Anna Freud. Extensión del alcance del psicoanálisis: la psicología del yo
EL PRODUCTO TEÓRICO: NUEVOS SIGNIFICADOS PARA CONCEPTOS ANALÍTICOS FAMILIARES
MÁS ALLÁ DEL CONFLICTO ESTRUCTURAL: VULNERABILIDAD DEL DESARROLLO
Segundo, el hecho de la plasticidad de un niño, el crecimiento
continuo hacia la madurez, obliga al analista infantil a no
concentrarse en los síntomas neuróticos manifiestos, sino en
la meta distante del funcionamiento saludable. Anna Freud
y sus colegas pronto reconocieron que los síndromes neuróticos
cristalizados eran sólo una pequeña parte de los problemas
de la niñez. Las áreas de preocupación más comunes
eran las alteraciones del desarrollo, las amenazas a la maduración
física y psicológica. Además, incluso cuando estaban
presentes indicadores expresos de una patología grave, su
importancia en el contexto de la vida de un niño era muy
diferente a la que tenían en un adulto, cuya estructura psicológica
ya estaba formada en gran medida.
A la postre Anna Freud y sus colaboradores desarrollaron
un sistema formalizado de diagnóstico para niños, el
cual destacaba la secuencia del desarrollo de la formación y
malformación de la personalidad. El sistema de diagnóstico
puso de relieve las amenazas graves a la finalización del crecimiento
de la personalidad a la vez que minimizaba las que
eran menos serias (A. Freud, 1970b, pp. 163 ss). En efecto,
la práctica de la terapia analítica infantil permitió a Anna
Freud ir más allá del concepto clásico de neurosis e inadaptación
como un resultado primordial del conflicto intrapsíquico.
Los niños suelen presentar alteraciones que surgen de
las dificultades en el proceso de maduración psicológica.
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