La problemática de la consulta del adolescente (Teórico de Ricardo Rodulfo)

PREGUNTA en relación a necesidad de análisis del analista de por vida.

-De por vida suena a cadena perpetua. Por  menos fóbico que uno sea, la supervisión es una instancia ineludible. Es pensar en voz alta qué me pasa a mí con este paciente, no solo pensar qué le pasa al paciente.

En cuanto al propio análisis, no es un requisito, para que el analista fuera un ejemplo de salud. Es porque no se puede analizar a un paciente desde afuera. El análisis, antes de ser una teoría o una técnica, es una experiencia humana muy particular, es un encuentro humano muy particular, en eso que W llama zona de juego.

¿Cómo ser un buen profesor de música, sin haber tocado nunca ningún instrumento? Puede que no haya sido el gran virtuoso del saxo o del piano. Pero si no ha tenido su propia experiencia con el saxo o con el piano, es difícil que pueda enseñar.

Si nunca pateo una pelota de fútbol, es difícil que sea un buen entrenador.

Con el análisis pasa eso. Un cocinero tiene que probar la comida, para hacer un vino, es necesario que haya gente que lo pruebe, que lo cate. Tiene que haber una experiencia, el psicoanálisis pasa por el cuerpo de uno. No porque sea 

De por vida, no. Yo siempre aconsejaría discontinuar. Pero es probable que alguien que trabaja mucho con pacientes, que es un trabajo apasionante pero duro, a veces muy expuesto a frustración. Cada tanto, volver a trabajar sobre sí, ayuda. Sin contar con que, además, uno está vivo, y le están sucediendo una infinidad de cosas.

PREGUNTA, acerca de movimientos de cierre

-Es verdad, que hay mucha menos bibliografía sobre como terminar, que, por ejemplo, sobre iniciación. Y esto suscita muchos problemas. Por ejemplo, hay muchos tratamientos que terminan por interrupción, porque el paciente se va o la familia decide sacarlo. Y en general se piensa como un fenómeno de resistencia. La familia no se “bancó”, como decimos nosotros, los cambios del chico, y entonces lo saca. O el paciente, no se banco sus propios cambios, y huye. Esto es verdad, pero no es toda la verdad. A veces, es el único modo que encuentra el paciente de irse, frente a un terapeuta que no nunca encuentra el momento oportuno para concluir. A veces no es por mala intención, sino por falta de criterios. O porque se ha tomado una posición dogmática y se cree que es necesario análisis toda la vida. Y el analista lo carga al paciente, con un trabajo con el que no es justo cargarlo. En lugar de ver juntos el final, como el analista no lo puede considerar más que como una forma de  resistencia, el paciente tiene que ingeniárselas por su cuenta para terminar .Muchas veces es buscando inconscientemente un motivo de enojo, de pelea, y el final es abrupto.

Otras veces, se complica por el sometimiento del paciente a un orden medico-psicológico, y el paciente espera el alta. El criterio medico es insuficiente. Esto del alta esta bien, cuando hay que evaluar una infecciono en edema pulmonar. Pero en nuestro campo, es mas bien en un “entre”, dice W, en un haciendo entre los dos.

Si uno se libera del esquema de que después de un análisis largo, uno queda vacunado…Uno no puede prevenir lo que pase luego en la vida.