Bases epistemológicas de la Teoría General de Sistemas (TGS)

Bases Epistemológicas de la Teoría General de Sistemas

Según Bertalanffy (1976) se puede hablar de una filosofía de sistemas,
ya que toda teoría científica de gran alcance tiene aspectos
metafísicos. El autor señala que "teoría" no debe entenderse en su
sentido restringido, esto es, matemático, sino que la palabra teoría
está más cercana, en su definición, a la idea de paradigma de Kuhn. El
distingue en la filosofía de sistemas una ontología de sistemas, una
epistemología de sistemas y una filosofía de valores de sistemas.

La ontología se aboca a la definición de un sistema y al entendimiento
de cómo están plasmados los sistemas en los distintos niveles del mundo
de la observación
, es decir, la ontología se preocupa de problemas
tales como el distinguir un sistema real de un sistema conceptual. Los
sistemas reales son
, por ejemplo, galaxias, perros, células y átomos.
Los sistemas conceptuales son la lógica, las matemáticas, la música y,
en general, toda construcción simbólica. Bertalanffy entiende la
ciencia como un subsistema del sistema conceptual, definiéndola como un
sistema abstraído, es decir, un sistema conceptual correspondiente a la
realidad. El señala que la distinción entre sistema real y conceptual
está sujeta a debate, por lo que no debe considerarse en forma rígida.

La epistemología de sistemas se refiere a la distancia de la TGS con
respecto al positivismo o empirismo lógico.
Bertalanffy, refiriéndose a
si mismo, dice: "En filosofía, la formación del autor siguió la
tradición del neopositivismo del grupo de Moritz Schlick,
posteriormente llamado Círculo de Viena. Pero, como tenía que ser, su
interés en el misticismo alemán, el relativismo histórico de Spengler y
la historia del arte, aunado a otras actitudes no ortodoxas, le impidió
llegar a ser un buen positivista. Eran más fuertes sus lazos con el
grupo berlinés de la Sociedad de Filosofía Empírica en los años
veintitantos; allí descollaban el filósofo-físico Hans Reichenbach, el
psicólogo A. Herzberg y el ingeniero Parseval (inventor del
dirigible)". Bertalanffy señala que la epistemología del positivismo
lógico es fisicalista y atomista. Fisicalista en el sentido que
considera el lenguaje de la ciencia de la física como el único lenguaje
de la ciencia y, por lo tanto, la física como el único modelo de
ciencia. Atomista en el sentido que busca fundamentos últimos sobre los
cuales asentar el conocimiento, que tendrían el carácter de
indubitable. Por otro lado, la TGS no comparte la causalidad lineal o
unidireccional, la tesis que la percepción es una reflexión de cosas
reales o el conocimiento una aproximación a la verdad o la realidad.
Bertalanffy señala "[La realidad] es una interacción entre conocedor y
conocido, dependiente de múltiples factores de naturaleza biológica,
psicológica, cultural, lingüística, etc. La propia física nos enseña
que no hay entidades últimas tales como corpúsculos u ondas, que
existan independientemente del observador. Esto conduce a una filosofía
‘perspectivista’ para la cual la física, sin dejar de reconocerle
logros en su campo y en otros, no representa el monopolio del
conocimiento. Frente al reduccionismo y las teorías que declaran que la
realidad no es ‘nada sino’ (un montón de partículas físicas, genes,
reflejos, pulsiones o lo que sea), vemos la ciencia como una de las
‘perspectivas’ que el hombre, con su dotación y servidumbre biológica,
cultural y lingüística, ha creado para vérselas con el universo al cual
está ‘arrojado’ o, más bien, al que está adaptado merced a la evolución
y la historia".

La filosofía de valores de sistemas se preocupa de la relación entre
los seres humanos y el mundo, pues Bertalanffy señala que la imagen de
ser humano diferirá si se entiende el mundo como partículas físicas
gobernadas por el azar o como un orden jerárquico simbólico. La TGS no
acepta ninguna de esas visiones de mundo, sino que opta por una visión
heurística.

Finalmente, Bertalanffy reconoce que la teoría de sistemas comprende un
conjunto de enfoques que difieren en estilo y propósito
, entre las
cuales se encuentra la teoría de conjuntos (Mesarovic) , teoría de las
redes (Rapoport), cibernética (Wiener), teoría de la información
(Shannon y Weaver), teoría de los autómatas (Turing), teoría de los
juegos (von Neumann), entre otras. Por eso, la práctica del análisis
aplicado de sistemas tiene que aplicar diversos modelos, de acuerdo con
la naturaleza del caso y con criterios operacionales, aun cuando
algunos conceptos, modelos y principios de la TGS –como el orden
jerárquico, la diferenciación progresiva, la retroalimentación, etc.–
son aplicables a grandes rasgos a sistemas materiales, psicológicos y
socioculturales.