Diccionario de Psicología, letra C, Catarsis

Diccionario de Psicología, letra C, Catarsis

Catharsis es la palabra griega utilizada por Aristóteles para designar el proceso de purga o eliminación de las pasiones que se produce cuando el espectador asiste en el teatro a la representación de una tragedia. El término fue retomado por Sigmund Freud y Josef Breuer, quienes, en los Estudios sobre la histeria, denominaron método catártico al procedimiento terapéutico mediante el cual un sujeto logra eliminar sus afectos patógenos, y después abreactuarlos, al revivir los acontecimientos traumáticos a los que aquéllos están ligados. El concepto de catarsis ha sido objeto de una discusión interminable a lo largo de siglos, tanto en el dominio de la estética como en el de la filosofía. En 1857, Jacob Bernays (1824-1881), el tío de Martha Bernays, futura esposa de Sigmund Freud, publicó una obra médica sobre el tema. Oponiéndose a Lessing (1729-1781), quien había dado a esta palabra una interpretación moral, haciendo de la catarsis una «depuración» o una «purificación», Bernays subrayaba que Aristóteles, hijo de un médico, se había inspirado en el corpus hipocrático. De allí la idea de que el tratamiento debía hacer surgir el elemento opresivo para provocar un alivio, más bien que hacerlo retroceder mediante una transformación ética del sujeto. Se trataba de hacer salir del sujeto, mediante la palabra, un secreto patógeno, consciente o inconsciente, que lo ponía en estado de alienación, Entre 1857 y 1880 se publicó una cantidad considerable de trabajos en lengua alemana sobre esta noción, inspirados en el de Bernays. En Viena, donde reinaba el nihilismo terapéutico, las tesis de Bernays fueron sometidas a diversos exámenes críticos, y siguiendo las huellas de esta gran moda de la catarsis, Josef Breuer y Sigmund Freud, ambos marcados por la enseñanza aristotélica de Franz Brentano, recurrieron al concepto. Éste apareció por primera vez en la pluma de ambos en 1893, al mismo tiempo que el de abreacción, en la «Comunicación preliminar» que, dos años más tarde, iba a ser el capítulo inaugural de los Estudios sobre la histeria: «La reacción del sujeto que sufre algún daño sólo tiene un efecto verdaderamente «catártico» cuando es verdaderamente adecuada, como en la venganza. Pero el ser humano encuentra en el lenguaje un equivalente del acto, equivalente gracias al cual el afecto puede ser «abreactuado» casi de la misma manera.» Como lo ha subrayado Albrecht Hirschmüller en 1978, los dos autores empleaban este término desde bastante tiempo antes. Sin embargo, es a Breuer a quien hay que atribuir la creación del método. Freud lo utilizó a su vez para el tratamiento de Emmy von N. (Fanny Moser). En Francia, hacia la misma época, Pierre Janet creó un método muy próximo (recuperación de un recuerdo y abreacción), al que dio el nombre de «disociación verbal» o «desinfección moral». Janet reivindicaba la prioridad de la invención. Por ello, para evitar una disputa acerca de este tema entre París y Viena, Breuer, impulsado por Freud, presentó el caso «Anna O.» (Bertha Pappenheim) como prototipo de una cura catártica. Los trabajos de la historiografía experta, inaugurados por Henri F. Ellenberger, y continuados por Hirschmüller, han permitido restablecer la verdad acerca de este caso princeps. Más allá de la disputa acerca de la prioridad, entre el procedimiento de Janet y el de Breuer existe una diferencia radical. Aunque en ambos casos el médico interroga al paciente bajo hipnosis para acceder a las representaciones inconscientes, Janet procede por sugestión, sin buscar el acontecimiento inicial responsable del efecto patógeno, mientras que Breuer, por el contrario, busca el elemento original, para ligarlo a los afectos y provocar la abreacción. De modo que, desde el punto de vista teórico, hay pocas semejanzas entre los dos métodos. En la historia del psicoanálisis, el método catártico pertenece al campo del hipnotismo. Al desprenderse progresivamente de la práctica de la hipnosis, entre 1880 y 1895, Freud pasó por la catarsis para crear el método psicoanalítico propiamente dicho, basado en la asociación libre, es decir, en la palabra y el lenguaje.