LA FRUSTRACIÓN

LA FRUSTRACIÓN.

Es característica del humano ordenar su comportamiento encauzándolo hacia las metas que considera que han de satisfacer sus impulsos en la búsqueda de los objetivos que persigue. Es frecuente, no obstante, que el hombre no pueda satisfacer íntegramente estos impulsos, ya sea por circunstancias ajenas a su voluntad o, también, por causas imputables a él mismo.
En ocasiones pretendemos alcanzar determinadas metas y, al no lograrlo, experimentos un desajuste de orden psíquico que pude manifestarse en forma de frustración o de conflicto.
Pueden existir restricciones dentro del orden social o del existir restricciones dentro del orden social o del económico y hasta del político e incluso de tipo físico o mental, que nos impidan alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto.
Cualquiera que sea la causa que imposibilite la satisfacción de nuestros impulsos, el resultado siempre será el desajuste emocional que se ha de manifestar en forma de frustración o de conflicto que nos producirá el estado de ansiedad que puede llevarnos a la utilización de los mecanismos mentales de defensa y evasión que pongan en peligro nuestro desarrollo emocional.
En realidad, la única manera de conseguir un ajuste personal funcional, es mediante la creación de
buenos hábitos emocionales.

Siempre se presenta como resultante de la imposibilidad de alcanzar una determinada meta. La
frustración aparece, por ejemplo, cuando la actuación de una persona impide la satisfacción de un deseo de otra.
Puede ocurrir que, si en alguna ocasión un hijo de familia le pide prestado su automóvil a su padre y este se lo niega, se sienta frustrado. Cosa igual puede ocurrirle a la esposa que espera a su marido el cumplimiento de responsabilidades para los cuales este no se encuentra preparado y así se lo hace saber a su cónyuge, pero si ella no acepta las razones que se le dan, se sentirá frustrada.
Las reacciones ante las experiencias que han dejado un ánimo frustraste son diversas. Si el motivo que da lugar la frustración es débil, el sujeto tiende a disminuir el esfuerzo que desarrolla para lograr su objeto; pero si el motivo es fuerte, el sujeto redoblara su esfuerzo para obtener lo que pretende. La frustración puede dar lugar a una conducta agresiva, la cual se manifestara en el frustrado en forma de reacción que no solamente estará encaminada hacia considera que es responsable, sino también, en ocasiones, hacia alguien otro que puede ser totalmente ajeno.