Historia de la psicología: El inconsciente

El inconsciente.
El planteamiento de la existencia de estados mentales inconscientes no fue una innovación
introducida por Freud. Ya las pequeñas percepciones  de Leibniz eran inconscientes, también
Herbart dividió la mente en una zona consciente y otra inconsciente, considerando la vida
mental como una competición entre las ideas durante su búsqueda por acceder a la conciencia.
Freud reconocíó en su obra Psicopatología de la vida cotidiana la importancia de la dinámica inconsciente de Leibniz. El más importante de los profesores de filosofía que tuvo freud, Franz Bretano, rechazó la existencia del incosnciente participando de las mismas concepciones que el eminente psicólogo norteamericano William James. Es importante señalar que ni Bretano ni James negaron la validez al uso puramente descriptivo del término inconsciente. Por el contrario, reconocieron que el comportamiento o la experiencia pueden estar determinados por factores de los que los humanos no somos conscientes, pero ambos creían que la existencia de causas inconscientes en la experiencia y en el comportamiento no requería plantear la existencia de estados mentales inconscientes. Para James la conciencia no es más que un proceso cerebral y no somos conscientes de los estados de nuestro cerebro. Un sueño o un trazo que no podamos recuperar no tiene que ser necesariamente interpretado como inconsciente debido a la represión, puede que no lo recordemos debido al olvido. Por último fenómenos como la hipnósis o la existencia de distintas personalidades pueden ser explicados por un mecanismo de disociación de la conciencia en vez de recurrir a la existencia del inconsciente. El plantear la existencia del incosciente le parecía a James, así como a otros psicólogos, un hecho científicamente peligroso. Debido a que  el inconsciente, por su propia definición, se sitúa más allá de la posibilidad de observación, se podría convertír con facilidad en un medio oportuno para el desarrollo de teorías imposibles de de mostrar.
Las causas inconscientes de los síntomas histéricos hacen su primera aparición psicoanalítica en el libro estudios sobre la histeria , que se públicó en 1895 conjuntamente por Freud y Joseph Breuer (1842-1925). Breuer era un reputado médico y fisiólogo que trató por primera vez en 1880 a una paciente cuyo caso representa el inicio de la historia de la terapia psicoanalítica, se la llamó Ana O, presentaba síntomas histéricos, principalmente algunas parálisis de poca importancia y dificultades para hablar y escuchar, tras haberla tratado durante un tiempo Breuer se percató de que se producía un cierto alivio de los síntomas cuando la paciente, al entrar en un estado de autohipnosis, hablaba acerca de sus síntomas recuperando recuerdos olvidados que habrían sido la causa de tales síntomas.
En cierto sentido Ana O inventó la psicoterapia, ya que el suyo fue uno de los casos, entre otros descritos en el siglo XIX, en el que las pacientes histéricas indicaban a los médicos el
procedimiento más adecuado para alcanzar la cura, en el caso de Anna, fue ella misma la que
fijó su propio programa para llevar a cabo la terapia, induciendo la aparición del estado
autohipnótico y arreglándoselas para identificar las causas de sus síntomas por medio de un
procedimiento que denominó cura de charlas. Freud no tuvo ninguna relación con el caso de
Anna O, aunque más adelante colaboraría con Breuer en la utilización de la cura de charlas
para el tratamiento de la histeria y en la formulación de una teoría general sobre la misma. Los
estudios sobre la histeria incluyen, además del caso de Anna O, algunos otros casos clínicos
tratados por Freud y un capítulo de naturaleza teórica, en este capítulo teórico argumentan que
las histéricas enferman porque sufren principalmente por los recuerdos, es decir porque
experimentan u n trauma emocional que se encuentra reprimido; en estado de hipnosis la
experiencia puede ser revivida plenamente: el efecto es desestrangulado y, de esta forma, el
síntoma conectado con el hecho traumático desaparece. Las notas clínicas de Breuer
redescubiertas con p osterioridad muestran que el alivio sintomático de Anna O se producía
simplemente tras recordar los hechos y no revivirlos.
El 1896 Freud utilizó por primera vez el término psicoanálisis para describir su nueva técnica que prescindía de la hipnosis, en ese mismo año se inició el rechazo de Freud hacia las ideas de Breuer, el científico Breuer era demasiado prudente para el conquistador Freud.