Las mujeres en el movimiento psicoanalítico: Influjo y jerarquía, campos temáticos y elementos de trabajo fundamentales de las mujeres

Las mujeres en el movimiento psicoanalítico. El caso de la Asociación Psicoanalítica vienesa 1902-1938

Influjo y jerarquía, campos temáticos y elementos de trabajo fundamentales de las mujeres

El éxito y la influencia de un psicoanalista son difíciles de medir. ¿Es más importante la función y el influjo del presidente o vicepresidente que la del director de un instituto de enseñanza? ¿Es mas exitoso el analista con una cantidad de libros de texto, que el que publica para un ámbito de lectores mas amplio y es recibido por ellos? ¿O no es ante todo el analista de formación o el supervisor el que influye a sus estudiantes en el encuentro diario o semanal? 

Los campos de conocimiento en los que las mujeres tuvieron influencia fundamental y por los que siempre se destacaron, abarcan el desarrollo teórico y práctico del Psicoanálisis de Niños, así como de la Psicologia de la Mujer y la Femineidad. Desde el principio las mujeres y los niños estuvieron en el centro de la teoría y de la práctica psicoanalítica, y a las mujeres mas allá de ello se les adjudica una especial capacidad de comprender empáticamente estos campos. Ya en 1911 C. G. Jung había hablado en una conferencia en Bruselas sobre la problemática del análisis de niños: «…con niños un poco mayores se aplica como se ha dicho el análisis casi como con los adultos. Para el médico por otra parte es un deber amargo, porque los niños a menudo tienen ante él, demasiado respeto y miedo. Tales análisis pueden ser mejor llevados a cabo por mujeres. Yo ya he formado a algunas damas, fundamentalmente con el objetivo del tratamiento de niños. Parece que esto para las mujeres se convierte en un nuevo y muy hermoso oficio. Yo hago que mis análisis de niños sean llevados a cabo por una asistente mujer y he llegado a través de larga experiencia a la conclusión que las mujeres deben a su empatía psicológica natural el ser mucho más adecuadas para este trabajo que los hombres» (Jung, 1911).

Al mismo tiempo con esta adjudicación y destaque unilateral, hay que subrayar que muchos de los desarrollos teóricos concebidos por mujeres que no pueden de ninguna manera alinearse de modo parcial a estos campos, fueron recepcionados tardíamente (por ejemplo los trabajos de Lou Andrea Salomé, Sabina Spielrein, Ruth Mack Brunswick, Annie Reich); este hecho seguramente llevó a distorsiones.

Helene Deutsch realizo dentro de la Asociación Psicoanalítica Vienesa en la Investigación de la Psicología de la Mujer y de la Sexualidad Femenina, trabajo de pionera, pero temas específicos de mujeres también se encuentran en las bibliografías de casi todos los demás analistas. El que del lado de las analistas vienesas no se haya llegado a ninguna crítica fundamental en las visiones de Freud, en cuanto al desarrollo psicosexual de la mujer y la femineidad es criticado fuertemente desde la visión de hoy: «Referido a las mujeres, la Psicología repetía, así como tantos otros movimientos progresistas intelectuales, las limitaciones mas antiguas y estrechas de su rol en la vida. Fundamentaban viejísimas tradiciones de dominancia masculina con la autoridad que brinda la novedad de una joven ciencia. La Psicología que se instauraba como comprensión científica de la psique humana y sus motivos, confrontaba a sus críticos, mas allá de sí mismos, con un sistema cerrado. Quien no estaba de acuerdo con sus axiomas, debía permitir que se le dijera que no comprendía sus motivos inconscientes personales» (Anderson y Zinsser 1995, 252).

Helene Deutsch y Ana Freud se comportaban conformes frente a las concepciones teóricas de Freud con quien ambas habían realizado su análisis. Por otra parte Jeanne Lampl de Groot se cuenta entre las analizandas de Freud autora de trabajos específicos sobre mujeres influyentes. Siempre se ha subrayado que Freud respetaba y estimaba a las mujeres, la divergencia, a la competencia y a las escisiones se llegó ante todo a través de los hombres. La distancia geográfica les permitió a algunas psicoanalistas formular sus reconocimientos divergentes más fácilmente (así Karen Horney en Berlín y Nueva York y Melanie Klein en Berlín y Londres. Karen Horney, quien desde los años 20 publicara sus trabajos discrepantes con Freud, recién en 1941 después de muchos años de conflicto se separará de la «New York Psycoanalytic Society». Fue la primera vez que una mujer se vio necesitada de un semejante paso.

La especial atención de las y los analistas de Viena fue hacia la Pedagogía psicoanalítica, la Psicología y el Tratamiento Terapéutico del Niño; muchos de tales proyectos fueron hechos realidad por mujeres, luego de la Primera Guerra Mundial, en la «Viena Roja» gobernada por la social-democracia hasta 1934. Lo mismo vale por otra parte para los Psicólogos de la escuela Bühler en la Universidad de Viena, los Psicólogos Individuales en torno a Alfred Adler y los Investigadores Sociales Empíricos alrededor de Marie Jahoda y Paul Lazarsfeld. En 1923, un año después de la apertura se le unió al Ambulatorio de la Asociación Psicoanalítica Vienesa la primera Asesoría para problemas del Aprendizaje, cuya dirección fue asumida desde el inicio por Hermine Hugh-Hellmuth. A su muerte la siguieron Flora Kraus y después Edita Sterba. En 1932 abrió una nueva Asesoría del Aprendizaje bajo la dirección de August Aichhorn. Margarethe Mahler-Schönberger inició un primer modelo de Consulta Asistencial para niños así como su colega Edita Sterba colaboró con el Instituto Asistencial de August Aichhorn perteneciente a los Circuitos Regionales Vieneses (comp. Kerbel 1992).

La formación psicoanalítica en niños fue sistematizada por Ana Freud y ante todo por los miembros femeninos de la Asociación y ejercía una gran fuerza de atracción en Viena. En su denominado «Seminario de Niños» se discutía y seguía el análisis de niños durante largos períodos. A las mujeres les fueron confiadas funciones directivas en la materia del análisis de niños en teoría y práctica así como en los programas de formación para Pedagogos, Maestros y Maestras Especializadas en Preescolares, sin embargo había también hombres que participaron muy particularmente (por ejemplo August Aichhorn, Siegfried Bernfeld, Willi Hoffer). Por iniciativa de la norteamericana 

Dorothy Burlingham se fundó en 1927 la primera «Escuela psicoanalítica», que construyó para sus 4 hijos como forma alternativa de Enseñanza. En la escuela Burlingham-Rosenfeld en Wien-Hietzing participaron miembros de la Asociación Vienesa en una pedagogía orientada psicoanaliticamente. (Göpper 1991, Heller 1994). 

En 1936 Edith Jackson también proveniente de los EE.UU. otorgó los medios para el establecimiento de un grupo de niños pequeños (Jackson-Day-Nursery). El Hogar Diurno fue instalado en la «Casa de los Niños» en el Rudolfsplatz de Viena. La fundadora de la casa fue Lili Roubiczek representante máxima de la Pedagogía Montessori en Viena; de 1931 a 1935 fue miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena. La Jackson-Nursery fue «la primera institución que estuvo en el centro del interés de la observación sistemática extra analítica de lactantes y niños pequeños en su desarrollo y adaptación social paulatina y con ello fue la antecesora de aquel trabajo, que (en el exilio) se realizó en el marco de la Clínica Hampstead de Ana Freud y sus colaboradores» (Huber 1979, pág. 395). Cuando en 1926 Heinrich Meng y Ernst Schneider fundan el Periódico de Pedagogía psicoanalítica, este foro se ofreció a los trabajos temáticos específicos de las mujeres. La redacción de la dirección sin embargo permaneció en los años de inicio en manos de hombres. Las iniciativas de las mujeres, su participación personal y creativa en el movimiento psicoanalítico pero también sus fuentes financieras (Burlingham y Jackson pusieron a disposición dinero para proyectos) ayudaron a ampliar las posibilidades de investigación y a traer nuevos candidatos para la formación psicoanalítica.

En la enseñanza y formación que se puede documentar sistemáticamente desde la apertura del ambulatorio (en el cual también se daban los primeros cursos de enseñanza), solo estaba nominada Helene Deutsch como analista de formación en el año laboral de 1923/24. Pero en 1936 la distribución con ocho mujeres y 9 hombres como analistas de formación y de control, practicamente se empareja.

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