Diccionario de Psicología, letra H, Huida en la enfermedad

Diccionario de Psicología, letra H, Huida en la enfermedad

Al.: Flucht in die Krankheit. Fr.: fuite dans la maladie. Ing.: flight into illness. It.: fuga nella malattia. Por.: fuga para a doença o refúgio na doença. Expresión figurada que designa el hecho de que el sujeto busca en la neurosis un medio para escapar a sus conflictos psíquicos. Esta expresión ha encontrado gran resonancia con la difusión del psicoanálisis; actualmente se extiende no sólo al campo de las neurosis, sino también al de las enfermedades orgánicas en las que puede ponerse en evidencia un componente psicológico. Primeramente se encuentran en Freud expresiones tales como «huida en la psicosis»; «huida en la enfermedad neurótica»; y más tarde la de «huida en la enfermedad». El concepto dinámico «huida en la enfermedad» expresa la misma idea que la noción económica beneficio de la enfermedad. Ahora bien, ¿tienen estos conceptos la misma extensión? Sobre este punto resulta difícil definirse, tanto más cuanto que la distinción, dentro del beneficio de la enfermedad, entre una parte primaria y una parte secundaria, tampoco resulta fácil de establecer (véase: Beneficio). Parece que Freud sitúa la huida en la enfermedad en el lado del beneficio primario; pero sucede que la expresión se emplea también en un sentido más amplio. Sea como fuere, ilustra el hecho de que el sujeto intenta evitar una situación conflictual generadora de tensión y lograr una reducción de ésta mediante la formación de síntomas. Huida en la enfermedad

Huida en la enfermedad

La idea de una «huida en la enfermedad» fue introducida por Freud en su artículo de 1894, «Las neuropsicosis de defensa», es decir, en la oportunidad de un acercamiento entre la teoría de la histeria, por una parte, y por la otra la «teoría psicológica», en vías de elaboración, de las fobias y las obsesiones, ampliada a una observación de la psicosis alucinatoria. En este último caso, escribió Freud, se tiene el derecho de decir que «el yo se ha defendido contra la representación insoportable mediante el refugio en la psicosis». Freud señala que, al tener el proceso ese resultado, también él escapa a la autopercepción, tanto como al análisis «psicológico-clínico». Es preciso considerarlo como la expresión de una «predisposición patológica del grado más alto», que «quizás» se puede describir como sigue: el yo se aparta de la representación intolerable, pero como ésta está inseparablemente entramada con un fragmento de realidad objetiva, al realizar esa acción el yo se separa también, total o parcialmente de la realidad en sí. Además sólo con esta condición alcanzan las representaciones una vivacidad alucinatoria, de manera que la persona, «después de haber logrado éxito con su defensa, cae en el estado de confusiones alucinatorias». Presentada de este modo, la noción parece no obstante ser sólo susceptible de una aplicación restringida. «Sólo dispongo -indica Freud- de un muy pequeño número de análisis sobre psicosis de este tipo.» Y añade que «en ningún manicomio faltan ejemplos que puedan considerarse análogos». Las ilustraciones que da («una madre que cae enferma en razón de la pérdida de su hijo y que acuna incansablemente en sus brazos un trozo de madera», o «una novia abandonada que durante años espera a su novio, ataviada») son indicativas de un interés que anticipa los desarrollos del texto posterior «La pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis» y los desarrollos que condujeron a la elaboración freudiana de la categoría de realidad. Por esto hay que prestar una atención muy particular al contexto del empleo de la expresión, y en especial a la diferenciación entre la huida en la psicosis y la formulación de la huida en la enfermedad, que en verdad le sustrae a la noción sus premisas teóricas indispensables. En una nota añadida en 1923 al texto del relato del «caso Dora», que examina los «motivos de la enfermedad» a título de «beneficio secundario», Freud subraya que «en toda neurosis debe reconocerse la existencia de un provecho primario de la enfermedad». En efecto, «el hecho de enfermar en primer lugar ahorra un esfuerzo. Por lo tanto, desde el punto de vista económico, es la solución más cómoda en el caso de un conflicto psíquico (huida en la enfermedad) (Flucht in die Krankheit), aunque la inadecuación de esa salida se revele ulteriormente de modo inequívoco en la mayor parte de los casos». Una expresión equivalente para designar esa parte del «provecho primario de la enfermedad» será «ganancia interior psicológica».