Diccionario de psicología, letra S, Seducción

Seducción
 
El tema de la seducción habría quedado limitado a la condición de recuerdo de uno de los episodios más notables del desarrollo del pensamiento analítico, de no haber sido retomado ulteriormente por Ferenczi, en una crítica a la interpretación freudiana, relativa a la realizada por el mismo Freud de los alegatos de sus primeras pacientes histéricas, acerca de las iniciativas que habrían sufrido por parte de adultos de su medio familiar. En lo que concierne a la crítica freudiana de ese presunto testimonio, el texto de base aparece en la correspondencia con
Fliess. Su principio será enunciado en la Presentación autobiográfica: «Antes de abordar
-explica Freud- la exposición de la sexualidad infantil, debo hacer mención de un error en el que
incurrí durante algún tiempo y que muy pronto habría podido volverse fatal para toda mi labor.
Bajo la presión de mi procedimiento técnico de entonces, la mayoría de mis pacientes reproducía
escenas de su infancia, escenas cuyo contenido era la seducción por un adulto. En el caso de
las pacientes, el papel de seductor era casi siempre asignado al padre. Di fe a esas
informaciones, y creí entonces haber descubierto, en esas seducciones precoces de la
infancia, las fuentes de la neurosis ulterior. Algunos casos, en los cuales tales relaciones con el
padre, el tío o un hermano mayor se habían mantenido hasta una edad de la cual se tienen
recuerdos ciertos, me fortificaron en mi fe». Esta primera interpretación de la neurosis, sobre la
base de la huella dejada en el niño por un trauma infantil, será por lo tanto reemplazada por la
hipótesis de una «fantasía optativa» que representa como recuerdo efectivo el incidente en el
que en realidad se expresa el contenido de esa fantasía.
¿Significa esto que en tales casos hay que excluir toda referencia a un trauma infantil? El
problema será retomado por Ferenczi en 1932, en una comunicación al 12º Congreso
Internacional de Psicoanálisis de Wiesbaden (comunicación analizada en lo esencial por Vera
Granoff, en 1961, en la revista La Psychanalyse, tomo VI), que desplaza la incidencia del trauma
desde el orden de los acontecimientos hasta una mutación estructural. El título de la
comunicación era «Las pasiones de los adultos y su influencia sobre el carácter y el desarrollo
sexual del niño» («Die Leidenschaften der Erwaclisenen und deren Einfluss auf Charackter und
Sexualentwicklung der Kinder»). Según Ferenczi, es en efecto posible identificar en este caso
un trauma, pero consiste en un impacto, una «efracción» (para retomar la presentación de Vera
Granoff) en el «lenguaje de la ternura» característico de la experiencia infantil, por parte del
«lenguaje adulto de la pasión», en el que se interfieren amor y odio, y en consecuencia culpa. El
autor extrae estas concepciones de otra parte; no de una reconstrucción genética, sino de las
enseñanzas de la transferencia, y en particular de la experiencia, inaugurada por él mismo, de la
«técnica activa» en la práctica de la cura. De modo que es en este contexto donde estas
cuestiones exigen ser estudiadas, y en el conjunto de las relaciones de Freud con Ferenczi, sobre todo a la luz de la biografía de Freud escrita por Jones (particularmente en el tercer tomo).