Evaluación. Trastorno esquizotípico

Evaluación. Trastorno esquizotípico

Todos hemos experimentado momentos en los que queremos estar solos, más de alguna vez creímos vivir alguna experiencia diferente. Pero eso es normal. ¿Qué característica debe tener el trastorno esquizotípico para llegar a ser un trastorno? Debe ser clínica o estadísticamente significativo. Para esto debe haber un instrumento que mida los síntomas del trastorno y otro de comparación (una distribución normal). Sin embargo no existe ninguna forma para evaluar y así diagnosticar la presencia del trastorno esquizotípico en las personas. No se cuenta con pruebas científicas, escalas, ni ningún tipo de instrumento que nos lleve a decir con exactitud que la persona posee tal trastorno. La única forma con la que se diagnostica el trastorno es a juicio del clínico, quien se guía por los manuales de enfermedades mentales (CIE10 o DSMIV) y establece si la persona posee dichos síntomas. En la misma línea, la página web de “mentalHealth” posee una forma online para diagnosticar al trastorno esquizotípico (http://www.mentalhealth.com/dx/fdxpe03.html). El clínico descarga un programa interactivo; este programa le va haciendo preguntas encaminadas a detectar la presencia o ausencia de síntomas, a las que el clínico debe ir contestando. Así por ejemplo, el programa pregunta: “¿El paciente tiene una apariencia extraña?” a la que el clínico debe contestar “si” o “no”. En realidad es el mismo proceso que se utiliza para diagnosticar el trastorno por medio del CIE10 o el DSMIV, sin embargo el programa online permite hacerlo de una forma más sistemática.

Existen algunos clínicos que se valen de la escala de esquizotipia del MMPI para establecer si la persona posee una personalidad vulnerable al trastorno, pero esto en sí no muestra un puntaje que confirme la presencia de la entidad nosológica. Simplemente puntúa un rasgo de personalidad. Algunas personas con un rasgo de esquizotipia alto, pueden llegar a desarrollar un trastorno esquizotípico, pero no todos.

De esta forma, hasta ahora no se cuenta con ningún instrumento que evalúe la presencia del trastorno, y la única forma para diagnosticarlo es siguiendo las pautas del CIE10 o el DSMIV. Sin embargo, varias áreas deberían ser exploradas:
Por ejemplo, debería evaluarse la neurotransmisión glutamatérgica y el tono inhibitorio gabaérgico. Esto podría hacerse a través de cualquier técnica que explore el funcionamiento cerebral, por ejemplo la tomografía axial computarizada.
Por otro lado, y como ya se dijo anteriormente, el trastorno esquizotípico se caracteriza por una anormalidad en las cognición y percepción. Por tanto, la evaluación debería ir encaminada a detectar dichos defectos, las formas en las que la persona elabora y procesa la información, si tiene alteraciones auditivas atencionales, si presenta desorganización conceptual –sin llegar a la incoherencia, etc.
Sería útil evaluar qué cogniciones manifiesta la persona ante el contacto con otros, los mecanismos que están a la base de su distorsión, los esquemas cognitivos anómalos, etc. Esto sería útil puesto que a la hora de dar terapia al individuo, se sabría qué esquemas irracionales deberían cambiar.

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