WATSON: LA DEFINICIÓN MOLECULAR

WATSON: LA DEFINICIÓN MOLECULAR

En la mayor parte de sus escritos, Watson parece describir la conducta
en términos de simples conexiones estímulo–respuesta.
Y también parece
concebir estos estímulos y estas respuestas en términos físicos y
fisiológicos relativamente inmediatos. Así, escribía en el primer
enunciado completo de su doctrina:
Usamos en psicología el término estímulo tal como es usado en
fisiología
. Sólo que en psicología debemos ampliar algo el uso del
término. En el laboratorio psicológico, cuando estamos tratando con
factores relativamente simples, tales como el efecto de ondas luminosas
de diferentes longitudes, el efecto de ondas sonoras etc., e intentamos
aislar sus efectos sobre la adaptación de los hombres, hablamos de
estímulos. Por otro lado, cuando los factores que llevan a reaccionar
son más complejos, como por ejemplo en el mundo social,hablamos de
situaciones.”
Por supuesto, una situación, en último análisis, es reductible a un
complejo grupo de estímulos. Como ejemplos de estímulos, podemos nombrar
cosas tales como rayos de luz de distintas longitudes de onda; ondas
sonoras que difieren en amplitud, longitud fase y ,combinación;
partículas gaseosas liberadas en diámetros pequeños tales como para
afectar la membrana de la nariz; soluciones que contienen partículas de
materia del tamaño adecuado para activar las papilas gustativas, objetos
sólidos que afectan la piel y la membrana mucosa; estímulos radiantes
que provocan respuesta térmica; estímulos nocivos, tales como tajos,
pinchazos y, en general, aquellos que injurian al tejido.”
“Finalmente, movimientos de los músculos y actividad glandular que en ellos mismos sirven como estímulos al actuar sobre las terminaciones aferentes de los nervios de los músculos en movimiento…”
“De un modo similar, en psicología empleamos el términos fisiológico “respuesta” pero nuevamente debemos ampliar levemente su uso. Los
movimientos que resultan de un golpe en el tendón patelar, o de golpear
las plantas de los pies, son respuestas simples, que se estudian tanto
en fisiología como en medicina. También en psicología, nuestro estudio
se refiere a veces a respuestas simples de estos tipos pero más a menudo
se refiere a varias respuestas complejas que tienen lugar
simultáneamente”
Debe notarse, sin embargo, que junto con esta definición de la conducta
en términos de las contracciones musculares estrictamente físicas y
fisiológicas que la componen, Watson era proclive a deslizarse hacia una
noción diferente y algo conflictiva. Así, por ejemplo, llega a decir al
final de la cita anterior:
“En el último caso (esto es, cuando en psicología nuestro estudio se refiere a varias respuestas complejas que tienen lugar
simultáneamente) usamos a veces el términos popular “acto” adaptativo, queriendo significar con ello que el grupo total de
respuestas se integra de tal modo (instinto o hábito) que el individuo
realiza algo para lo cual tenemos un nombre, esto es, “se alimenta”,
“construye una casa”, “nada”, “escribe”, “conversa”.
Ahora quizás estas “respuestas integradas” tengan cualidades diferentes
de aquellas de los elementos fisiológicos que las componen.
En realidad, Watson sugiere tal posibilidad cuando observa en una observación a pie de página de su capítulo sobre “Emociones”:
“Es perfectamente posible para un estudioso de la conducta enteramente ignorante del sistema nervioso simpático y de las glándulas y músculos lisos, o aún del sistema nervioso central como un
todo, escribir un estudio de las emociones absolutamente comprensivo y
exacto —los tipos, sus interrelaciones con hábitos, su rol, etc.”
(36,
p. 195, p. 225 de la ed. de 1929).
Sin embargo, este último enunciado parece contradecir bastante los
precedentes. Porque, si tal como pretende en aquellas citas precedentes,
el estudio de la conducta no se refiere “sino a estímulos tal como los
define el físico y contracciones musculares y secreciones glandulares
tal como las describe el fisiólogo” ciertamente, no sería posible para
un “estudioso de la conducta enteramente ignorante del sistema nervioso
simpático y de las glándulas y músculos lisos, o aun del sistema
nervioso central como un todo, escribir un estudio de las emociones
absolutamente comprensivo y exacto”.
Nuevamente, en pronunciamientos más recientes , encontramos a Watson afirmando enunciados tales como los siguientes:
“Algunos psicólogos parecen tener la noción de que el conductista se
interesa sólo en el registro de respuestas musculares menudas. Nada
podría estar más alejado de la verdad”.
“Permítaseme enfatizar nuevamente que el conductista se interesa
fundamentalmente por la conducta del hombre total. De la mañana a la
noche, lo observa efectuar sus tareas cotidianas. Si está colocando
ladrillos, le gustaría contar el número de ladrillos que puede colocar
bajo diferentes condiciones, hasta dónde puede llegar a hacerlo sin
caerse de cansancio, cuánto tiempo debe tomarle aprender su profesión,
si podemos poner a prueba su eficiencia o llevarlo a realizar el mismo
monto de trabajo en un lapso de tiempo menor. En otras palabras, la
respuesta en que se interesa el conductista es la respuesta del sentido
común a la pregunta “qué está haciendo y por qué lo está haciendo?”
“Seguramente, con esto como un enunciado general, nadie puede
distorsionar la plataforma del conductista hasta el punto de hacerlo
aparecer como un mero fisiólogo muscular”.
Estos enunciados enfatizan la respuesta total, por contraste con los
elementos fisiológicos de tales respuestas totales. En resumen, nuestra
conclusión debe ser que en realidad Watson ha devaneado con dos nociones
diferentes de conducta, si bien él mismo no ha visto claramente cuán
diferentes son. Por otra parte, ha definido la conducta en términos de
sus detalles subyacentes estrictamente físicos y fisiológicos, esto es,
en términos de proceso receptor, proceso conductor y proceso efector per
se.
Designaremos ésta como la definición “molecular” de la conducta. Y, por
otra parte, ha llegado a reconocer si bien quizás solo oscuramente, que
la conducta, como tal, es más que y diferentes de la suma de sus partes
fisiológicas. Conducta, como tal, es un fenómeno “emergente” que tiene
propiedades descriptivas y definitorias propias.
Y designaremos a esta última como la definición molar de la conducta.