Diccionario de Psicología, letra H, Hospitalismo

Diccionario de Psicología, letra H Hospitalismo

Alemán: Hospitalismus. Francés: Hospitalisme. Inglés: Hospitalism. Término creado por René Spitz en 1945 para designar un estado de alteración profunda, física y psíquica, que se instala progresivamente en los niños muy pequeños durante los primeros dieciocho meses de vida, si son abandonados o permanecen durante un lapso prolongado en una institución hospitalaria. Los signos del hospitalismo, diferentes de los de la depresión anaclítica, son un retardo del desarrollo corporal, una incapacidad de adaptación al ambiente, a veces un mutismo que asemeja al autismo y puede llevar a la psicosis. En caso de carencia afectiva total, ligada a la ausencia de todo vínculo materno, los trastornos pueden llegar hasta el marasmo y la muerte. Los estudios realizados por René Spitz han llevado, después de 1945, y en todos los países del mundo, a una reforma de las condiciones de hospitalización de los niños pequeños, a partir de la enseñanza del psicoanálisis. En Francia, fue Jenny Aubry la primera en demostrar las carencias afectivas en el ambiente hospitalario.

Al.: Hospitalismus. Fr.: hospitalisme. Ing.: hospitalism. It.: ospedalismo. Por.: hospitalismo. Término utilizado desde los trabajos de René Spitz para designar el conjunto de las perturbaciones somáticas y psíquicas provocadas en los niños (durante los 18 primeros meses de la vida) por la permanencia prolongada en una institución hospitalaria, donde se encuentran completamente privados de su madre. Remitimos al lector a los trabajos especializados sobre la materia, y de un modo particular a los de Spitz, que son los más representativos. Éstos se basan en numerosas y detenidas observaciones, así como en la comparación de diversos grupos de niños (niños criados en orfelinato, en guardería con presencia parcial de la madre, por su madre, etcétera). Es precisamente en los niños criados en ausencia completa de su madre, en una institución donde los cuidados les son administrados en forma anónima, sin que pueda establecerse un lazo afectivo, cuando se constatan los graves trastornos que Spitz agrupó bajo el nombre de hospitalismo: retardo del desarrollo corporal, de la habilidad manual, de la adaptación al medio ambiente, del lenguaje; disminución de la resistencia a las enfermedades; en los casos más graves, marasmo y muerte. Los efectos del hospitalismo tienen consecuencias duraderas o incluso irreversibles. Spitz, después de haber descrito el hospitalismo, intentó situarlo en el conjunto de las perturbaciones provocadas por un trastorno de las relaciones madre-hijo; lo define por una carencia afectiva total diferenciándolo así de la depresión anaclítica; ésta es consecutiva a una privación afectiva parcial en un niño que hasta entonces había disfrutado de una relación normal con su madre, y puede desaparecer al volver a encontrar a la madre.