noción. Remitimos en especial al lector al comienzo del artículo Formulaciones sobre los dos principios del funcionamiento psíquico (Formulierungen über die zwei Prinzzipen des psychischen Geschehens, 1911), y a La negación (Die Verneinung, 1925). En este último texto, Freud subraya una vez más el carácter irreductible de la satisfacción originaria y su función decisiva en la búsqueda ulterior de los objetos: «[…] lo que determina la institución de la prueba de realidad es el hecho de haber perdido los objetos que anteriormente habían proporcionado una satisfacción real». La experiencia de satisfacción (real y alucinatoria) constituye el concepto fundamental de la problemática Freudiana de la satisfacción: en ella se articulan el apaciguamiento de la necesidad y el cumplimiento del deseo (véase: Deseo; Fantasía).