PASIVIDAD O ACTIVIDAD

PASIVIDAD O ACTIVIDAD
En cualquier caso, hay que hilar fino. La memoria, la obediencia pasiva, la
imitación del adulto y, de una manera general, los factores de recepción son en el
niño tan naturales como la actividad espontánea. Por tanto, no puede decirse que
los antiguos métodos, por antipsicológicos que sean a veces, hayan despreciado
completamente la observación del niño a este respecto. Entre las dos pedagogías
el criterio de distinción hay que buscarlo no en la utilización de tal o cual trazo de la
mentalidad infantil, sino en la concepción de conjunto que en cada caso el
educador se hace del niño.
¿Es la infancia un mal necesario o tienen los caracteres de la mentalidad infantil
una significación funcional que define una verdadera actividad?
Según la
respuesta que se dé a esta cuestión fundamental, la relación entre la sociedad
adulta y el niño a educar será concebida como unilateral o como recíproca. En el
primer caso el niño está llamado a recibir desde fuera los productos ya elaborados
del saber y la moralidad adultas; la relación educativa se compone de presión por
una parte y de recepción por otra. Desde este punto de vista, los trabajos de los
alumnos, incluso los más individuales (redactar una composición, hacer una
traducción, resolver un problema), participan menos de la actividad real de la
búsqueda espontánea y personal que del ejercicio impuesto o de la copia de un
modelo exterior; la moral más íntima del alumno está más penetrada de
obediencia que de autonomía Por el contrario, en la medida en que se considera al
niño dotado de una verdadera actividad y en que el desarrollo del espíritu se
comprende en su dinamismo, la relación entre los sujetos a educar y la sociedad
se hace recíproca:
el niño tiende a acercarse al estado de hombre no ya por la
mera recepción de la razón y las reglas de la acción buena tal como se la
preparan, sino conquistándolas mediante su esfuerzo y su experiencia personales;
a su vez, la sociedad espera de las nuevas generaciones algo más que una
imitación: o un enriquecimiento.