Lilith – Antígona – Medea: ¿Tres versiones de la feminidad?

Lilith – Antígona – Medea: ¿Tres versiones de la feminidad? 

AUTOR: Por Stella Maris Rodríguez

Me propongo trabajar y continuar investigando la temática de la Feminidad, poniendo en serie: “Mujeres, pasiones y locuras”.Esta serie se fue gestando a partir de un seminario dictado el año pasado sobre “Sexualidad femenina”, conjuntamente con la Lic. Jacqueline Danniaux. El mismo me fue llevando por diferentes textos, autores, discursos, generándome la iniciativa de continuar investigando a partir de otros discursos.

Fue así como me encontré con Lilith, primera esposa de Adán, de quién la religión católica no habla, pero aparece en los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Lo reprimido retorna en estas producciones del Arte, dándose a ver, lo que supuestamente debería quedar velado. Según relata la historia Lilith y Adán nunca estuvieron bien juntos, ya que, ella no estaba de acuerdo con la posición a la que la obligaba Adán a tomar en las relaciones sexuales. Lilith se cansó de que Dios no escuchara sus demandas y un día se fue del Edén para no regresar jamás. En el Génesis existen dos versiones con respecto a las compañeras de Adán. Una que dice que Adán luego de entrar en un sueño profundo, Dios extracción de una de sus costillas creó a una mujer y dijo: “Ésta se llamará varona, porque del varón ha sido tomada. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser una sola carne”.La llamó Eva: “la madre de todos los vivientes” (Génesis). La otra versión dice que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen el sexto día, pero que ésta no era Eva, sino que sería Lilita. En el libro de Robert Graves sobre los mitos hebreos da una detallada lista de diferentes mitos acerca de la creación del hombre y la mujer. Parece ser que Lilita fue creada con inmundicia y sedimento en lugar de polvo puro. Sabemos que Lilita abandona a Adán, éste se queja y Dios manda en seguida a los ángeles a rescatar a Lilita, pero ella no quiere ser rescatada de ninguna forma. Ella se encontraba en el Mar Rojo, donde abundan demonios lascivos dando a luz cientos de hijos lilim por día. Los ángeles la amenazaron con ahogarla y matarla sino volvía a lo cual ella respondió: “ Cómo puedo morir cuando Dios me ha encargado que me haga cargo de todos los niños recién nacidos, de los niños hasta el octavo día de vida, el de la circuncisión, y de las niñas hasta el vigésimo día?,los ángeles acceden pero Dios la castiga con la muerte de sus hijos demonios a diario. 

La etimología griega de la palabra Lilit deriva de layil, noche, aparece como monstruo nocturno, peludo, al igual que en el folklore árabe. Lilit vive en la ruinas del desierto con búfalos, avestruces, serpientes, cuervos, búhos.

Me resultó muy interesante pensar que desde los orígenes nos encontramos con la “otra mujer”y que esta aparición tiene que ver con cierta necesidad lógica para repartir el goce. No hay calce perfecto, para el ser humano siempre hay un margen de error, entre la satisfacción anhelada y la encontrada siempre hay una hiancia. El desencuentro entre el hombre y la mujer están de entrada en la historia de la humanidad.

Tomaré básicamente a Lilith, Antígona y Medea para intentar contornear a las mujeres, al modo del alfarero, alrededor del vacío.

Entonces Lilith representa desde los orígenes “La Otra”, mujer, que queda por fuera, al menos en la religión cristiana. Este quedar afuera ser me ocurre pensarla como ésta exterioridad interna, al sistema, para que él mismo pueda funcionar.

Es ella la representante de los “demonios femeninos”, a los súcubos, destinada a matar niños. Se piensa también que la serpiente es la representante de Lilit, quién logra así vengarse, provocando la expulsión de Adán y Eva del Edén.

A lo largo del origen de los tiempos las mujeres hemos sido nombradas como: demoníacas, brujas, salvajes, animales, histéricas, locas. Significantes que impactan en la construcción de la subjetividad femenina, dejando marcas, huellas que van delimitando un cuerpo erógeno.

A partir del seminario se fue formando una hipótesis: “¿No será que las mujeres, el Otro sexo, por la amistad que tenemos con lo real, hace que de alguna manera u otra pongamos en evidencia “Eso” imposible de simbolizar, despertando en el otro todo este tipo de fantasmas?”.

A Lilith se la borra de un plumazo, por manifestar su negativa a complacer al hombre en la relación sexual.

Sabemos de los tres destinos de la feminidad para Freud (Inhibición de la sexualidad/Complejo de masculinidad/Maternidad). Los impasses del maestro Freud le permitieron a Lacan seguir avanzando retomando estos puntos ciegos. Diferenciándose de Freud, dice que para él la madre tapa a la mujer. Lacan también propone tres salidas para la feminidad:

La mascarada: tratamiento de la falta del lado del parecer ser

La maternidad: vía la ecuación simbólica, tratam. de la falta del lado del tener

La relación con el partenaire: hacerse desear.

¿Por qué valernos de Antígona y de Medea? Porque algo nos enseñan las tragedias de la dimensión trágica del deseo. 

¿Por qué las mujeres son más proclives a protagonizar tragedias? ¿Será porque el pathos tiende a ser manifestado por más por las mujeres que por los hombres? La figura de Antígona es solidaria de la posición histérica, mientras que Medea es solidaria de la posición femenina.

Nuestra bella Antígona es el fiel retrato de todos los sacrificios que es capaz una mujer en pos de un Ideal, por Amor a otro. Su deseo y su goce van por otro lado, escamotea el cuerpo porque el cuerpo es goce (lenguaje como restado e inyección de goce). Antígona se “Entierra viva” la peor de las torturas humanas. El extravío que le provoca ser hija y hermana de Edipo. El acto de Antígona es un acto en relación a su Hermano, no lo hubiera hecho por su marido ni aún por sus hijos, porque podría tener otros, pero un Hermano ya no, ahora que Edipo y Yocasta están en el Hades. Punto insustituible de un duelo, para ella éste hermano no tiene sustitución alguna.

Cuantas Antígonas recibimos diariamente en nuestros consultorios, cuantas son víctimas reales de la trata de personas, la prostitución, etc.

Nos abocaremos a las primeras muertas en vida, quejándose todo el tiempo por lo que no pudieron hacer, por las sacrificios que han tenido que hacer diariamente por sus hijos, por su marido, por su jefe, por sus padres, por sus hermanos, etc. Excusas, sólo excusas que dicen de su posición sacrificial y servicial, obediencia de vida absoluta ante el amo castrado, que jamás gobierna. Bla bla bla…de insatisfacciones permanentes, buscando a alguna que juegue de Sra. K, clave de la feminidad, la que tiene todas las respuestas, consolidando a La Mujer sin barrar, haciéndola existir, es por eso que Dora nunca se separa de la Sra. K, no por ser homosexual sino porque representa a La Mujer.

La lógica de la histeria es la lógica atributiva (ser/tener) ubicándose allí donde ella supone que el otro desea porque le falta, cubriendo la falta del otro.

¿Qué le pasa a ella con su deseo? Qué es ser una mujer? ¿Es ser una buena esposa/madre/profesional? Allí entra toda la lista de cosas que muchas veces son exigencias que nada tienen que ver con la feminidad, sino más bien con el cumplimiento de mandatos superyoicos. Sabemos que no hay una respuesta única, lo leeremos a posteriori en la singularidad de cada caso

Lacan hace referencia a que las verdaderas mujeres tienen algo de “extravío”. Es allí donde nos encontramos con Medea, quién se despoja de “todo”por amor a un hombre: Jasón. El acto de Medea es en estricta relación a un hombre, por mata a sus hijos y a su amante. No para hacer una apología del acto de Medea, pero es interesante pensar como Lacan la trae para ejemplificar determinados conceptos teóricos con respecto a la feminidad. El acto de Medea no está enmarcado en una lógica fálica sino en una lógica del No-Todo, pasaje a otra lógica que es solidaria de la Posición femenina. En Medea prevalece su deseo femenino más que su deseo maternal y es en ese momento donde se despoja de todo”tener”.

La posición de Antígona es distinta, ella se aferra al “tener”, si bien es cierto que tanto Lilita, Antífona como Medea traspasan ciertos límites accediendo de ésta manera una zona desconocida, Antígona no va más allá de las leyes inferiores (nacimientos-casamientos-funerales), más bien es Creonte, quién sufre luego de la hamarita (error de juicio). En los casos de Medea y Lilith, quiebran esa zona, dando cuenta de ese Goce Otro, suplementario

Recapitulando podemos decir que ser mujer no es ser solamente madre, ni histérica, la feminidad va más allá de la maternidad y de la histeria. En realidad histeria y maternidad van de la mano. Quizás por eso Lacan nos advirtió que hay un tratamiento preliminar a todo tratamiento posible de niños, que tiene que ver con el tratamiento de la feminidad. La fascinación del psicoanálisis por la madre durante muchos años produjo un efecto de enceguecimiento, donde quedaron veladas ciertas cuestiones en relación a la sexualidad femenina. La madre tapa a la mujer, podemos escribirla como una ecuación.

Allá por el año 1969 se realiza el congreso sobre “Infancia Alienada”. Durante dos días los psicoanalistas más destacados de la época intercambian ideas sobre el trabajo con niños. A Lacan le llama en sobremanera la atención que nadie en dos días haya pronunciado palabra “Goce”, olvidando que el niño viene a ocupar el lugar de condensador de goce. Lacan responde diciendo que ocuparse de niños nada tiene que ver con la Educación sino con lo “Sexual”.

Entonces cómo pensar lo que anuda una madre a su hijo? El hijo vía ecuación simbólica será el falo añorado, tapando la castración materna, pero esto solo pude ser un momento importantísimo, pero es necesario dejar caer al falito. Más allá o más acá de la ecuación simbólica Niño=Falo podemos comenzar a pensar la locura materna. Cuando un hombre no anuda a su mujer el desencadenamiento de la locura materna puede estar a la vuelta de la esquina. Las consecuencias del amor materno sobre el niño pueden producir estragos si no hay un hombre que acote a su mujer y un padre que vele por su niño, capaz de interceptar la boca de la cocodrilo con una buena estaca que impida que su madre se lo devore, que el código del ADN porte el Nombre del padre. El amor materno es voraz. Pero si esa madre tiene ojos no solamente para su niño sino también para su hombre, el niño podrá ser él y sujeto advendrá. Operó la metáfora paterna no solamente para el niño sino también para la madre. Sabemos que no siempre esto ocurre lamentablemente.

Las llamadas depresiones post-parto o psicosis puerperales muchas veces se extienden más de lo esperado y a posteriori leemos estructuraciones psicóticas o de borde en los niños. El real que se pone en juego en el momento del parto es tan fuerte que si la mujer no cuenta con una estructura simbólica sólida, tambalea. Y no estoy hablando de desencadenamiento psicótico, es muy común en neurosis. 

La versión de la madre lacaniana es una madre fiera-cocodrilo-estrago, significantes que marcan el deseo criminal. Nuevamente nos encontramos con el deseo de muerte. Muchas veces queda reprimido el tormento que es para una mujer ser madre, bajo el manto de ser una “buena madre”. 

¿Pero que es ser una madre?

La voz de la madre es la primera caricia que va dibujando un cuerpo donde todavía no lo hay, que inscribe miradas que dicen más que mil palabras, apostando a un sujeto, la madre pascalina decodificará el llanto del bebe, inaugurando la serie necesidad-demanda-deseo. Creación exnhilo, función materna, que tratará de no dejarse invadir demasiado ni por las angustias ni placeres que otorga el pequeño infans si logra resguardar un lugarcito para su hombre cuyo semen no sólo es ADN sino también un Nombre. 

¿Es Lilith la madre del deseo femenino?

Bibliografía:

J. Lacan: Seminarios IV, V, XX.

S. Freud: La feminidad

Sexualidad femenina 

Sófocles: Antígona

Eurípides: Medea

Rosa Montero: Historias de mujeres

J.A.Miller: De mujeres y semblantes.

Robert Graves, rápale Patai: Los mitos hebreos. El libro del Génesis.

Carlos Bembibre: Mujeres trágicas en duelo.

Ginette Raimbault, Carolina Eliacheff: Las indomables.Figuras de la anorexia.

FUENTE: Revista  ImagoAgenda