La Psicología del niño de 2-3 a 7 años, Etapa Preoperacional de Piaget, el pensamiento simbólico

El pensamiento simbólico (perdura de 2 a 4 años)

El pensamiento simbólico aparece gracias a la función simbólica –capacidad para evocar mentalmente palabras o imágenes-:

Manifestaciones de la función simbólica
Imitación diferida. El niño es capaz de repetir, de memoria, la conducta de un modelo ausente.
Juego simbólico. El niño utiliza un objeto con una finalidad distinta a la real. Según Piaget, el juego simbólico permite transformar lo real, por asimilación, a las necesidades del yo. Le proporciona al niño un medio de expresión propio y le permite resolver los conflictos que le plantea el mundo de los adultos.

Lenguaje referido a hechos pasados. El niño es capaz de narrarnos algo que ha ocurrido anteriormente.
Imágenes mentales. Son imitaciones interiorizadas, evocaciones, representaciones mentales. Son difíciles de conocer por su carácter interno. Puede llegarse a ellas indirectamente, por ejemplo, a través del dibujo. Pueden ser según su contenido, visuales, táctiles, auditivas, etc.; y según su estructura, imágenes de movimiento (que a su vez se subdividen en imágenes de reproducción y de anticipación). Los niños tienen dificultad para tener imágenes de movimiento, pues se precisa un mayor desarrollo cognitivo.
Dibujo. Es el intento que hace el niño de imitar la realidad, inicialmente en forma de garabatos a los que pronto atribuirá un significado. Los dibujos de los niños son bastante realistas, aunque son más bien una copia del modelo interno que poseen. El dibujo pasa por las siguientes etapas:
-Realismo frustrado: el niño organiza los elementos del modelo como puede.
-Realismo fortuito: el niño descubre el significado del dibujo durante su realización.
-Realismo intelectual: el niño dibuja de perfil, no tiene en cuenta la perspectiva; pero dibuja los rasgos esenciales del objeto.
-Realismo visual (de 8 a 9 años): el niño representa un objeto ateniéndose lo más posible a las relaciones entre sus elementos.
El dibujo tiene gran valor pedagógico, pues es una forma de representación de la realidad mucho más natural que la escritura –que es totalmente arbitraria-. Además ayuda al desarrollo motor.

Más características del pensamiento simbólico

Tanteo interiorizado. El niño busca soluciones mentales a un problema (por ejemplo, piensa cómo deberá apilar una torre de cubos).
Preconceptos. El pensamiento simbólico está basado en preconceptos. Son
ideas previas que tenemos sobre algo. Piénsese en las características de una pelota: son menos generales que el propio concepto de pelota.
Razonamiento transductivo.
Centralización. El niño se fija sólo en uno de los aspectos de una situación; o no es capaz de coordinar varios aspectos a la vez. Por ejemplo: no puede fijarse en el alto y ancho de un objeto.