Hans Asperger. Un año después del artículo de Kanner sin saber de Kanner

El autismo 70 años después de Leo Kanner y Hans Asperger

Hans Asperger. Un año después del artículo de Kanner sin saber de Kanner.

Hans Asperger, pediatra vienés, era 12 años más joven que Kanner. Tras graduarse

en Medicina en Viena fue contratado en el Hospital Infantil de la Universidad de Viena. Un año más

tarde, en 1944, publicó observaciones muy similares a

las de Kanner. Sin embargo el hecho de estar escritas en alemán limitó en gran medida

su difusión. Contrasta la relativa placidez de la vida universitaria de Estados

Unidos, donde estaba ubicado Kanner, con la atormentada situación de Viena durante

la II Guerra Mundial. Al poco tiempo de finalizar la contienda fue nombrado

director del Hospital Infantil de la ciudad. Más tarde ocupó la cátedra de Pediatría

en la Universidad de Viena.

La publicación de Asperger recogía la historia de cuatro muchachos, y al

igual que Kanner, utilizaba el término autismo (psicopatía autista), coincidencia

asombrosa si se tiene en cuenta, como parece ser, que Asperger desconocía el

trabajo y la publicación de Kanner, y viceversa. Los pacientes identificados por

Asperger mostraban un patrón de conducta caracterizado por: falta de empatía,

ingenuidad, poca habilidad para hacer amigos, lenguaje pedante o repetitivo, pobre

comunicación no verbal, interés desmesurado por ciertos temas y torpeza motora y

mala coordinación. Asperger solía utilizar la denominación de “pequeños profesores”

(kleine Professoren) para referirse a ellos, destacando su capacidad para hablar

de sus temas favoritos de modo sorprendentemente detallístico y preciso.

Quizás los dos aspectos que más impresionan de las aportaciones de Asperger

son, por una parte, la extrema precisión y minuciosidad de sus publicaciones y, por

otro lado, la esmerada comprensión hacia los niños diagnosticados de psicopatía

autística. No sorprende que se haya especulado que la personalidad del propio Hans

Asperger compartiera algunas características propias del síndrome por él descrito.

Por lo que se ha podido rescatar sobre su biografía (21), está bien documentado

que era un chico solitario, con dificultad para hacer amigos, dotado de un lenguaje

muy desarrollado y sumamente conocedor de la obra del poeta alemán Franz Grillparzer

cuyas poesías frecuentemente recitaba ante sus perplejos y desinteresados

compañeros. Las fotografías tomadas durante su período de relevancia profesional

lo suelen mostrar con una expresión cándida, franca y sumamente interesada en su

trabajo, rematada por una mirada intensa (22). Asperger no sólo era un gran clínico,

sino que era un defensor apasionado de la integración social y laboral de las personas

que tenían las características que había descrito. No deja de ser admirable que

en una sociedad regida por las ideas eugenésicas del nazismo, Asperger destacara

el valor social de estos ciudadanos, coincidiendo con Kanner en su enfoque humanista

del tratamiento a los pacientes. Por ello, afirmaba con contundencia que los

maestros trabajarían mejor y conseguirían los mejores resultados si se ponían de su

lado. Abogaba por una educación basada en la comprensión. En su época, Asperger

ya sostenía algo que hoy parece sorprender a muchos profesionales dedicados a la

educación, como es defender que los niños con el trastorno que describió aprenden

más y mejor cuando son guiados por sus intereses especiales.

Como se ha indicado, los trabajos de Asperger, por el hecho de haber sido

publicados en alemán, fueron largamente ignorados por la psiquiatría y la neurología

en la mayoría de países. Este olvido empezó a experimentar un giro a partir de

1981, tras la traducción de sus trabajos al inglés por Lorna Wing, a quien se atribuye

el término síndrome de Asperger (23). Sin embargo, mucho antes, el psiquiatra

alemán Gerhard Bosch (1970) ya había utilizado el término síndrome de Asperger.

En 1962, dicho autor había publicado una monografía en alemán, traducida al inglés

en 1970, donde ubicaba el síndrome de Asperger dentro del autismo (24).

De todos modos, la divulgación, no solo de la denominación, sino de la difusión

del conocimiento del síndrome, tiene su punto de partida en la publicación de la

traducción al inglés de los trabajos de Asperger por Lorna Wing. Paradójicamente,

poco tiempo después de haberse categorizado el síndrome de Asperger, dando

lugar a una expansión del diagnóstico, la misma autora introdujo el concepto de

TEA, concepto bajo el cual tiende a quedar diluida la especificidad del trastorno de

Asperger. Una ironía del paso del tiempo, que refuerza la idea de espectro autista,

es que hoy quizás diagnosticaríamos de síndrome de Asperger, por lo menos a 6 de

los 11 pacientes publicados por Kanner; y, recíprocamente, identificaríamos como

“kannerianos” algunos de los publicados por Asperger.

Si bien se reconoce en Asperger la paternidad del trastorno por él identificado,

en el año 1926 la neuróloga rusa Ewa Ssucharewa publicó la primera descripción

de pacientes que actualmente diagnosticaríamos como síndrome de Asperger. Los

pacientes descritos por Ssucharewa fueron rescatados para la literatura médica por

Sula Wolff, quien los asimiló al grupo de pacientes que dicha autora ha clasificado

como trastorno esquizoide de la personalidad en la infancia (25). Sin embargo, los

límites entre este trastorno y el síndrome de Asperger son muy sutiles y difíciles de

delimitar (26). Por otro lado, la identidad del trastorno esquizoide de la personalidad

como entidad específica, resulta dudosa, motivo por el cual posiblemente no

será incluida en el DSM 5 (27).

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Bibliografía:

(21) Lyons V, Fitzgerald M. Did Hans Asperger (1906-1980) have Asperger syndrome?, J Autism

Dev Disord 2007 37: 2020-1.

(22) Osborne L. American Normal: The Hidden World of Asperger’s Syndrome. New York: Copernicus

Books/Springer-Verlag, 2002.

(23) Wing L. Asperger’s syndrome: a clinical account. Psychol Med 1981; 11: 115-29.

(24) Bosch G Infantile autism – a clinical and phenomenological anthropological investigation taking language as the guide. Berlin: Springer, 1970.

(25) Wolff S, Townshend R, McGuire RJ, Weeks DJ. ‘Schizoid’ personality in childhood and adult life. II: Adult adjustment and the continuity with schizotypal personality dis-order. Br J Psychiatry 1991; 159: 620-9.

(26) Ssucharewa GE, Wolff S. The first account of the syndrome Asperger described? (Translation of a paper entitled “Die schizoiden Psychopathien im Kindesalter” by Dr. G.E. Ssucharewa; scientific assistant, which appeared in 1926 in the Monatsschrift für Psychiatrie und Neurologie 60: 235-261) Eur Child Adolesc Psychiatry 1996; 5: 119-32.

(27) http://www.dsm5.org/ProposedRevisions