Diccionario de Psicología, letra L, Latencia

Diccionario de Psicología, letra L, Latencia

(fr. période de latence; ingl. latence period; al. Latenzperiode, Aufschubsperiode). Período de la vida sexual infantil desde la edad de cinco años hasta la preadolescencia, en el curso del cual las adquisiciones de la sexualidad infantil normalmente caen bajo la represión. Latencia (período de)

Latencia (período de) Al.: Latenzperiode o Latenzzeit, a veces Aufschubsperiode. Fr.: période de latence. Ing.: latence period. It.: periodo di latenza. Por.: período de latência. Período comprendido entre la declinación de la sexualidad infantil (quinto o sexto año) y el comienzo de la pubertad, y que representa una etapa de detención en la evolución de la sexualidad, Durante él se observa, desde este punto de vista, una disminución de las actividades sexuales, la desexualización de las relaciones de objeto y de los sentimientos (especialmente el predominio de la ternura sobre los deseos sexuales) y la aparición de sentimientos como el pudor y el asco y de aspiraciones morales y estéticas. Según la teoría psicoanalítica, el período de latencia tiene su origen en la declinación del complejo de Edipo; corresponde a una intensificación de la represión (que provoca una amnesia que abarca los primeros años), una transformación de las catexis de objetos en Identificaciones con los padres y un desarrollo de las sublimaciones. La idea de un período de latencia sexual puede comprenderse ante todo, desde un punto de vista biológico, como una etapa de detención predeterminada entre dos «empujes» de la libido y que, por lo tanto, no requeriría ninguna explicación psicológica en cuanto a su génesis. En tal caso puede describirse principalmente en cuanto a sus efectos, como sucede en los Tres ensayos sobre la teoría sexual (Drei Abhandlungen zur Sexualthebrie, 1905). Esta concepción es la que tiene en cuenta Freud cuando articula el período de latencia con la declinación del complejo de Edipo: «[…] el complejo de Edipo debe desaparecer porque ha llegado el momento de su disolución, como cae la primera dentición cuando los dientes definitivos empujan para salir» . Pero, así como el «empuje» puberal, que señala el final del período de latencia, es incontestable, no se ve tan claro a qué predeterminación biológica correspondería la entrada en el período de latencia. Por otra parte, tampoco se debería «[…] exigir una plena concordancia entre la formación anatómica y el desarrollo psicológico» . Así, Freud se vio inducido a invocar, para explicar la declinación del Edipo, «la imposibilidad interna» de éste, una especie de discordancia entre la estructura edípica y la inmadurez biológica: «[…] la ausencia persistente de la satisfacción esperada, la perpetua frustración del niño que espera, obligan al pequeño enamorado a renunciar a un sentimiento sin esperanza». En definitiva, la entrada en el período de latencia sólo se comprendería en relación con la evolución del complejo de Edipo y las modalidades de su resolución en los dos sexos (véase: Complejo de Edipo; Complejo de castración). Secundariamente, las formaciones sociales, uniendo su acción a la del superyó, vienen a reforzar la latencia sexual: ésta «[…] sólo puede provocar una interrupción completa de la vida sexual en las organizaciones culturales que en su programa incluyen una repression de la sexualidad infantil. No es éste el caso de la mayor parte de los pueblos primitivos». Se observará que Freud habla de período de latencia, no de fase, lo cual debe interpretarse del siguiente modo: durante el período considerado, si bien pueden observarse manifestaciones sexuales, no se puede hablar en rigor de una nueva organización de la sexualidad.