Diccionario de psicología, letra R, Representancia

Representancia
 
s. f. (fr. représentance; ingl. representative; al. Repräsentanz). La representación en tanto
función, en el sentido de delegación.
La representancia es el término que Freud utiliza, en 1915, para dar cuenta del trabajo de la
pulsión, trabajo impuesto a lo psíquico en razón de su ligazón con lo corporal: la pulsión aparece
como «la representancia psíquica» (Tres ensayos de teoría sexual, 1915) o como
«representante psíquico» (Pulsiones y destinos de pulsión) de las excitaciones surgidas del
interior del cuerpo.
Freud explica esta representancia psíquica en los textos de Trabajos sobre metapsicología «La
represión» y «Lo inconciente». La represión, lejos de aniquilar esta representancia, la revela
como representancia de la representación: «La represión originaria consiste en que la
psychischen (Vorstellungs-)Repräsentanz des Triebes ve rehusada su asunción por lo
conciente». Como anticipa esta formulación (por el paréntesis y el guión), la Vorstellung
(representación) no es el único elemento de la representancia, otro elemento representa a la
pulsión: el quantum de afecto ligado a la representación.
Es necesario subrayar el registro dinámico de esta representancia que «prolifera en la
oscuridad» del inconciente, pero también su registro económico, en el que Freud define la
representancia como «moción de deseo», y la representación, como investirniento de huella
mnémica. Y también hay que destacar que las traducciones más viejas, al elegir el término
representante para Repräsentariz, tuvieron el efecto de borrar ese trabajo, ese deseo operante
en la función de representancia que Freud no deja de poner de relieve en sus textos
metapsicológicos.
La clínica de las neurosis y de la esquizofrenia enseña a Freud acerca del (dis-)funcionamiento de la función. ¿Puede explicarse la clínica del autismo con relación al establecimiento de esta función?
En el Proyecto, Freud insiste en el carácter determinante de la experiencia de satisfacción para «el desarrollo funcional del individuo». Ocurre que esta experiencia no se inscribe salvo que alguien cercano atribuya a las manifestaciones de descarga del infans una función de representancia de su deseo. Cuando la persona cercana no hace esta lectura del cuerpo, no inviste la percepciones del infans, del niño que todavía no habla, se plantea el interrogante de qué sucede con la función de representancia en este niño.