Los grandes movimientos psicológicos del siglo XIX


En este contexto, el psicólogo francés Hyppolite Taine (1818-1883), aportó la idea de que el ambiente tiene una enorme influencia sobre la personalidad. Para éste, la Psicología tiene que abstenerse de estudiar fenómenos como la voluntad o la memoria y centrarse en los hechos observables del comportamiento.
R. Herman Lotze (1817-1881), médico alemán, fue el primer profesor de psicología clásica sobre percepción y atención. Según este autor el pensamiento lo abarca todo, pues las cosas que vemos con nuestros ojos son datos inconexos que luego la mente construye para darle sentido. Lotze fue pionero en hacer una categorización de los valores. En cambio, Friederich Nietzsche (1844–1900), desde una perspectiva subjetiva, ataca la cultura occidental y afirma que los valores son una creación humana y temporalmente estables. Pero lo más conocido de este autor es su teoría sobre la voluntad de poder, que considera un principio básico de la realidad gracias al cual se desarrollan todos los seres, fuerza primordial que busca mantenerse para ser aún más.
Francis Galton (1822–1911), pariente de Darwin, hizo aportaciones interesantes a la Psicología en “Inquiries into human faculty” (1883), publicación compuesta por cortos ensayos sobre la imaginación, un estudio experimental de la asociación, la memoria, la fatiga, etc. Se le considera el verdadero inventor de los tests de inteligencia e inició, además, el estudio de las correlaciones entre rasgos mentales. Se centró en el estudio de las diferencias individuales (Psicología Diferencial) utilizando la estadística en sus observaciones, midió la inteligencia y calculó la media aplicando la campana de Gauss. A los 87 años se le concedió el título de Sir o Caballero del Reino como reconocimiento oficial por sus numerosas contribuciones.
Por su parte, Hermann Ebbinghaus (1850–1909), desarrolló técnicas experimentales para estudiar la memoria y el olvido, investigando por primera vez y de forma científica los procesos mentales superiores, que fueron publicados en“Ueber das Gadaechtnis” (1885). Lo que le hizo famoso fue el test de complementación (1897) para estudiar los procesos mentales superiores, prueba que todavía se incluye en muchas baterías de inteligencia general. George J. Romanes (1848-1894), es conocido, entre otras cosas, por su amistad con Darwin y por ser el que introdujo el término Psicología Comparada. Empleó, además de la observación, el “método anecdótico” para recoger datos. Publica un trabajo titulado “Animal Intelligence” (1882). También incluimos en este grupo a Conwy L. Morgan (1852-1936), porque elabora la teoría del ensayo-error como posible explicación de la conducta animal, y mantiene que el ser humano, además, aprende por imitación. Su obra “Introduction to Comparative Psychology” (1894), plantea el principio de parsimonia -canon de Morgan-, en virtud del cual una acción no debe interpretarse como resultado de una facultad psíquica superior, si puede explicarse por el ejercicio de una actividad psíquica inferior en la escala psicológica.


Un gran movimiento psicológico, surgido a finales del siglo XIX en la Universidad de Chicago, es el funcionalismo, siendo su preocupación principal no tanto saber “qué son los procesos mentales”, como ocurre en la psicología wundtiana, sino determinar para qué sirven y cómo funcionan. Su posición epistemológica se sitúa en contra del elementalismo introspeccionista y da prioridad al “todo” respecto de las “partes” o “elementos”, lo que constituye un precedente del gestaltismo. Los principales representantes fueron: W. James, G. S. Hall, J. McK.Cattell y, sobre todo, J. Dewey, J. R. Angell y R. S. Woodworth. A William James (1842- 1910), se le atribuye la paternidad del funcionalismo psicológico, impulsando la psicología aplicada en sus diversas ramas (psicología industrial, psicometría, psicología de la educación, etc.). En la obra “Principies of Psychology” (1890), aborda temas como la sensación, la percepción, las funciones del cerebro, los hábitos, el discurrir de la conciencia, el sí-mismo, la atención, la memoria, el pensamiento, la emoción y la voluntad. Enseñó la experimentación en América y fue uno de los precursores del estudio de la anormalidad. En cuanto a John Dewey (1859-1952), su psicología es más bien funcionalista y su ética utilitarista. Aunque se forma intelectualmente en el idealismo neohegeliano de G. S. Morris y el pragmatismo de C. S. Peirce, W. James y Georges H. Mead, así como en la teoría de Darwin, estas influencias no le apartan de lo que es su mayor preocupación: la disociación que vivía su tiempo entre teoría y práctica.


En EE.UU. destaca Granville S. Hall (1844–1924), que estuvo en Leipzig con Wundt en los dos primeros años de vida del laboratorio. Instala el primer laboratorio americano de Psicología (1883) y más tarde crea “The American Journal of Psychology” (1887), segunda revista psicológica en el mundo y la más importante en América. Introdujo el estudio del niño en su país y escribió trabajos muy importantes sobre la Psicología de la niñez, la adolescencia y la senectud. Fue el primer presidente de la American Psychological Association (APA, 1892). James Mc. Cattel (1860-1944), también se formó al lado de Wundt, dedicándose con preferencia al estudio de las diferencias individuales.
Vuelto a América instaló un laboratorio en Pensilvania (1888) y otro en Columbia (1891), donde permaneció hasta 1917. Creó la Psychological Corporation que se ocupa de cuestiones industriales y servicios públicos y es un precursor de los tests mentales. Presidió el primer Congreso Internacional de Psicología celebrado en América (1929). Robert S. Woodworth (1869-1962), estudió Filosofía y Psicología en Harvard con W. James y se doctoró con J. Mc. Cattell en la Universidad de Columbia (1899), donde ejerció como profesor desde 1903 hasta su jubilación. La Fundación Americana de Psicología (1956), le concedió la primera Medalla de Oro por su extraordinaria aportación como integrador y organizador de la ciencia psicológica. Al igual que Dewey se opuso al esquema estímulo-respuesta (E-R) y lo cambió por la fórmula E–O–R (estímulo-organismo-respuesta).
Por último, James R. Angell (1869– 1949), fue educador y psicólogo. Completó sus estudios en Europa, influenciado por Dewey y James, y trabajó en la Universidad de Minnesota, antes de ir a la de Chicago donde fue miembro de la Facultad y Administrador (1894–1919). Escribió un artículo titulado “Psychology”, que tuvo amplia difusión, y desempeñó el cargo de presidente de la Carnegie Corporation de Nueva York (1920–21) y de Yale (1921–37), además de ser asesor educativo en la National Broadcasting Corporation.
Mientras tanto, en los países de Europa Oriental la Psicología adquiere una perspectiva fisiológica, conocida como reflexología rusa, según la cual, existe una sola realidad que es la material. Ivan Sechenov (1822-1905), médico y fisiólogo, se interesó por conocer los reflejos del cerebro llegando a publicar un libro con este título, donde dice que la Psicología debe ser estudiada por un psicólogo-fisiólogo con métodos científicos, pero deja pocos trabajos experimentales. La figura más sobresaliente es Ivan P. Pavlov (1849-1936), discípulo de Sechenov y ganador del Premio Nóbel (1904), por sus investigaciones sobre el funcionamiento de las glándulas digestivas. Sus estudios lo llevaron a interesarse por las secreciones de las glándulas salivales sin la estimulación directa del alimento en la boca, convirtiéndose en la base del Condicionamiento Clásico. Vladimir Bechterev (1857-1927), establece el siguiente esquema básico de la psicología humana: Estímulo-Organismo-Respuesta, como si se tratara de una cadena.
También es suyo el concepto de “situación ambiental”, según la cual, mantiene que el comportamiento será distinto según sea ésta y la etapa en que se encuentre el individuo.