La sexualidad femenina: Anna Freud

La sexualidad femenina

Autora: Deborah Fleischer

La sexualidad femenina

Anna Freud (biografía)

Nos basaremos en la biografía de A. Freud  de E. Young Bruehl. 

Por esta lectura nos enteramos que hubo un período en que Freud analizó a su hija.

“…   Freud no le dedicó un estudio individual. Nos orientan los documentos escritos por ella misma, sus poemas y su artículo: Los fantasmas de punición de los ensueños. Fue el primer artículo escrito por A.F. como analista.

A. F. protegió su vida privada, diciendo que ese artículo era producto de su práctica analítica. Solo que lo escribió 6 meses después  de que tuvo su primer paciente y lo presento en el  Congreso Internacional de 1922, para ser admitida como miembro de la IPA

E.Y.B. dice el quinto paciente del que habla Freud en Pegan a un niño solo había venido a analizarse por una cierta indecisión en su vida. Hay muchas posibilidades de que de quién habla sea A. Freud.

A.F. hace referencia a una paciente psicasténica, se está refiriendo a su propio caso. Presenta a una niña que adoraba a su padre…la relación incestuosa se transforma en una escena sádico-anal que encuentra satisfacción como fantasma conciente masturbatorio de punición”…….Es reemplazado luego por historias que aparentemente no tenían relación alguna con historias de punición….si bien admite que los fantasmas de punición irrumpen para interrumpir esas historias agradables….y se castiga ella misma, rechazando entonces refugiarse en esas historias agradables durante cierto tiempo. …El analista dice que los fantasmas de punición y las historias agradables tienen una estructura semejante….Las historias agradables son con un hombre joven, débil que hace una tontería y se encuentra sometido a un hombre de más edad….finalmente es perdonado con una escena de reconciliación y armonía. La paciente comprende la similitud de estructura….que  esas historias pueden ser intercambiables.

En los períodos difíciles en que se encontraba disminuida en sus capacidades, las historias agradables no cumplían más su función….una conclusión en los momentos paroxísticos de su fantasía, donde el placer era reemplazado por la vieja situación de punición, surgen y la llevan a la descarga efectiva de excitación. Pero esos incidentes eran rápidamente olvidados….La paciente de la  cual habla A.F. pasaba de sus ensueños a escribir pequeñas historias. no tenían  la misma estructura , solo estaban construidas alrededor de los episodios aislados de punición y la reconciliación….quizás era una tentativa de poner apunto a través de la producción poética ,una novela.

Una carta de A. Freud a su padre dice que esta escribiendo la historia de su infancia. Se trata de una historia que se modela sobre la historia de un caballero medieval.”

Las historias de la edad Media apasionaban a A.F. Crea su historia alrededor de un caballero. Esto se junta con la historia de Freud, se trata de una niña que se desvía de su rol femenino para ser un varón.

El ejemplo de Freud es su hija. Lo que llama la atención es la facilidad con que renuncia a su papel de niña para transformarse en esa virgen obediente que será la característica de A.F.

También llama la atención  el fin de análisis de A.F. y el momento en que habla en público para superar sus inhibiciones, su posición no es del orden de la mascarada femenina.

El personaje que muestra Freud se encuentra  con un fantasma de ser castigada antes de poder entrar en competición con otros. Freud tuvo una idea, hacer que Ana frecuente a Lou Andrea Salome para que aprenda sobre la vida, que hable con mujeres para que pueda superar sus inhibiciones. Su tratamiento  fue bastante breve. Invita a L.A. Salome. a pasar las vacaciones con la familia diciendo que eso hará mucho bien a Ana.

Ana le escribe a L.A.S.: ”Estoy muy ocupada, el problema es que la semana pasada mis historias agradables volvieron….si bien ellas fueron analizadas, rotas, publicadas, maltratadas de todas formas. Sé que es vergonzoso, especialmente  cuando me abandono entre mis pacientes, pero es igualmente bello, y esto me da mucho placer”.

Se ve, dirá Eric Laurent, en su seminario, que frente a la muerte de su padre, el fantasma reencuentra  todo su vigor.

Entre 1919 y 1924 Freud radicaliza su punto de vista. Hace del masoquismo no solo un fantasma como cualquiera. lo hace el acceso privilegiado a un real que es la pulsión de muerte.

.”…..El principio de Nirvana, que resalta la pulsión de muerte, sufre en el ser vivo una modificación que lo transforma en principio de placer. El  principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsión de muerte, el principio de placer representa la reivindicación de la libido y la modificación, el principio de realidad representa la influencia del mundo exterior.”

Ninguno de los tres principios es anulado por el otro. Designa al principio de placer como guardián de la vida.”Así como el guardián del sueño no impide los sueños de angustia, el guardián de la vida no impide la puesta al día del masoquismo en tanto es la relación privilegiada a esta aspiración al principio de Nirvana”.

En este sentido la pulsión parcial, el masoquismo, es la excelencia en pulsiones parciales ya que es la que devela  que toda pulsión tiene una cara de pulsión de muerte.

La pregunta es cómo se sitúa el masoquismo femenino, una vez introducida la pulsión de muerte “… En estos casos en los cuales el fantasma masoquista tuvo una elaboración especialmente rica, colocan a la persona en una posición femenina. “Es por esta razón que llame masoquismo femenino a esta forma de masoquismo en el cual tantos elementos reenvían a la vida infantil”. “Llame masoquismo femenino lo que de hecho no es forzosamente femenino,  reenvía a la infancia, pero  esto tiene una significación: estar castrada, sufrir el coito o parir.“…El masoquismo femenino reposa enteramente sobre el masoquismo primario, erógeno, el placer del dolor.”

Esta posición (1924) es una forma de responder a la pregunta de su hija: de dónde  provienen estos fantasmas, ensueños, si fueron analizados? Es su vertiente totalmente erógena que da cuenta para Freud de la dificultad de liberar a la niña de su relación a esos fantasmas.

En 1924, en  El problema económico del masoquismo, en nombre de una unidad económica, como el placer en el dolor, construye un monstruo de tres cabezas: el masoquismo como excitación sexual que es la perversión, el masoquismo femenino, que es la expresión del ser de la mujer, y el masoquismo moral norma o ideal de comportamiento.

Freud encontró oposición a estas ideas de un ser femenino definido por ese masoquismo, por ese placer en el dolor. Para  Karen Horney y  H. Deutch,  una posición femenina  no esta en la pasividad y el sufrimiento sino en la actividad.

Allí donde Freud reconoce “un niño es pegado” con relación al C. de Edipo y los fantasmas perversos que le son asociados (1919) Lacan traduce este fantasma como síntoma masculino, encontrando un fantasma en la neurosis de los hombres:  ”mi padre me pega”. Pero el síntoma masculino concierne también a la mujer en la medida en que el componente primario de toda estructura clínica es el masoquismo: la identificación 

(o no) al nombre del padre lleva consigo una cierta identificación a la perdida de satisfacción prohibida, a la perdida de la madre en tanto objeto primario de unidad.

Lacan denuncia la noción de masoquismo femenino: el masoquismo es un fantasma del hombre o deseo del hombre (Propuestas directivas para un congreso sobre la sexualidad femenina -1958/60)

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