Estudios interdisciplinarios y nuevos desarrollos: CONSTITUCIÓN SUBJETIVA Y MASOQUISMO

Estudios interdisciplinarios y nuevos desarrollos: CONSTITUCIÓN SUBJETIVA Y MASOQUISMO

Wainszelbaum, Verónica
Universidad de Buenos Aires

RESUMEN
A partir de textos de Freud, se ubica a la sexualidad como
esencialmente perversa, ya que la conceptualización de la
sexualidad infantil es solidaria del concepto de pulsión y su fin
es la satisfacción. Idea en oposición a lo teorizado en la época
anterior a Freud, donde la perversión quedaba fuera de la norma.
Según el transcurrir por el Complejo de Edipo, será la posición
sexuada del sujeto, y en particular el masoquismo, una
respuesta posible a ese pasaje.
Palabras clave: Sexualidad Perversión Masoquismo Sujeto

INTRODUCCIÓN
Tomaré la definición de campo retórico, como aquel que se
ocupa de la organización y configuración de un texto, diferente
de la Retórica Griega de Platón y Aristóteles, que tenía como
objetivo prescribir sobre el discurso persuasivo. Desde esta
perspectiva voy a abordar un trabajo sobre masoquismo, en
particular el texto de Freud «Pegan a un niño» con una escena
de la película Belle de Jour de Buñuel.
Freud trabaja en su artículo Pegan a un niño, en 1919, sobre
una fantasía recurrente. Se interesa en la «confesión» de esta
fantasía «un niño es pegado, «traducción literal del idioma alemán
Ein Kind wird Geschlagen, donde Freud escucha por las
asociaciones, que la persona que pega es un subrogado paterno
«la fantasía es portadora de una excitación intensa, inequívocamente
sexual… y la satisfacción es onanista». (1)
La primera fase Pegan a un niño (que yo odio), la persona que
pega es el padre a otro niño ligado a un sujeto en tanto rival.
Le pega a otro, me ama a mí. Todavía el pegar y el amar aparecen
separados. No hay excitación sexual.
La segunda fase «yo soy azotado por el padre» (él, no mí padre)
«tiene un indudable carácter masoquista», es la fase más
importante, también en sus consecuencias, no es recordada.
El acento está puesto en la construcción de una escena inconsciente.
Es una construcción del análisis, del orden de una actuación.
No leída por el sujeto sino por el otro. También la constitución
de la escena. No remite a asociaciones. No se enlaza a un
acontecimiento, Freud aclara que los sujetos no han pasado
por esta vivencia. La fase más importante en consecuencias es
una representación-fantasía, no un hecho fáctico.
En esta fase la fantasía deviene masoquista a causa de la
conciencia de culpa.
La conceptualización del masoquismo en esta época es secundaria
al sadismo.
En cuanto a la génesis del masoquismo, el examen de nuestras
fantasías de paliza nos proporciona sólo mezquinas contribuciones.
Al comienzo parece corroborarse que el masoquismo
no es una exteriorización pulsional primaria, sino que
nace por una reversión del sadismo hacia la persona propia, o
sea por regresión del objeto al yo… «la transmutación del masoquismo
parece acontecer por el influjo de la conciencia de
culpa que participa en le acto de represión». (2)
La frase «mi padre me pega» se entiende como una conjunción
de la conciencia de culpa y el erotismo, aunque aclara que no
tiene relación solamente con la conciencia de culpa.
Se trata de un sustituto regresivo al que se le adhiere la excitación
libidinosa, «que hallará descarga en los actos onanistas…
sólo esta es la esencia del masoquismo». (3)
En relación al onanismo Freud dice que sólo el de la primera
infancia genera culpa, no así el de la pubertad, por lo que se
separa la culpa del acto onanista y lo articula a la fantasía
edípica en juego en la infancia.
Es la escena incestuosa la que produce culpa. Se enlaza entonces
culpa, castigo y masoquismo al amor incestuoso.
Sólo desde la situación edípica se sostiene el ser amado equivalente
al ser azotado.
«una situación originaria, simple y monótona del ser azotado
puede experimentar variaciones y adornos. El azotar mismo
puede ser sustituido por castigos y humillaciones de otra índole».
(4)
Insiste en que la satisfacción autoerótica placentera está en
relación a la fantasía Pegan a un niño, el vivenciar escenas
reales «resulta repulsivo» y en algunos casos insoportables,
vuelve Freud a separarlo del acontecimiento.
Llama rasgos primarios de perversión, a una fantasía que
emerge en la primera infancia, ocasionalmente y se retiene
para la satisfacción autoerótica, donde un componente se anticipa
y se vuelve autónomo prematuramente. (5)
Igual no alcanza para una futura perversión adulta, depende
de cómo acontezca la represión el resultado es una formación
reactiva o sublimación.
El acento nuevamente no está puesto en el acontecimiento
sino en la represión y la respuesta subjetiva.
La perversión adulta se desarrollará si falla la represión.
En la segunda fase donde aparece el sujeto «yo soy azotado
por mi padre» se constituye en relación al otro como objeto, no
es determinante para la posición del adulto, pero es lo que lo
constituyó.
Quiero referir la escena de un film, para pensar la posición
masoquista. En Belle de Jour, de Buñuel, Severine, (al igual
que la protagonista de Sacher-Masoch, Severin, quien convence
a Wanda de entregar su cuerpo) la protagonista, ante la
declaración insistente de amor de su marido, reacciona fríamente,
sin deseo, no puede decir por qué… le responde: «no sé
que me pasa, no lo puedo poner en palabras». Pero le asalta
una fantasía, donde ese marido aparece transformado en un
amo, que ordena detener su carruaje, interrumpiéndole su viaje.
La obliga a descender y comienza a azotarla.
Desde el texto freudiano en esta posición de objeto, masoquista,
el sujeto sostiene el amor del otro.
Para Freud, la única forma de subjetivarse es pasar por el lugar
de objeto, situación que tiene diferentes respuestas posibles,
desde la vía del amor se acentúa la posición de objeto
para el otro. Otra respuesta es por la vía del deseo donde el
sujeto ubica la falta como causa, diferente a la posición de
objeto identificado al lugar de la falta.
Freud piensa para la constitución subjetiva, el necesario pasaje
por el lugar de objeto, rompiendo con la conceptualización clásica
de perversión/normalidad, ubica a la sexualidad perversa
en la sexualidad misma, ligada al concepto de pulsión donde la
meta es la satisfacción y el objeto puede ser variable, hasta su
fijación. Tampoco el objeto tiene que ser necesariamente externo
puede ser parte del propio cuerpo, pudiendo servir simultáneamente
a la satisfacción de diversas pulsiones.
Entonces, liga la perversión a la norma misma en la sexualidad,
se diferencia de entenderla, como hasta ese momento,
por fuera de la norma.
En Tres ensayos para una teoría sexual va a decir: «…La experiencia
cotidiana muestra que la mayoría de estas desviaciones,
o por lo menos las menos graves, a menudo constituyen
parte integrante de la vida sexual del hombre normal, y son
juzgadas por éste del mismo modo que otras de sus intimidades…»
Freud al inaugurar en la cultura el concepto de sexualidad infantil,
nuevamente deja a la perversión como constitutiva,
puesto que la sexualidad infantil, está sujeta al dominio de las
pulsiones parciales, apartada de la reproducción como fin.
Por esto dicho, la perversión está en la misma constitución de
la sexualidad, dependerá de cada sujeto su ubicación respecto
del goce.

NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA
(1) (2) (3) (4) (5) Freud, S. Pegan a un niño. Contribución a la génesis de las
Perver-siones sexuales. Volumen XVII Amorrortu editores
Freud, S. Tres ensayos para una teoría sexual (1905) Volumen VII Amorrortu
editores
Lacan, J. El Acto psicoanalítico. Clase 11
Laurent Assoun, Paul. Lecciones psicoanalícas sobre el masoquismo. Nueva
Visión
Steimberg, Oscar. Semiótica de los medios masivos. Buenos Aires, Atuel
1998
Film consultado: Belle de Jour de Luis Buñuel
Adaptación y diálogo Luis Buñuel y Jean Claude Carriere