Comportamiento del profesional y el adolescente: confidencialidad

La confidencialidad es un factor decisivo para garantizar relaciones apropiadas
con los adolescentes
y para ganarse su confianza, de modo que se facilite que se acerquen a la consulta y expresen sus problemas.
Aunque el adolescente normalmente puede comprender que sus padres están interesados en sus problemas y quieren saber cómo pueden ayudarle, a veces esto no es así cuando el diálogo está roto.
En estos casos, se puede ofrecer al adolescente que sea el propio profesional en presencia suya el que informe a los padres de forma general sobre la entrevista y si estos
tienen preguntas concretas que se las hagan al adolescente, dándole permiso cuando no desee contestar y pidiéndole a los padres que respeten esta posición.
La única excepción, que el profesional debe dejar clara, es que no respetará el
secreto de aquella información que esté relacionada con la seguridad de adolescente

o la de otros. Si existe peligro grave para la vida o la salud del adolescente, por ejemplo por ideas suicidas, o de que éste cause daño irreparable a otros, el profesional informará a quien crea conveniente si el adolescente no acepta la invitación a hacerlo él mismo.