Diccionario de la psicología social, letra M, movilidad de las estructuras

MOVILIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
Uno de los cuatro principios que rigen la configuración de toda estructura, sea normal o patológica. Este principio sostiene que las estructuras son instrumentales y situacionales en cada aquí y ahora del proceso de interacción.
 
Concepto.- Las estructuras, sean normales o patológicas, no son rígidas y estáticas, sino que van sufriendo cambios y amoldándose a cada nueva situación (por ello son situacionales) y a cada manera de establecer vínculos con determinados fines (por ello son instrumentales). «Las discusiones bizantinas de los psiquiatras se deben en gran parte a un malentendido, ya que la estructura que se vio en un momento de observación puede variar en tiempo y espacio, puesto que la relación vincular con el investigador determina la configuración de estructuras con ese carácter funcional, instrumental, situacional y vincular, figurando este último en relación con el tipo de codificación y decodificación, aprendizaje, etc.».
Emplear el principio de la movilidad de las estructuras «implica situarse ante el paciente con un esquema referencial plástico, que permita comprender que las estructuras son instrumentales y situacionales en cada aquí y ahora del proceso de interacción; que las modalidades o técnicas del manejo de las ansiedades básicas, con su localización de objetos y vínculos en las distintas áreas [mente, cuerpo, mundo externo], son modificables según los procesos de interacción en los cuales se compromete el sujeto, afirmación que tiene importantes implicaciones a lo referido a la labor diagnóstica».
La implicación diagnóstica reside en que «un análisis secuencial y estratigráfico [de la enfermedad mental] nos prueba el carácter complejo y mixto de cada una de ellas, diferenciándose unas de otras por el carácter dominante de la ubicación de los miedos básicos en cada área a través de los vínculos significativos. Genéticamente se observan en el desarrollo, lo mismo que en el proceso de enfermarse y en el proceso corrector». En el caso de las estructuras patológicas, por ejemplo, el principio de la movilidad de las estructuras muestra que éstas tienen un carácter instrumental consecuente con el recurso adaptativo ‘situacionalmente’ utilizado por el sujeto, lo que determinará el predominio de la multiplicidad sintomática en una u otra área», es decir, síntomas en el área de la mente, del cuerpo o de las acciones sobre el mundo externo.
En otras palabras, podemos decir que Pichon Rivière propone dos tipos de análisis de la conducta: secuencial y estratigráfico. El primero consiste en ver como van apareciendo secuencialmente las diferentes conductas según y conforme el principio de movilidad de las estructuras, mientras que el segundo consiste en examinar cómo, en cada uno de esos momentos, están configurados los objetos buenos y malos y sus vínculos correspondientes en un campo virtual formado por trea áreas: la mente, el cuerpo y el mundo externo. Este análisis estratigráfico tiene entonces relación con otro principio, que es el de pluralidad fenoménica. Ver Pluralidad fenoménica para una descripción más detallada del análisis estratigráfico.
Con la formulación del principio de la movilidad de las estructuras, Pichon Rivière intenta superar la concepción clásica del sujeto cognoscente y el objeto conocido, de un sujeto (investigador) que está frente a un objeto (el paciente), objeto que posee una determinada estructura ya dada y que no es modificada por la presencia del investigador con el cual interactúa (relación vincular). Las estructuras se amoldan a cada situación en particular, y ello es lo que les otorga movilidad y plasticidad.