Efectos psicosociales de la prisión política en la segunda generación de afectados directos por el Terrorismo de Estado en la ciudad de San Luis

Efectos psicosociales de la prisión política en la segunda generación de afectados directos por el Terrorismo de Estado en la ciudad de San Luis

Florencia Baglione*

Este trabajo parte de la concepción de que el Terrorismo de Estado afectó a más de una generación y que existen consecuencias actuales del clima de terror. Para conocer más sobre la singular tramitación de acontecimientos del pasado reciente en las nuevas generaciones se entrevistó a hijos/as de ex presos/as políticos/as. Atravesar estas experiencias, implicó afectaciones en diversas áreas (psicológica, social, conductual), el uso de mecanismos defensivos y adaptativos variados como así también derivó en modos singulares de elaboración y modos diversos de experimentar sucesos socio-políticos posteriores.

La prisión política en la Ciudad de San Luis: una de las modalidades de represión

Previo a la instalación del clima represivo, muchos militantes peronistas ocuparon cargos en ámbitos públicos dependientes del Estado Provincial. A mediados del año 1974, comenzó una persecución política desde funcionarios provinciales de  tendencias de derecha hacia aquellos militantes que apoyaron el gobierno. Finalmente, muchas personas fueron cesanteadas, trasladadas a otros lugares de trabajo para ser posteriormente detenidas en sus ámbitos laborales, secuestrados en sus hogares o en la vía pública.

La detención ilegal en la ciudad de San Luis tuvo como sede ocho Centros Clandestinos de Detención[1]: la ex Central de Policía, la antigua sede de la Policía Federal, donde funcionó Investigaciones de la Policía de la provincia de San Luis, la Granja La Amalia, Rodeo del Alto[2], y los conocidos como La Escuelita y el Sótano[3].

El juicio iniciado en San Luis el 20 de octubre del 2008, fue el primero en la zona de Cuyo contra los represores (policías y militares) que accionaron durante el Terrorismo de Estado, así se inauguró en la región la condena por delitos de lesa humanidad con cárcel común y efectiva. El impacto social del juicio a los represores no fue el esperado, tal vez porque las autoridades provinciales no participaron de las audiencias, ni realizaron ninguna declaración pública vertiendo su opinión respecto de los hechos juzgados. Sin embargo, la causa permitió que quienes fueron afectados por la represión política pudieran dar testimonio, haciendo posible una mayor comunicación sobre lo sucedido tanto en el ámbito familiar como social. Sin embargo, estos procesos recién están en sus inicios y aún existen dificultades para condenar a los responsables de tortura y otras violaciones a los Derechos Humanos.

Los efectos del Terrorismo de Estado

Se empleó la denominación de efectos psicosociales, ya que se vieron comprometidos múltiples espacios de la vida cotidiana, tanto en el plano laboral (desocupación), escolar o académico (abandono de la carrera, pérdida de los estudios) como en el vincular (deterioro o extinción de relaciones en los ámbitos de pertenencia social y familiar). El término utilizado pretendió evitar la medicalización que supone el abordaje exclusivamente desde el campo psicopatológico, dado que las consecuencias producidas en los sobrevivientes y sus familias deberían ser entendidas en relación con el momento histórico-político, y su evolución estaría determinada por el procesamiento individual y social de los hechos.

Respecto de estos efectos, autores uruguayos (Busch et al., 2002) los estudiaron en el trabajo clínico con la segunda generación de afectados. Los motivos de estas consultas fueron, en algunos casos dificultades para la realización de sus proyectos de vida y en otros cuando irrumpieron los aspectos no simbolizados de la experiencia traumática. Aunque, hubo quienes emprendieron sus proyectos de vida sin problemas, aparecieron sentimientos de vacío, de sin sentido en lo que hacían (Busch, et al., 2002).

Según afirmaron, los jóvenes intentaron sepultar vivencias traumáticas mediante la intervención de mecanismos defensivos, que fueron utilizados como una opción a favor de su supervivencia psíquica. Así encontraron diferentes efectos psicológicos y sociales comunes a todos esta generación: sentimiento de escepticismo, desinterés por lo político, desconfianza y descreimiento, dificultades identitarias,  fragilidad psíquica, sobreadaptación y autoexigencia, carga de agresividad y violencia (Busch et al., 2002).

Metodología

El estudio realizado fue de tipo exploratorio, ya que se intentó la aproximación a una temática poco estudiada en el medio local.

La metodología empleada fue de enfoque cualitativo, por las características del objeto de estudio y porque se buscó el acercamiento a la realidad desde el punto de vista de los participantes en sus contextos naturales.

Para el contacto de los entrevistados se procedió mediante la técnica de Bola de Nieve. Este tipo de muestreo fue justificado por la necesidad de generar un primer contacto que fuera el aval de confianza entre el investigador y el/los próximos entrevistados. Así para contactar al primer entrevistado se acudió a personas que participaran en espacios vinculados a la defensa de Derechos Humanos, quienes podrían brindar información sobre posibles participantes de las entrevistas. Fue fundamental el respeto, y la creación de un clima de empatía tanto para el desarrollo de las entrevistas como para su análisis, por el tratamiento de la información de personas que padecieron experiencias de vulnerabilidad extremas.

Se entrevistó a cuatro hijos e hijas de ex presos y presas políticos, que en el momento de detención de sus padres, tuvieron entre seis meses y quince años de edad. El instrumento de recolección de datos fue la entrevista semiestructurada y se recurrió a un guión para trabajar los contenidos propuestos.

Como recurso metodológico se utilizóla Teoría Fundada(Strauss y Corbin, 1990) que es una forma de generar teoría directamente desde los datos recolectados. Se trató de un trabajo realizado a través de múltiples lecturas de los datos recogidos para familiarizarse con los contenidos, crear codificaciones y categorizaciones que luego fueron articulándose.

A continuación se presenta una tabla con las categorías y subcategorías encontradas con sus respectivos momentos de ocurrencia, los cuales permitieron contextualizar los fenómenos presentados.

Tabla I: Categorización
Efectos psicosociales, Tabla I: Categorización
Conclusiones

La investigación realizada analizó los efectos de la violencia de Estado en las nuevas generaciones. Efectos que si bien tuvieron expresión en sujetos singulares, respondieron a un contexto histórico político particular y a la tramitación que el colectivo social ha gestionado. Así, las consecuencias del Terrorismo de Estado se reconocen en lo subjetivo individual, pero tienen un origen social. No debería responsabilizarse sólo a individuos (Scapusio, 2006) por los resultados de estas experiencias ya que ello conduciría a la “privatización” de las secuelas de lo vivido en los años del horror.

Existieron diferentes modos de atravesar situaciones límite (modalidades singulares según el tipo de afectación sufrida y las características previas de personalidad), y en todos los casos resultó insoslayable la utilización de diferentes mecanismos psíquicos frente al quiebre de la cotidianeidad, a la irrupción en sus vidas de la violenta historia reciente.

La segunda generación-“hijos e hijas de la dictadura”- experimentó la ausencia o la separación transitoria de sus padres/madres a una edad temprana de su desarrollo físico y emocional (momentos clave en la estructuración del psiquismo), y a ello se agregó la exposición a situaciones de violencia en el medio social (esto a veces sin que mediara la palabra del adulto a cargo que podría mediatizar estas experiencias) donde se reprodujo el discurso hegemónico dictatorial y post-dictatorial. Existieron casos, donde los vínculos paterno/materno-filiales se vieron sumamente dañados por la prematura separación y el corte abrupto de la relación. En esas situaciones, los progenitores intentaron el reconocimiento y la  creación o recreación del vínculo cuando obtuvieron su libertad.

Se descubrió que los descendientes de ex presos y presas políticas como producto de la situación límite desarrollaron manifestaciones psicológicas, que los entrevistados pudieron relacionar con la prisión política de sus padres. En la mayoría de los casos fueron desapareciendo a medida que sus ascendientes regresaron al hogar y se restauró el vínculo. Entre ellas se encontró: enuresis nocturna, problemas para conciliar el sueño, dificultades escolares ya sea por falta de motivación o problemas atencionales, retraso en el crecimiento, ansiedad y anorexia.  Además, evidenciaron cambios comportamentales, tales como: rebeldía y oposición con los adultos que quedaban a cargo, conductas agresivas en el medio escolar, sobreadaptación  o aislamiento como formas de tramitar el rechazo en sus relaciones sociales. Estas modificaciones conductuales y emocionales imprimieron a la nueva estructura familiar una renovada dinámica, expresión de ausencias/separaciones, temporarias, pero muchas veces prolongadas.

Los efectos psicosociales hallados se generaron como manifestaciones de los sujetos frente a la situación límite vivida pero también como respuesta a las reacciones sociales frente a la categoría de preso/presa política. Las respuestas sociales de etiquetamiento y discriminación perjudicaron (incluso a mediano y largo plazo) la vida relacional de los sujetos afectados.

Con respecto a las consecuencias actuales en estas generaciones se halló que se encuentran aún huellas de los efectos psicosociales padecidos:

En algunos casos reprimieron sentimientos y pensamientos alrededor de estas temáticas en pos de salvaguardar relaciones sociales y a razón de la restricción de la comunicación en áreas determinadas, los vínculos se conservaron pero resultaron empobrecidos, y en la actualidad esto se mantiene en los casos donde el entorno social sigue estigmatizándolos.

Se observó además un descreimiento y desconfianza hacia la esfera política, que pudo ser consecuencia de relacionar los efectos psicosociales de la primera generación con su militancia política previa. Además, no se encontró participación política ni social en estos jóvenes, a pesar de su interés y preocupación por la vida política del país. Esta desconfianza no ha permitido crear redes sociales más amplias de participación.

La segunda generación manifestó, al momento de realización de este trabajo, que la justicia aún no llegó a todos los ámbitos donde debería hacerse presente. Sin embargo, sostuvieron que los diferentes juicios que se estaban produciendo eran sumamente importantes, y que ello trazó una línea divisoria en relación a décadas donde reinó la impunidad. Apareció también la idea de que el “juicio y castigo” no ha sido suficiente para el resarcimiento.

Respecto de la reparación estatal, al parecer fue insuficiente a razón de que no alcanzó a cubrir otras esferas más allá de la económica y en ese caso si bien fue aceptada la ayuda no fue percibida como reparatoria, ya que sintieron que no permitió la recuperación de familias desmembradas por efecto del Terrorismo de Estado.

Con todo, conocer el impacto en las nuevas generaciones de la represión política, permite abrir un camino para indagar qué del pasado sigue insistiendo para buscar vías de elaboración, estrategias terapeúticas, acercarse y profundizar en el abordaje de situaciones límite de origen social.

Este artículo surge a partir de la tesis de grado de la Licenciatura en Psicología de la autora, la cual fue dirigida por la Dra. Roxana Vuanello y la Lic. Erika Valdebenito, quienes  también supervisaron el presente trabajo.

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Notas

[1] Es importante mencionar que la mayoría de ellos no poseen una señalización de manera que la población pueda conocer los sitios de memoria de la ciudad. En algunos casos, se han colocado placas u otras formas de identificación pero anónimamente se los ha retirado.

[2] Extraído del sitio web: http://www.apdh-argentina.org.ar/delegaciones/sanluis/index.asp

[3] La Dictadura en San Luis. Cuadernos sobre el Terrorismo de Estado. Colectivo Político El Taller.

* Florencia Baglione es Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).