Fundamentos de la terapia gestáltica

Fundamentos de la terapia gestáltica
Los fundamentos de la Terapia Gestáltica se basan en varios puntos en cuestión:
a) El hombre percibe las cosas o los hechos como totalidades significativas, no como entidades aisladas. Las partes forman una unidad, una totalidad, de la cual algún elemento seleccionado puede presentar un interés en especial. Este elemento pasa a ser figura y los demás, fondo. Mientras persista ese interés, el todo se organizará de un modo significativo. Esta organización en formas o totalidades es vivenciada por el individuo en estos términos, y puede ser comprendida únicamente en esos mismos términos. Entonces es la organización de los hechos (la totalidad) y no sus elementos constitutivos, la que la define y le da un significado particular y distintivo. Esta configuración u organización particular del todo es la gestalt.
b) El proceso homeostásico u homeostasis (autorregulación), que es el proceso mediante el cual un organismo mantiene su equilibrio en medio de condiciones que varían, interactuando con su ambiente. Si este proceso falla, el organismo enferma o muere. La homeostasis, tan estudiada desde el punto de vista fisiológico, tiene si contraparte en el ámbito psicológico, ya que el hombre también manifiesta su necesidad de recobrar el equilibrio psicológico perturbado.
c) El ser holístico: El hombre es un organismo unificado. Esta doctrina holística, opuesta a la visión dimorfista tradicional cuerpo-mente, constituye un aspecto clave de la Terapia Gestáltica. El hombre es capaz de funcionar en dos niveles: el nivel del pensar y el nivel del actuar. En el nivel del pensar el individuo hace simbólicamente lo que podría hacer físicamente; de esa manera crea una fantasía en la cual, mediante el uso de símbolos, reproduce la realidad. Con esta actividad fantasiosa puede “anticipar” lo que ocurrirá, ahorrando tiempo, energía y trabajo, ya que esta actividad mental requiere una cantidad de energía inferior a la actividad física (real).- El nivel del pensar (mental) y el nivel del actual (físico) no son entidades independientes ni disociadas, sino que conforman un todo en el cual las acciones y los pensamientos pueden traducirse y transponerse de un nivel a otro, en un campo unificado.- Entre estos dos niveles existe una etapa intermedia: la de “jugar a”. La exploración de esta etapa, llevada a cabo mediante diversas técnicas, lleva al individuo a entender los otros niveles, es decir, a sí mismo. Aprende a integrar sus pensamientos y sus acciones, como expresiones de los niveles descriptos.