Depresión

Planteamos a través de esta monografía, una reflexión acerca de las causas e incidencia social del fenómeno de la depresión.
Partimos de la base que la depresión no es un problema actual, sino que ha existido desde siempre considerándosela como un estado de ánimo pasajero en donde las personas que padecían este mal se les trataba de curar incluso con hierbas o se pensaba,( por los síntomas presentados ; cansancio falta de energía etc.), que eran flojos y que por tal no querían realizar ninguna actividad; hasta que Hipócrates comenzó a analizar este «estado de ánimo pasajero», el cual encontró y concluyó a ésta como una enfermedad la cual provenía de uno de los cuatro humores corporales (bilis negra) y fue a partir de entonces que se comenzó a dar más importancia a este trastorno.
A partir de entonces el término depresión fue evolucionando dando paso a que muchos investigadores interesados en la enfermedad formularan, de acuerdo a las características y síntomas en que se presentaba, su propia definición y explicación acerca del por qué se originaba este trastorno, una de las cuales es el desamparo aprendido, en donde se verá que esta teoría explica a nivel psicológico por qué se puede presentar una depresión cuando la persona se encuentra en determinadas circunstancias que aparecen en el ritmo de su vida o en la relación con los demás.
Las causas y síntomas que se presentan en una depresión son diversas y enfocadas a muchos aspectos; los diferentes autores que han tratado este tema generalmente sostienen que existen diversos tipos de causas por las cuales se origina una depresión al igual que características y síntomas que van desde factores genéticos, psicológicos, ecológicos y sociales, en donde los genéticos tienen una influencia importante; pero los factores psicológicos se puede decir que son los más importantes por el tipo de depresión grave que originan. Por otra parte también están los ecológicos, a veces el estrés, el ruido y otros factores llevan a un tipo de depresión simple, y por último; se encuentran las causas sociales que de igual forma son especialmente importantes ya que por naturaleza interactuamos socialmente siendo los lazos afectivos muy importantes para nosotros.
Al hablar de depresión es importante considerar qué pasa realmente en el mundo respecto a cifras; cuántas son las personas que padecen esta enfermedad y quiénes la padecen más, son preguntas que nos pueden ayudar a saber qué es y cómo se presenta una depresión para así tomar decisiones y actuar ante ésta.
Vivimos en un mundo altamente conflictivo, donde todos tenemos prisa por llegar cuanto antes, no se sabe a dónde, pero sí de la forma más rápidamente posible.
La competencia es atroz, el núcleo familiar está en crisis, impera el multi-empleo.
La comunicación está interrumpida.
No nos tomamos el tiempo necesario para ponernos a reflexionar, sobre nuestra cotidianidad.
Corremos de un sitio a otro, sin detenernos demasiado a pensar en las cosas que dejamos en el camino (amigos, afectos, sueños, etc.).
Pagamos un alto precio por una incesante búsqueda de perfección, de excelencia, que es humanamente imposible de lograr.
Vivimos en un stres constante, malhumorados, angustiados, nos aislamos e incomunicamos.
En suma, muchas veces el precio que terminamos pagando por esa búsqueda vertiginosa, es la frustración. La cual tarde o temprano, nos conduce a algún episodio depresivo.
Pero, ¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?

Breve panorama histórico
DEFINICIONES
Durante el transcurso del tiempo el término depresión ha ido evolucionando hasta definirse e identificarla en la actualidad como una enfermedad. Encontrándonos hoy en día con una gran información de causas, características y tratamientos para abordar la misma.
Acerca de cómo definir a la depresión existen muchos intentos de conceptos para ésta, entre ellas tenemos los descritas por Kraepelin, Marquez, Freud , Beck y por supuesto Hipócrates, quien fue el primero en aportar un descubrimiento importante en el campo de la depresión, reconociéndola como una enfermedad que debe ser considerada y tratada con importancia, llamándola melancolía y haciendo una descripción clínica de ésta mencionando a los cuatro humores corporales.
Kraepelin, citado en Polaino (1980), por ejemplo la denominó locura maniaco- depresiva, derivado de depresión por los diferentes síntomas característicos. Breton (1998) describe al término depresión como una forma de trastorno anímico o afectivo, con lo cual se refiere a un cambio en el estado de ánimo.
Todas estas definiciones están basadas prácticamente en un síntoma muy característico de esta enfermedad, la tristeza; el estar triste y sentirse deprimido se utilizan como síntomas principales; así que por tanto depresión es un estado de tristeza que nos lleva al concepto de Marquez (1990), el cual dice que la depresión es la falta o el déficit de energía psíquica.
Energía psíquica es aquella fuerza que vivifica y anima y que procede de unas relaciones satisfactorias con el ambiente y con uno mismo.
Freud por su parte, consideraba que en el centro de la psique existe una fuerza que él llamaba líbido, y que es lo que nos hace mantener el equilibrio o la felicidad.
Otras definiciones son las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien describe a la depresión como una psicosis afectiva en la que el ánimo se muestra marcadamente deprimido por la tristeza e infelicidad, con algún grado de ansiedad.
La actividad está por lo general disminuida pero puede haber desasosiego y agitación. Hay una propensión marcada a la recurrencia, que en algunos casos puede presentarse a intervalos regulares.
Otra definición importante es la propuesta por el DSM IV, donde se detalla la Sintomatología de la depresión grave sosteniendo que:
Una persona tiene el síndrome de depresión clínica, si muestra por lo menos 5 de los siguientes síntomas de forma interrumpida y a lo largo de dos semanas incluyendo siempre el estado de ánimo deprimido o la disminución del placer o interés en cualquier actividad
Trastorno Depresivo Mayor: Este se caracteriza por la presencia de uno o más Episodios Depresivos Mayores. A) El Episodio Depresivo Mayor abarca 5 o más de los siguientes síntomas:
• Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día.
• Disminución importante del interés o de la capacidad para el placer (disfrutar la vida) en todas o casi todas las actividades.
• Pérdida importante de peso (sin haber realizado dieta) o aumento significativo de peso, o disminución o aumento del apetito a diario.
• Insomnio o hipersomnia (sueño durante el día).
• Agitación o retardación psicomotora.
• Fatiga o pérdida de la energía.
• Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados.
• Disminución de la autoestima y de la confianza en sí mismo.
• Disminución de la capacidad para pensar, tomar decisiones o concentrarse.
• Visión pesimista, o «negra» del futuro.
• Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.
• Estos síntomas persisten por lo menos dos semanas y producen un malestar muy significativo que altera la vida familiar, social, laboral y de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
El tratamiento del Episodio Depresivo Mayor es fundamentalmente farmacológico acompañado por una psicoterapia de apoyo al paciente y de orientación y psicoeducación a los familiares del mismo respecto a lo que pueden y/o sería conveniente realizar para ayudar a la persona que está sufriendo.
El apoyo afectivo por parte de la familia es de fundamental importancia.
El trastorno depresivo mayor puede empezar a cualquier edad, y la edad promedio de inicio es alrededor de los 35 años.
Algunos estudios sugieren que los acontecimientos psicosociales (estresores) desempeñan un papel importante en la precipitación del primer o el segundo episodio. Las enfermedades médicas crónicas y la dependencia de sustancias (especialmente la dependencia de alcohol o cocaína) pueden contribuir al inicio o la exacerbación del trastorno depresivo mayor.
B) Los síntomas interfieren con el funcionamiento cotidiano
C) No es debido a medicamentos, drogas o a una condición médica general (por ejemplo hipotiroidismo)
D) No está asociado a la pérdida de un ser querido ocurrida hace menos de 2 meses.
Trastorno Dístimico:
Por lo menos 2 años en los que ha habido más días con estado de ánimo depresivo que sin él, acompañados de otros síntomas depresivos que no cumplen los criterios de un episodio depresivo mayor. (los síntomas: suelen ser leves o moderados, sin una alteración significativa de las relaciones familiares, sociales y laborales del individuo.
Frecuentemente, el trastorno distímico tiene un inicio temprano e insidioso (por Ej., en la niñez, adolescencia o al principio de la edad adulta), así como un curso crónico.
Trastornos Depresivos Secundarios
Los trastornos depresivos secundarios comprenden:
• Depresión debida a sustancias.
• Depresión debida a condición o enfermedad médica.
• Depresión secundaria a otro Trastorno Mental.
• Duelo (ocurre como una reacción normal ante la muerte de un ser querido). Se piensa que este duelo intenso tiene una función psicológica positiva al ayudar a las personas a adaptarse).
Trastorno Depresivo No Especificado:
Aquellos que no cumplen el criterio de trastorno depresivo mayor.

CAUSAS Y TRASTORNOS DE LA DEPRESIÓN
CAUSAS GENÉTICAS
Una de las causas posibles de la depresión es atribuida al factor genético, ya que algún tipo de depresión puede ser heredada.
El factor hereditario es especialmente importante en las depresiones psicóticas. En especial, acerca de las causas genéticas, una depresión endógena se basa de manera exclusiva en factores orgánicos, presumiblemente hereditarios, que se manifiestan mediante alteraciones bioquímicas del organismo.
La depresión psicotica se manifiesta a menudo a causa de factores genéticos, trastorno mental o enfermedad o crisis nerviosa y como consecuencia de factores endógenos, intervienen desequilibrios químicos.
CAUSAS PSICOLÓGICAS
Las causas psicológicas son un factor determinante en los tipos de depresiones neuróticas, llamadas también reactivas, las cuales están muy relacionadas con el término distimia; ya que en las distimias como en las neurosis «…los factores emocionales desempeñan un papel preponderante, presentándose desde los primeros años de vida determinandos rasgos de personalidad tan profundamente enraizados en el modo de ser del individuo que se aprenden a través de la estrecha relación y la dependencia respecto de los miembros de la familia» Calderón (1998).
La pérdida de un ser querido puede llegar a hacer sentir diferentes estados de ánimo en el transcurso del período de duelo, los cuales son: la negación al principio, a perder a alguien y desesperación; depresión; ira contra el objeto perdido y finalmente aceptación.
Otra de las causas desencadenantes, es la pérdida de una situación económica, la cual causa problemas en la relación de la persona con los demás, así como también la pérdida de poder provoca descontrol e inseguridad en la persona; un factor primordial que origina la depresión neurótica es la pérdida de la salud ya sea por enfermedades con peligro de muerte, cáncer o sida; enfermedades que originan incapacidad física ; también por enfermedades que determinan alteraciones estéticas, ya sea por ejemplo por quemaduras que requieren operaciones, o enfermedades que afectan la autoestima.

CUADRO CLÍNICO EN LAS DEPRESIONES NEURÓTICAS
El cuadro clínico característico de las depresiones neuróticas o reactivas son generalmente los síntomas asociados a los trastornos de la afectividad, algunos son tal vez comunes en todas las depresiones como síntomas mentales con relación a la tristeza, en donde se puede o no presentar tendencia al llanto, disminución de la autoestima, así como la inseguridad en donde se encuentra una dificultad para tomar decisiones; estos tal vez sean los más comunes en las depresiones, pero los síntomas que están más relacionados con una depresión neurótica son los que mencionaremos a continuación:
Indiferencia afectiva. Se encuentra una disminución o pérdida de intereses vitales, también se encuentra la pérdida de sentimientos por lo cual la persona deprimida pierde todo deseo de expresar afecto o interés por los demás, las actividades que antes le despertaban interés ahora le resultan indiferentes .
Inseguridad. El enfermo deprimido neurótico presenta casi siempre este síntoma, por lo cual no tiene confianza de si mismo, la autoestima la tiene muy baja por lo que siente que no vale nada y siente la imposibilidad de salir del pozo donde se encuentra.
Pesimismo. Sentimientos de devaluación personal lo cual origina que la persona tienda a acusarse a si mismo.
Ansiedad. Suele presentarse en grado variable durante el día decrementando durante el transcurso de éste.
Irritabilidad. En este síntoma las manifestaciones comunes suelen presentarse por la agresividad hacía los demás el cual da origen a problemas familiares y laborales.

CAUSAS ECOLÓGICAS
El ser humano está tan relacionado con su medio ambiente que le rodea que en ocasiones cuando éste sufre algún cambio importante, de igual forma repercute en el estado de ánimo del hombre.
En estudios realizados por Calderón (1998), se menciona que la población ha aumentado exigiendo, las generaciones venideras nuevas necesidades de «modernización» lo cual implica de alguna forma modificar el medio ambiente y es por tal que Calderón afirma que en la medida en que el hombre deteriora el medio ambiente, disminuye la calidad de su vida; si fuese tomada en consideración esta idea habría menos problemas a nivel general que se le presentan al hombre especialmente de una depresión a causa de estos factores ecológicos que influyen de manera anímica en el ser humano de manera significativa.

CUADRO CLÍNICO EN LAS DEPRESIONES ENCUBIERTAS
Los síntomas que se presentan en este tipo de depresiones que corresponden a depresiones simples o leves son principalmente los relacionados con trastornos orgánicos (que son la principal causa por la que generalmente el paciente acude al médico) y es en donde éste se puede dar cuenta de la depresión que puede presentar.
Los síntomas comunes en esta depresión y con los cuales varios autores están de acuerdo (Calderón, 1998; Sturgeon, 1987; Breton, 1998; Arieti, 1981), son:
Trastornos en el sueño. En donde puede haber, insomnio que se presenta al principio o al final del periodo de descanso.
Inquietud durante el sueño, a menudo de noche se despiertan, presentando frecuentes sueños desagradables «pesadillas»; en contraste algunas personan presentan una tendencia a querer dormir todo el día, pasando muchas horas en la cama, lo que contribuye a una forma de escapar de su realidad y responsabilidades.
Trastornos en el apetito. Uno de ellos y de gran importancia es la anorexia que implica la disminución del apetito y por consiguiente una importante pérdida de peso o a la inversa, puede presentarse un deseo compulsivo de comer, fase de atracón, pudiendo llegar hasta la bulimia con el correspondiente aumento de peso.
Disminución del deseo sexual. Los pacientes presentan una disminución o desaparición, del deseo sexual.
Decaimiento físico. Presentado con un incremento por la mañana provocando que el enfermo no desee levantarse y es en ocasiones lo que implica que el paciente no tenga ánimos para realizar las actividades cotidianas que requieren de su atención, el enfermo también mostrará menos interés hacia las cosas que normalmente le gustaban.
También suelen encontrarse Trastornos digestivos y Trastornos cardiovasculares.

CAUSAS SOCIALES
Para los seres humanos los vínculos afectivos son muy importantes y en consecuencia se puede ocasionar una depresión al sentir la destrucción de estos; la forma en que se llama a estas depresiones son las salidas o entradas, en donde, según Calderón (1998) las salidas son una defunción de un ser querido, una separación de divorcio, etc., y las entradas son consideradas como el ingreso de una persona al espacio vital o interpersonal del individuo cuando se siente invadido el lugar en donde se relaciona; esto es que ciertos tipos de situación cotidiana están estrechamente relacionados con la enfermedad depresiva.
Estos factores son importantes para que se origine una depresión dentro de los cuales también están implicados otros no menos importantes que pueden disparar un trastorno como por ej «refugiarse» en las drogas o en el alcohol.

CUADRO CLÍNICO EN DEPRESIONES ANSIOSAS.
En el caso de las depresiones de tipo ansiosas, el cuadro clínico que comúnmente se puede presentar es generalmente trastorno de la conducta.
La depresión ansiosa, a pesar de encontrarse dentro de las depresiones leves, suele causar daños importantes en la personalidad de pacientes, como cambios drásticos de comportamiento que le perjudican aún más en su relación con los demás y en su perspectiva de si mismo que va degenerando gradualmente.

DATOS ESTADÍSTICOS
Los datos estadísticos acerca de las depresiones son importantes para ver el grado en que se presentan los diferentes tipos de depresiones en el mundo , las cuales llevan a
pensar que son las mujeres las más propensas a sufrir enfermedades depresivas que los hombres, Breton (1998) encontró que en cada 3 pacientes hospitalizados a causa de algunos de estos trastornos, 2 son mujeres, la mayoría de ellas están casadas; esto induce a suponer que por el ritmo de vida que llevan estas son más susceptibles a las enfermedades depresivas; existente en el hombre que es del 3.1 por ciento, mucho menos de la mitad y que por lo menos el 6 por ciento de las mujeres y el 3 por ciento de los hombres han experimentado un episodio de depresión grave suficiente como para requerir hospitalización. A pesar de esto no hay que olvidar que el hombre también presenta episodios depresivos en su vida en algunas ocasiones debido a los factores sociales.
Se ha dicho en diversas investigaciones, que una posible razón de las presentaciones depresivas en el hombre podría ser debido al cambio de papeles que interpretan las mujeres, los hombres se sienten menos seguros de lo suyo porque antes él podía considerarse como el jefe de la familia y principal proveedor de la misma, y la creciente negativa de las mujeres a quedarse en casa en calidad de subordinadas ha puesto en cuestionamiento el papel del hombre en la familia.
En relación con estadísticas a nivel mundial se ha confirmado que la depresión se presenta en un 3 a 5 por ciento de la población mundial.

Práctica de la terapia cognitiva
Modelos Cognitivo- Conductuales de la Depresión:
Se parte del supuesto común que las conductas depresivas se aprenden, pueden desaprenderse y reemplazarse por otras conductas más adaptativas. Ellos son:
– Modelo de Desesperanza Aprendida.
– Modelo Socio Ambiental
– Modelo Cognitivo
– Modelo de Autorreforzamiento

ACERCA DE DESAMPARO APRENDIDO
Una forma de llegar a entender a la depresión, es tal vez por medio de la teoría del desamparo aprendido que ha sido muy controversial en el campo de la depresión como causa de ésta. En un experimento realizado por Seligman y Maier (1967), citados en Bower (1996), para explicar el paradigma del desamparo aprendido utilizaron a dos grupos de perros a los cuales se les aplicaron descargas eléctricas dolorosas e impredecibles, pero sólo un grupo podía evitarlas al oprimir un panel y el otro no podía evitarlas a pesar de las respuestas que diera. Como la incapacidad del grupo que no podía evitar de ninguna forma los choques para actuar dependía de una historia de exposición a descargas no contingentes de las que no podían escapar, el fenómeno se denominó «desamparo aprendido»; esto es que si no podían tener control sobre las descargas para intentar evitarlas; después de determinadas sucesiones de descargas el perro sólo se quedaba quieto «soportando» el dolor.
Algo semejante ocurre con los humanos que presentan desamparo aprendido el cual sería una característica de la depresión.
La teoría de Desamparo Aprendido establece que atribuir «incapacidades» a factores internos sugiere, precisamente, cierta tendencia al desamparo aprendido.
Trad (1992) considera que hay un continuo de susceptibilidad a creer en el desamparo propio que sustenta la depresión tanto endógena como reactiva», pero es importante mencionar que cuando una persona se encuentra bajo este paradigma del desamparo aprendido los síntomas que presenta son similares a algún tipo de depresión lo cual es corroborado por como lo explica Seligman en contraste, «la depresión es el convencimiento de la propia impotencia”.
Entonces el desamparo aprendido es también una forma de depresión en donde los seres humanos, como los animales, están convencidos de la propia indefensión que se convierte en un obstáculo para intentar alternativas de escape de las tensiones y problemas.

TERAPIAS
El considerar a la depresión cono una enfermedad ha sido un paso muy importante para considerar de gran importancia su tratamiento, y de acuerdo al tipo de depresión y los síntomas que se presentan, el terapeuta debe tomar en cuenta para utilizar la terapia adecuada que lleve a la solución del problema. En el tratamiento de la enfermedad debe existir un compromiso del terapeuta así como del paciente para la recuperación de éste último.
La terapia cognitiva se ha ligado principalmente al tratamiento de la depresión, pero no es éste el único problema al que se ha aplicado, “ … ha extendido sus horizontes teóricos y terapéuticos en diversas direcciones.”
“… las formulaciones contemporáneas de la teoría cognitiva sugieren que la gente que llega a deprimirse mantiene elementos vulnerables cognitivos negativos, preexistentes y relativamente estables que la predisponen a la depresión” 1
El modelo cognitivo sugiere que los distintos síntomas afectivos, conductuales y emocionales de la depresión son las consecuencias naturales de las cogniciones negativas.
Reconociéndose que cuando una persona experimenta un estado de ánimo deprimido, hay una mayor accesibilidad a los pensamientos negativos. Cuando hay baja motivación o una inactividad física, se eleva la probabilidad de que el individuo pueda experimentar más cogniciones negativas, que a su vez agravarán aún más la experiencia.
Se han propuesto varias teorías para explicar la etiología de la depresión.
Entre ellos podemos citar a : Aaron T. Beck y Brian F. Shaw, quienes presentan un trabajo sobre la base cognitiva de la depresión.3 Discuten la tríada central cognitiva que en ella ocurre; describen la patogénesis de la depresión y destacan el papel que juega la primitiva organización cognitiva en el desarrollo y mantenimiento de la misma.
Dichos autores muestran como los errores que se originan en el proceso de información como ser la excesiva generalización y el pensamiento dicotómico perpetúan la tríada cognitiva y la emociones depresivas. Explican además como las distorsiones cognitivas precipitan los otros fenómenos de la depresión, incluso la tristeza y soledad, pérdida de motivación, el retraso motor y la fatiga.
Son tres los motivos que La teoría de Beck -1963,1967,1976- (2) considera por los que las personas se deprimen
1) Los individuos deprimidos muestran una consideración negativa de sí mismo; una marcada tendencia a considerarse como deficiente, inadecuada e inútil y atribuyen sus experiencias desagradables a un defecto físico, moral o mental. Tienden a rechazarse a sí mismos, ya que cree que los demás lo rechazarán.
2) Una consideración negativa del mundo. Se sienten derrotado socialmente. Consideran al mundo como haciéndole enormes exigencias y presentándole obstáculos que interfieren con el logro de los objetivos de su vida.
3) Una consideración negativa del futuro. El deprimido prevé que sus problemas y experiencias comunes continuarán indefinidamente
Tienden a deformar sus experiencias, malinterpretan acontecimientos concretos e irrelevantes tomándolos como fracaso, privación o rechazo personal. Exageran o generalizan excesivamente cualquier situación por más sencilla que sea, tienden también a hacer predicciones indiscriminadas y negativas del futuro.
Acentúan los hechos negativos hasta casi excluir los acontecimientos positivos.
Terapia Cognoscitiva de Beck (1967)
Se propone un tratamiento cognitivo-conductual de las depresiones, cuya finalidad es modificar las premisas que integran la tríada cognitiva y corregir los errores lógicos que se cometen a la hora de procesar la información.
Beck piensa que la depresión se origina en patrones negativos del pensamiento que el individuo desarrolla acerca de sí mismo. Realiza de los hechos una interpretación en forma distorsionada, muy autocrítica e inconveniente. Tiene expectativas poco realistas, exagera sus fracasos, hace generalizaciones negativas absolutas sobre su persona (con pocas evidencias), registra solo la retroalimentación negativa proveniente del mundo exterior e interpreta como fracaso todo aquello que no sea un éxito rotundo.
Sería esta espiral descendente de ideas negativas y de distorsiones cognoscitivas la que constituye la esencia de la depresión.
• Los factores cognitivos parecen tener una importancia etiológica central en el desarrollo y mantenimiento de los síntomas de la depresión. La persona con inclinación hacia la depresión ha adquirido unas actitudes concretas acerca de sí mismo, de su ambiente y de su futuro. A esto es lo que se le conoce con el nombre de “triada cognitiva de la depresión”
Entre los conceptos que son importantes en la patogénesis de la depresión están los conceptos de cómo se considera el individuo a sí mismo (conceptos negativos), hacia sus consecuencias ambientales y hacia su futuro.

Beck (1979) identifica las siguientes distorsiones cognitivas en la depresión:
1. Inferencia arbitraria: Se refiere al proceso de obtener conclusiones en ausencia de evidencia suficiente que la apoye o cuando la evidencia es contraria a esa conclusión.
2. Abstracción selectiva: Consiste en centrarse en un detalle de la situación, ignorando otros aspectos de la situación («visión túnel») y llegando a una conclusión general a partir de ese detalle.
3. Sobregeneralización: Consiste en sacar una conclusión general y aplicarla a hechos particulares que son diferentes o no relacionarlos entre si.
4. Maximización y minimización: Se trata de centrarse excesivamente en los errores y deficiencias personales y no tener lo suficientemente en cuenta (en proporción a los errores) los aciertos y habilidades personales.
5. Personalización: Se refiere a la tendencia del paciente a relacionar acontecimientos externos (normalmente evaluados como negativos) como relacionados o referentes a él mismo sin que exista evidencia suficiente para ello.
6. Polarización: Se refiere a la tendencia a clasificar la experiencia en términos extremos y opuestos sin tener en cuenta la evidencia de categorías intermedias. El paciente suele clasificarse en los extremos negativos.
Para el tratamiento de las depresiones más comunes, las reactivas, se han formulado tres teorías en la psicoterapia conductual.
Baja proporción de reforzamiento. La depresión se debe a una baja proporción del reforzamiento positivo seguido de respuestas específicas, (porque existen pocos acontecimientos reforzadores en el ambiente del paciente) y porque éste no suele tener respuestas gratificantes (posiblemente por falta de habilidades sociales). Los síntomas cognitivos y verbales de la depresión son consecuencia de la ausencia de respuestas que crea esta pérdida de reforzamiento. Es decir, el individuo deja de hacer más esfuerzos para obtener los resultados deseados porque los anteriores fracasaron. La terapia se dirige a identificar fuentes potenciales de reforzamiento en el ambiente del paciente y a desarrollar métodos para aumentar su disponibilidad (entrenamiento en habilidades sociales).
Pérdida de control: indefensión aprendida. Una persona se deprime cuando cree que su conducta tiene poca o ninguna influencia sobre el resultado de los acontecimientos, es decir, no tiene ningún control. La terapéutica incluye:
Cambiar la posibilidad de acontecimientos provocadores de depresión con cambios ambientales.
Reevaluar las metas y las normas del paciente para que se vuelva más realista y reducir la posibilidad de que insista en el fracaso (pueden utilizarse varios tipos de terapias cognitivas para ello).
Desarrollar expectativas de control, por ejemplo, resaltando la variedad de habilidades sociales y comunicativas relevantes del paciente, aumentando el repertorio de actividades generales de modo que existan más oportunidades de resultados positivos y proporcionar estrategias de autocontrol eficaces.
Modificar atributos poco realistas de los fracasos, resaltando las circunstancias que impiden el resultado deseado.
Modificar atributos poco realistas de éxito, resaltando las cualidades personales relevantes (fomento de la autoestima).
Distorsiones cognitivas. El estado depresivo surge de distorsiones cognitivas basadas en un conjunto de pensamientos negativos respecto a la visión del individuo de sí mismo, del mundo y del futuro. La terapia está dirigida a la variedad creciente de actividades del paciente, identificando los pensamientos automáticos que siguen a la percepción de una dificultad, generando pensamientos alternativos (no depresivos) de índole más realista y adaptable, poniendo a prueba la credibilidad de estas alternativas y modificando los supuestos inadaptados que parecen caracterizar los pensamientos automáticos que conducen a las respuestas depresivas.
Beck (1976) ha especificado alguno de los Supuestos personales que suelen predisponer o hacer vulnerable a las personas a la depresión:
1. Para ser feliz, debo tener éxito en todo lo que me proponga.
2. Para ser feliz, debo obtener la aceptación y aprobación de todo el mundo en todas las ocasiones.
3. Si cometo un error, significa que soy un inepto.
4. No puedo vivir sin ti.
5. Si alguien se muestra en desacuerdo conmigo significa que no le gusto.
6. Mi valor personal depende de lo que otros piensen de mí.
La terapia cognitiva se enfoca básicamente en los siguientes pasos:
a. Detección y análisis de pensamientos automáticos negativos
b. Reconocimiento de la conexión entre cognición, reacción emocional y conducta.
c. Examen de la evidencia, a favor o en contra, de los pensamientos automáticos.
d. Sustitución de pensamientos automáticos, no apoyados por un mínimo de evidencia por interpretaciones basadas en hechos reales.
e. Identificación y asunciones basadas en hechos reales que predisponen a la utilización de un sistema de pensamiento deformado.
El fin de esta terapia, es encontrar el equilibrio de la persona deprimida en su medio social, su medio real, para la incorporación total y positiva en ésta.
Esta terapia puede ser utilizada para depresiones leves dentro de las cuales se encuentran las encubiertas y las ansiosas, por ejemplo.
En la terapia cognitiva se pone atención a la exploración y modificación de la estructura cognitiva de los pacientes; consiste en disminuir el sufrimiento del paciente mediante la sustitución de las estructuras cognitivas irracionales y las disfunciones por otras cogniciones más racionales y funcionales.
La terapia cognitiva debe desarrollarse en una estructura de tiempo limitado, durante las primeras sesiones conviene que el paciente y el terapeuta trabajen juntos en la confección de una lista de problemas que incluya temas centrales a la alteración depresiva y las sesiones posteriores se orientan en torno a la solución de dichas dificultades; el paciente debe registrar las actividades diarias para que le muestren que en su vida hay más aspectos positivos de los que pensaba.
La terapia consiste básicamente en la asignación de tareas graduales que logren inducir, poco a poco una percepción de dominio frente a la posición de desvalimiento, el trabajar juntos, cliente-terapeuta, en la elaboración del programa de intervención, incluyendo la estructura de las sesiones, las asignaciones en las mismas, así como la estrategia terapéutica para especificar claramente la meta a conseguir en cada momento y cada vez un poco más difíciles.
El análisis de los registros semanales ayudará al terapeuta a desarrollar estrategias que mejoren el funcionamiento adaptativo del depresivo.
Cuando una actividad resulta difícil debe dividirse en elementos pequeños. Así el paciente irá realizando las actividades más fáciles hasta avanzar progresivamente y llegar a otras más complejas.
La terapia cognitiva intenta modificar la valoración errónea que tiene el paciente mediante la capacidad de análisis de los propios pensamientos, imágenes o asunciones que aparecen sin lógica alguna y se aceptan.
Es recomendable que el paciente aprenda a hacerse las siguientes preguntas:
1. ¿En qué evidencia objetiva se basan mis pensamientos automáticos?
2. ¿Existe alguna otra forma de valorar los datos objetivos de que dispongo?
3. Incluso en el caso de que lo que pienso sea verdad ¿Es la situación tan mala como parece?
4. ¿Qué es lo más productivo que puedo hacer?
Terapia conductual.
Dentro de ésta se propone que las emociones y conductas disfuncionales puedan modificarse alternando los pensamientos o creencias personales a través de un proceso terapéutico que enfatice el buen uso, (adaptativo) del razonamiento y el control racional de la conducta. Es entonces una combinación de lo cognitivo con lo conductual, para que en conjunto sea más efectiva en relación a la terapia en la depresión.
Este modelo parte prácticamente de las siguientes premisas basadas en el modelo de aprendizaje social que postula Bandura:
1. El organismo humano responde a las representaciones cognitivas del ambiente.
2. Estas representaciones cognitivas se aprenden al igual que la conducta observable.
3. La mayor parte del aprendizaje humano esta mediada cognoscitivamente.
4. Los pensamientos, emociones y conductas están interrelacionadas causalmente.
A su vez algunas características de las terapias conductuales son:
1) La clara operacionalización de los procesos terapéuticos en un modelo altamente estructurado.
2) Su compromiso con la validación empírica de las técnicas terapéuticas a través de la investigación científica.
En una relación con la terapia cognitiva, la terapia cognitivo-conductual, postula que la depresión es producto de distorsiones cognitivas que surgen cuando la persona evalúa sus experiencias negativamente reflejándose, esto es su autoimagen, su percepción del mundo y del futuro, así mismo propone una vinculación estrecha entre los pensamientos, la conducta y las emociones.
Los esquemas o conceptos negativos aprendidos desde temprano suelen desarrollarse a través de las experiencias negativas que fomentan reglas rígidas para guiar la conducta e influencian disfuncionalmente el contenido del pensamiento del individuo. Esto se relaciona con las causas de las depresiones psicóticas que se encuentran dentro de las depresiones graves, por lo cual la terapia cognitivo- conductual puede ser una alternativa efectiva para la recuperación del paciente con este tipo de depresiones.
Ya que el enfermo mantiene un pensamiento pesimista y de autodesprecio así como pesimismo y derrotismo causado normalmente por interpretaciones como: «Debo 1) … ser aceptado por todos siempre»
2) … ser exitoso en todo siempre»
3) … ser amable, perfecto, etc., siempre»
Es necesario entonces poner un mayor énfasis en la terapia cognitiva de la depresión en este caso, además de un interés en la activación y modificación en la conducta de éste. En relación con la terapia del aprendizaje social de Bandura (1969), se dice que el individuo no responde directamente a los estímulos ambientales, sino que evalúa e interpreta los mismos por medio de representaciones mentales, de esta forma la persona procesa la información de su ambiente a través de sus «filtros cognitivos», y el interpretarlos de manera errónea es lo que conduce, en muchas ocasiones, a un desorden cognoscitivo o depresión, y de igual forma se puede cambiar el pensamiento e interpretación de los hechos de la vida real del individuo aplicando los estímulos adecuados para su mejoramiento.
De tal manera la terapia conductual postula que:
1. Toda conducta incluyendo las cogniciones, es aprendida.
2. La terapia debe enfatizar la ejecución conductual y todo aquello que puede evaluarse empíricamente (por ejemplo las cogniciones se detectan a través de verbalizaciones).
3. El rol del terapeuta es uno y dirigido a activar al paciente en su recuperación a través de la asignación de tareas y el aprendizaje de destrezas de ayuda propia que lo capacitarán para la resolución de sus problemas.
En esta terapia, también la persona aprenderá a observarse más objetivamente y a debatir sus pensamientos por medio de experimentos y registros de conductas y cogniciones, además se utiliza el método inductivo en el cual las creencias abstractas son inferidas a partir de instancias concretas y en donde se utilizan básicamente los siguientes puntos:
Se hace énfasis en que el paciente valide empíricamente sus creencias por medio de la confrontación objetiva en la realidad externa a través de conductas. De esta forma Beck y col. (1979) citados en Bacot (1991), sugirieron las siguientes etapas en el tratamiento:
Fase I.- En esta, la actividad conductual de cliente será el foco de atención, hay que lograr la reactividad por medio de la asignación de tareas estructuradas que la persona llevará a cabo por su cuenta donde el terapeuta le ayudará en la estructuración y evaluación de estas. Así las tareas asignadas irán aumentando el grado de dificultad, hasta lograr concluirla: entonces, la evaluación de pequeños éxitos que aumentará la motivación confrontará la idea depresiva de incompetencia.
La programación de un itinerario de actividades puede, también, ayudar a eliminar la indecisión del paciente, en donde se programan actividades diarias en donde el paciente se puede dar cuenta que realmente es capaz de realizar cualquier cosa. Al momento de evaluar cada actividad el terapeuta hará énfasis en los eventos que producen placer o sensación de dominio, sirviéndole para confrontar la idea distorsionada que acarrea el enfermo depresivo.
La fase de actividad conductual será el primer paso para eliminar la inactividad que es básicamente romper con la indecisión de actuar y de validar empíricamente las anticipaciones negativas, alterar el plano cognitivo evaluando los resultados conductuales positivos y medir una mejoría en el efecto.
Fase II.- Cuando la persona ha comenzado a disminuir su inactividad depresiva, con un alivio sintomático; se avanza hacia la fase terapéutica dirigida más directamente a sus cogniciones, en donde se evaluarán las formas en que construye su realidad. Sus creencias son tratadas como inferencias subjetivas y no como hechos reales objetivos sobre la realidad y se le ayuda a identificarlos, -observar su influencia en forma de autoverbalizaciones, -distanciarse de la certidumbre con que se acogen y -evaluar su validez real.
Entonces el paciente aprenderá a evaluar sus opciones racionalmente; para analizar las perspectivas alternas, en el auto registro de pensamientos anotará posibles «respuestas racionales» que le puedan ayudar a contra argumentar su pensamiento depresivo y cuánto cree en estas alternativas racionales, lo cual lo lleva a que valide sus ideas depresivas en el mundo real incorporándose gradualmente a este de manera, racional realizando actividades y tomando decisiones que antes asumía.
Fase III.- En este momento ya que el paciente haya desarrollado un repertorio de estrategias cognitivas y conductuales para contraatacar sus ideas depresivas el tratamiento se dirige hacia la identificación y el debate de las asunciones o premisas subyacentes a la actividad consciente que sustentan y sirven de base filosófica para el sistema depresivo (Beck y col., 1979; Harroson y col. 1984) esto a través de un proceso inductivo.
En el modelo cognitivo-conductual, la búsqueda e identificación se hace colaboralmente entre paciente y terapeuta y el debate lógico lo lleva a cabo el paciente con la guía terapéutica, luego de haber probado empíricamente la validez de dichas creencias básicas.
Con la evidencia que ha logrado en el proceso terapéutico el paciente puede convencerse del proceso depresivo que estas premisas rígidas han facilitado al darse cuenta de la invalidez no pueden ser cumplidas, podrá entonces abandonarlas adoptando otras creencias mas razonables.
Así la terapia lo fortalecerá cognitivamente para enfrentarse a futuras situaciones difíciles.

CONCLUSIÓN:
La depresión ; incidencia en las distintas áreas del comportamiento humano
La persona deprimida se siente desamparada, entregada, desvalida, sin ganas ni motivos para luchar. Ha perdido el sentido de su vida, se siente indefensa, las circunstancias en las que se encuentra, las percibe como adversas, impregnándose de desconsuelo. Por todo lo desarrollado podemos concluir que la depresión incide en los siguientes ámbitos;
Incidencias en el Área Laboral: Bajo rendimiento, poca motivación, desempeño descendido, desempleo, etc.
Área Sexual: Inhibición del deseo, disfunciones sexuales, incomunicación.
Área Familiar: Crisis de valores (comunicación en déficit), Impacto derivado de tener en la familia un miembro deprimido, etc.
Hay un notable descenso en la calidad de vida de la persona. Trastornos a nivel orgánico (alteraciones en el sueño, trastornos alimentarios, etc.).Trastornos a nivel psicológico y social (baja autoestima, dificultades de auto aceptación, aceptación de los otros y de la realidad).
La aplicación eficaz de técnicas breves cognitivo-conductuales es útil para modificar y prevenir la depresión y también para modificar el propio estilo cognitivo de los individuos que acuden a consulta.
Los resultados de ciertos trabajos realizados demuestran que las creencias y el propio estilo atribucional de los individuos no es algo fijo, sino susceptible de modificación si se utilizan las técnicas de aprendizaje adecuadas. Permitiendo dicho cambio la prevención de futuros estados depresivos y la mejora del rendimiento general en estos individuos.

BIBLIOGRAFÍA:
Albert Ellis y Russell Griecer con colaboradores. Manual de Terapia Racional-Emotiva. Cap. Enfoques Cognitivos de la Depresión Editorial; Descleé De Brouwe,1981.
American Psychiatric Association (1995) DSM IV Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Barcelona: Masson
Beck, A. y otros (1983) Terapia Cognitiva de la Depresión 5º Edición. Bilbao: Desclee De Brouwer.
Calderón, N. Guillermo. (1998). Depresión, sufrimiento y liberación. México, ED. EDAMEX
Craighead, E; Kazdin, A y Mahoney, M (1984) Modificación de Conducta. Principios, técnicas y aplicaciones. Barcelona: Ediciones Omega.
Keith S. Dobson y Renee – Louise Franche ; 21. 1. La práctica de la terapia cognitiva
Leonor I. Lega, Vicente E.Caballo y Albert Ellis- Teoría y Práctica de la Terapia Racional Emotivo-Conductual. Cap. La TREC en la ansiedad y la depresión. Editores Siglo Veintiuno. México- España
Marquez, Ramón. (1990). Tratamiento natural de la depresión. Buenos Aires, Ed. Paidos.
Polaino, Lorete. A. (1980). La depresión. Barcelona España, Ed. Martinez Roca.

Mónica Dupont
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