Psicología del desarrollo: FUNCIONAMIENTO REFLEXIVO MATERNO Y REGULACIÓN AFECTIVA EN LA RELACIÓN MADRE-HIJO

Psicología del desarrollo: FUNCIONAMIENTO REFLEXIVO MATERNO Y REGULACIÓN AFECTIVA EN LA RELACIÓN MADRE-HIJO
Huerin, Vanina; Zucchi, Alejandra; Duhalde, Constanza; Mrahad, María Cecilia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Asociación Psicoanalítica Internacional

RESUMEN
El objetivo general de este trabajo es presentar el concepto de
Funcionamiento Reflexivo Parental a partir de la aplicación de
la Entrevista de Desarrollo Parental (PDI-RII, A Slade et. al.
2005) y su evaluación a través de la Escala de Funcionamiento
Reflexivo (Fonagy et al. 1998). Esta evaluación se aplica
actualmente en un estudio de seguimiento que relaciona la regulación
afectiva diádica a los 6 meses del bebé y el Funcionamiento
Reflexivo Parental estudiado a los 42 meses de edad
del niño. El funcionamiento reflexivo (FR), es un concepto construido
por Fonagy y col. que puede definirse como la capacidad
de percibir y comprenderse a sí mismo y a los otros en
términos de estados mentales así como la capacidad de comprender
que a las conductas o comportamientos de las personas
subyacen intenciones y emociones que son inobservables,
cambiantes y dinámicas. La regulación afectiva es definida como
la capacidad de modular y controlar las respuestas afectivas.
Es una capacidad que permite evitar que la progresiva
constitución del sí-mismo se vea perturbada por afectos negativos
que, dada su cantidad, no puedan ser contrarrestados ni
atemperados. Es un logro evolutivo cuyos inicios se basan en
el establecimiento de la regulación afectiva diádica madrebebé.
Palabras clave: Funcionamiento Reflexivo Regulación Intersubjetiva

INTRODUCCIÓN
El presente trabajo forma parte de un estudio empírico más
amplio que consiste en el seguimiento de díadas madre- niño
(42 meses de edad) cuya regulación afectiva diádica fue estudiada
a los 6 meses de edad (IPA RAB 2005). Los procedimientos
realizados en la investigación, se han descrito en detalle
en otras publicaciones (Schejtman y otros, 2003, 2004).
Aquí nos centraremos en la presentación del concepto de Funcionamiento
Reflexivo Parental y su modo de evaluación.
La regulación afectiva es definida como la capacidad de modular
y controlar las respuestas afectivas (Fonagy y col 2002). Es
una capacidad que permite evitar que la progresiva constitución
del sí-mismo se vea perturbada por afectos negativos
que, dada su cantidad, no puedan ser contrarrestados ni atemperados.
Los investigadores de infantes consideran que, al nacer, el
bebé tiene una capacidad regulatoria propia, pero ésta es aún
muy lábil e insuficiente y requiere del andamiaje regulatorio
que le provee el ambiente cuidador. Los estudios dedicados a
la exploración de las interacciones en primera infancia destacan
la importancia de profundizar sobre el conocimiento de las
capacidades del infante que se ponen en juego en los procesos
interactivos de este con el adulto así como en el proceso
de adquisición de dichas capacidades.
A partir del logro en la regulación diádica, el infante irá adquiriendo
la capacidad de autorregularse, (Stern, 1985, Tronick,
1989, 1996, Threvarten 1979, Brazelton y Cramer, 1993, Beebe
y Lachman, 1988). Los estudios realizados en esta línea muestran
como las fallas en la regulación afectiva pueden constituir
un riesgo para el desarrollo emocional del niño. (Brazelton y
Cramer 1993). En este sentido, su temprana detección permite
llevar a cabo acciones preventivas.
El funcionamiento reflexivo (FR), es un concepto construido
por Fonagy y col. (1998) que define como la capacidad de percibir
y comprenderse tanto a sí mismo como a los demás en
términos de estados mentales. Es decir, se refiere a la capacidad
de comprender que a las conductas o comportamientos
de las personas subyacen intenciones y emociones que son
inobservables, cambiantes y dinámicas. Según Fonagy, el funcionamiento
reflexivo es un aspecto crucial de los Mecanismos
Interpretativos Interpersonales (Interpersonal Interpretive Mechanisms),
que sirven para procesar la experiencia humana y
darle sentido. (Fonagy, Gergely, Jurist and Target, 2002)
El concepto de «Estados Mentales» implica sentimientos, creencias,
pensamientos, deseos, intenciones o experiencias mentales
internas («Yo pienso», «Yo creo», «Yo quiero», «Yo se», «Yo
siento»). Son importantes ya que ayudan a regular las emociones
y afectos así como a entender las conductas propias y la
de los demás.
El FR implica un proceso metacognitivo que permite comprender
la experiencia humana y un proceso emocional que se refiere
a la capacidad de sostener, regular y sentir las emociones. Es
un mecanismo, además, que permite vincularse emocionalmente
y dar sentido a las emociones y a las experiencias internas
sin que estas se tornen traumáticas o no elaborables.
Diferentes estudios relacionaron el funcionamiento reflexivo
adulto con el ejercicio de la parentalidad, (Slade 2004,
Grienenberger et al 2004, Duhalde et al 2003, Duhalde 2004).
Arietta Slade (2002) quien se dedica especialmente al
Funcionamiento Reflexivo Materno, explica que la capacidad materna
de sostener en su mente la noción de que su hijo es un
sujeto que tiene sus propios sentimientos, deseos e intenciones,
le permite al niño descubrir su propia experiencia interna
vía la experiencia que la madre tiene de él. En consecuencia la
madre provee una base segura para dicho descubrimiento que
permite que el niño desarrolle un sentido de sí mismo conectado
y separado de su madre.
La capacidad reflexiva está íntimamente relacionada con la
Regulación Afectiva: el reconocimiento de una madre de la dinámica
de su propia experiencia afectiva le permite comprender
la existencia de una relación entre los estados mentales y
la conducta de su hijo, desarrollando un modelo mental de la
experiencia interna del niño. Esto contribuye de manera crucial
al desarrollo de la Autorregulación Afectiva del niño.
Un rasgo particularmente importante del Funcionamiento Reflexivo
Parental es el reconocimiento de aspectos de los estados
mentales ligados al desarrollo. La capacidad parental para
reconocer que tanto los estados mentales como su capacidad
para expresar emociones cambian con el tiempo, es intrínseca
al grado de respuesta sensible y a la conciencia reflexiva frente
a las emociones y comportamientos del niño. Los padres
reflexivos pueden imaginar cómo se siente ser un niño pequeño
y, al mismo tiempo, reconocer que este pensamiento se ve
limitado por la disparidad de desarrollo inherente a la situación
adulto-niño.
Un factor clave en el Funcionamiento Reflexivo se manifiesta
cuando quien habla considera los cambios en los estados
mentales a través del tiempo. Por ejemplo, una madre puede
reflexionar sobre los cambios de sus propios sentimientos en
el curso de su experiencia de maternidad o los cambios de los
estados mentales de su hijo a través del tiempo.
A la hora de evaluar el nivel del Funcionamiento Reflexivo de
una persona, la mera descripción de estados mentales no es
considerada reflexiva ya que el funcionamiento reflexivo se caracteriza
por la posibilidad de comprender la naturaleza del
estado mental así como relacionar un estado mental con otro
estado mental o relacionar un estado mental con una conducta.
En este sentido, también es importante destacar la diferencia
entre estados mentales y estados físicos («Estoy cansado»,
«Tengo hambre»).

EVALUACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO REFLEXIVO PARENTAL
Arietta Slade y sus colaboradores diseñaron un instrumento: la
Entrevista de Desarrollo Parental II, (PDRI-R II: Parent Development
Interview, Slade et. al. 2005), basada en la Adult Attachment
Interview, (Fonagy et. al. 1998). El objetivo de dicha entrevista
es estudiar la capacidad reflexiva de los padres al
considerar la relación actual con su hijo en medio de los diversos
cambios ligados al desarrollo.
La PDI-R II es una entrevista clínica semi-estructurada, compuesta
por 40 preguntas estandarizadas, que se realiza en
forma individual y muestra una variedad de aspectos de la visión
de los padres, sobre sí mismos y su hijo.
La PDI provee la visión de una relación que se está formando
y que aún sigue desarrollándose. Además es una relación que
evoca fuertes sentimientos y reacciones en el presente.
Como lo describieron Fonagy y col. (1998), la evaluación del
FR depende de una lectura profunda de la entrevista para detectar
los indicios de la conciencia o reconocimento del sujeto
acerca de los estados mentales. Una vez que las preguntas
han sido evaluadas y la entrevista ha sido revisada en su totalidad,
se le asigna un puntaje total de FR siguiendo los criterios
establecidos en el Addendum del Manual de Fonagy (Reflective
Functioning Scoring Manual for use the PDI, Slade et. al.
2005)
Los criterios de evaluación del FR están organizados como
una escala continua que va desde un nivel de inexistencia o
negación del funcionamiento reflexivo (-1 o 0) al nivel máximo
de FR (9). El punto medio de la escala (5) describe la capacidad
reflexiva común o promedio. Los puntos de la escala inferiores
a 5 indican diferentes niveles de capacidad reflexiva; sin
embargo, lo que califica a una respuesta como «reflexiva» es el
hecho de que en la misma se vinculen estados mentales con
la conducta o los estados mentales con otros estados mentales,
este tipo de respuesta recibe un puntaje de 5 o superior.
Para clarificar los criterios de puntaje, mostraremos como una
misma respuesta puede ser llevada de «3» a «9»:
3 puntos: Él está feliz.
4 puntos: Él está feliz y yo también.
5 puntos: Creo que él está feliz porque se paró en la cuna por
primera vez.
6 puntos: Creo que está feliz porque se paró en la cuna por
primera vez lo que me hace sentir muy feliz y orgullosa.
7 puntos: Él está feliz porque se levantó en la cuna por primera
vez y yo lo observaba y creo que pudo ver mi cara y sentir lo
orgullosa y feliz que me hizo, lo que me hizo sentir aún más
feliz. Saber que él se sentía tan bien por lo que había logrado,
me colmó de alegría.
8 puntos: A veces siento que estamos realmente conectados,
como si él pudiera decir lo que yo siento y eso afecta cómo se
siente. Oh, lo sé! El otro día se paró en su cuna por primera
vez y parecía tan orgulloso y feliz que me hizo sentir orgullosa
y feliz a mí también. Creo que ver mi reacción intensificó su
experiencia y lo puso aún más feliz.
9 puntos: A veces siento que estamos realmente conectados,
como si él pudiera decir lo que estoy sintiendo y eso afecta
cómo se siente. Oh, lo sé! El otro día él se levantó en su cuna
por primera vez y parecía tan orgulloso y feliz que me hizo
sentir orgullosa y feliz a mí también. Y creo que observar mi
reacción realmente intensificó su experiencia y me hizo sentir
aún más feliz. Aún cuando no puedo decir realmente lo que
está pensando tengo la sensación de que mis sentimientos
tienen un verdadero impacto en él lo que puede ser maravilloso
y a la vez asustar porque me doy cuenta de lo importante
que soy para él.
Consideramos que la riqueza de este instrumento reside en
brindar una articulación entre aspectos cuantitativos y aspectos
cualitativos del Funcionamiento Reflexivo Parental permitiéndonos
una aproximación más amplia al estudio de la intersubjetividad
diádica en los primeros tiempos de la infancia.
Pensamos que la realización de este estudio aportará conocimientos
para la construcción de herramientas en intervención
temprana y el diseño de estrategias de acciones preventivas.

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