LA FASE FEMENINA

LA FASE FEMENINA
    En esta fase el niño tiene una fijación oral de succión sobre el pene del padre, tal como la niña. Considero que esta fijación es la base de la verdadera homosexualidad en él. Esta idea estaría de acuerdo con lo que dijo Freud en Un recuerdo de infancia de Leonardo da Vinci, (O. C., 11), donde llega a la conclusión de que la homosexualidad de Leonardo se remonta a una fijación excesiva en la madre últimamente sobre su pecho y cree que esa fijación sufre un desplazamiento del pecho al pene como objeto de gratificación. En mi experiencia, todo niño pasa de una fijación oral de succión al pecho de la madre a una fijación oral de succión al pene del padre.
    Además, el niño imagina que la madre incorpora el pene del padre o, mejor, un número de ellos en su interior, así que junto con sus relaciones reales hacia el padre y hacia el pene del padre, desarrolla una relación imaginaria hacia el pene del padre guardado en el interior de la madre.
    Puesto que sus deseos orales por el pene del padre son uno de los motivos de sus ataques al cuerpo de la madre porque quiere sacarle por la fuerza el pene que imagina dentro de ella y en consecuencia dañarla sus ataques representan también, en cierto modo, sus primeras situaciones de rivalidad con ella, y así, pues, constituyen la base de su complejo femenino .
El apoderarse por fuerza del pene del padre y de los excrementos y niños del cuerpo de la madre, lo convierte en el rival de su madre y hace surgir un intenso miedo de retaliación. El hecho de haber destruido el interior del cuerpo de su madre, además de haberlo saqueado, se convierte en un motivo de ansiedad profunda para él. Y cuando su destrucción imaginaria del cuerpo de la madre ha sido más sádica, mayor será su temor a ella como rival.