MASCULINIDADES Y FEMINISMOS Violencia intrafamiliar en doble vía: negociando identidades masculinas (Introducción)

MASCULINIDADES Y FEMINISMOS
Violencia intrafamiliar en doble vía: negociando identidades masculinas

Javier Pineda Duque Abril 14 de 2008

Introducción

Introducción
En el 2006 fui invitado como ponente a un evento sobre violencia doméstica organizado por algunas organizaciones no gubernamentales de mujeres en Bogotá. En dicho evento me atreví a reconocer en un contexto de una clara y amplia violencia contra la mujer, la necesidad de estudiar la violencia en doble vía, o mejor, el reconocimiento a la violencia ejercida también por muchas mujeres involucradas en eventos de violencia de pareja. Esta insinuación me valió el desaire, más que de la amplia audiencia femenina, de las compañeras de mesa y defensoras de los derechos de la mujer.
Por mucho tiempo el pensamiento y la práctica feminista ha logrado visibilizar, denunciar y colocar en la agenda pública la amplia violencia ejercida por muchos hombres en el campo de la familia, lo doméstico y la vida conyugal. El feminismo se ha centrado en documentar los casos de las mujeres víctimas, en evidenciar el atropello de los derechos humanos en el espacio de lo doméstico y en presionar a partir de su movilización, acciones públicas nacionales e internacionales, para mitigar y revertir la violencia contra la mujer. La expresión de las voces de las victimas ha mostrado las desiguales relaciones de poder y el ejercicio sistemático de la violencia como mecanismo de control y sometimiento por parte de muchos hombres con quienes comparten sus vidas. No obstante sus importantes logros y avances históricos en la comprensión del tema, este enfoque ha sido limitado y ha hecho que se pierde en la generalidad de los casos, la comprensión de la dinámica de la violencia de pareja y la complejidad del tema, dado que se ha basado exclusivamente en los testimonios de las mujeres víctimas y su posición privilegiada para entender lo que se ha denominado el „terrorismo patriarcal‟.
La violencia suele ser de doble vía. Sin embargo, este hecho ha sido opacado por la literatura feminista negando la complejidad del fenómeno y facilitando la victimización de las mujeres. Desde una posición pro-feminista, este texto busca incluir las masculinidades a fin de superar la centralidad culposa en el hombre y facilitar espacios reflexivos para una crítica cultural. Si bien el “terrorismo patriarcal” existe, suele ser común y merecen un tratamiento drástico de la sociedad, la gran mayoría de casos de violencia en los hogares están directamente asociados a las identidades masculinas y a uso de dispositivos culturales asociados a la masculinidad hegemónica tanto por hombres, como por mujeres. La gran mayoría de los casos de violencia en la pareja no consiste en “terrorismo” patriarcal, sino en una violencia de origen más cultural, “político de lo personal”, que merece una consideración diferente y que incluye la dinámica de doble vía.
La inclusión de las masculinidades en la comprensión del fenómeno de violencia contra la mujer en el ámbito de lo doméstico, plantea retos importantes a la visión predominante en el feminismo de tipo epistemológico, metodológico, teórico y práctico. Primero, desde el punto de vista metodológico, esta ponencia se basa en entrevistas separadas a hombres y mujeres de parejas heterosexuales, proponiendo una nueva forma de abordar el tema que permita captar la complejidad de la violencia, analizar los discursos divergentes de las partes y explorar lo que generalmente los estudios tradicionales sobre el tema han esquivado: la violencia en doble vía y la descentralización de la agresión desde el hombre hacia la cultura. Segundo, desde el punto de vista epistemológico, cuestiona los rasgos esencialistas al considerar la posición privilegiada de la mujer en el entendimiento de la violencia doméstica, y reta a los hombres heterosexuales a un giro reflexivo desde sus propias subjetividades masculinas frente al uso de la violencia. Tercero, desde el punto de vista teórico, implica la irrupción de las masculinidades como aporte conceptual para el entendimiento de la cultura hetero-hegemónica ejercida tanto por mujeres como por hombres, como de la negociación multi-espacial y multi-temporal de las identidades y el papel del poder y la violencia en ella. Cuarto, desde el punto de vista práctico, cuestiona el discurso político de victimización de la mujer, refuerza el cuestionamiento feminista a los modelos de intervención pública como a los imaginarios de género de los operadores de justicia en el ámbito de la familia y hace una llamado a fortalecer las instancias de justicia en el ámbito familiar como facilitadores de cambio cultural.
La ponencia se basa en una investigación llevada a cabo en Bogotá en el 2004 por un grupo interdisciplinario de hombres y mujeres, a través de una amplia muestra de expedientes en comisarías de familia, y por medio de entrevistas personales, para valorar la efectividad de los procesos de conciliación y protección en el marco de la Ley contra la Violencia Intrafamiliar. La investigación buscaba explorar los efectos de la Ley contra la violencia intrafamiliar en Colombia (Estrada y Pineda, 2004).

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