Dentro de las subfases de la separación – individuación se encuentran la de diferenciación y desarrollo de la imagen corporal (como primera) y consolidación de la individuación (como ultima), estas subfases se relacionan directamente con el proceso de formación de la adolescencia. El poder establecer una relación de propiedad del cuerpo es algo que el adolescente logra a partir del duelo por el cuerpo infantil, y el poder consolidar una individualidad lo hace recogiendo todos los logros de los duelos realizados y lograr esta individualidad es sinónimo de la formación de una identidad propia, influida claro esta por los otros y el mundo pero que el sujeto experimente como personal y única.
En este orden de ideas otro proceso de vital importancia para el adolescente es la adaptación. Para este la adaptación es una necesidad imperiosa, no como la ve el adulto al buscar adaptarse a las normas mas establecidas socialmente, sino, mas bien de acomodarse a las pautas que establece el grupo social al cual desean pertenecer, este grupo de pares será al cual el adolescente querrá adaptarse y seguirá los cánones que este establezca.
La adaptación no es más que la posibilidad de relacionarse consigo mismo y con el mundo de manera adecuada, sin lastimar ni lastimarse en dicho acto. Si bien la identidad es algo propio de cada sujeto y es construida desde lo mas interno y subjetivo de este, también lo social influye es esta y la abierta posibilidad de relación con los otros, de adaptarse si alienarse y de seguir parámetros establecido y elegidos es uno de los principales logros del proceso de formación de la identidad.
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