Patogénesis. Trastorno esquizotípico

Patogénesis. Trastorno esquizotípico

He hablado sobre la etiología el trastorno esquizotípico. He hecho mención a causas biológicas, psicológicas y sociales. Sin embargo, ¿cuál es el mecanismo que está a la base de la problemática? ¿de qué manera se articulan todos estos factores para que el trastorno emerja?. No se sabe aun. Si no se han encontrado los elementos definitivos del trastorno, mucho menos se ha elaborado una teoría acerca de su relación. Sin embargo, aquí hay un intento por analizar el fenómeno. Probablemente esta no sea la explicación, pero intentaré realizarla a partir de los elementos ya mencionados en la etiología.

Como ya mencioné en la etiología, algunos autores encontraron un defecto neural genético a la base del trastorno esquizotípico (la Esquizotaxia), la cual ha sido producto de un desarrollo anómalo pre y postnatal del individuo (ya sea por vulnerabilidad genética, infecciones del útero, etc.). Para Donnoli (1998), este defecto consiste en una anormalidad en la neurotransmisión glutamatérgica y un descenso del tono inhibitorio gabaérgico, el cual es fundamental para la selección y filtrado de la información. Lógicamente, una anormalidad en ello, repercutirá en el funcionamiento cognitivoperceptual del individuo.

De esta forma, el componente genético trae como consecuencia desórdenes en el ingreso y elaboración de la información, y desorganización conceptual. Así, la persona con trastorno esquizotípico vivirá experiencias perceptuales inusuales e ilusiones (lo que BelzMerk llamaba “experiencias inusuales espontáneas”), también se inclinará por pensamientos vagos, circunstanciales, metafóricos y estereotipados. Estas distorsiones o dificultades de cognición llevarán a la persona a presentar las peculiaridades de la personalidad esquizotípica. (Siever, 1981, citado en Sue, 1994). Los individuos con personalidad esquizotípica reaccionarán de cierta manera a estas experiencias inusuales espontáneas. Probablemente llevarán a la persona a querer saber qué es lo que le está pasando, que sienta curiosidad por temas ocultos, etc. Por tanto, la persona con un trastorno esquizotípico podría llegar a tener lo que BelzMerk llamaba “experiencias inusuales autoinducidas o inducidas externamente”.

Por otro lado, ya algunos autores expresaban que el funcionamiento cognitivoperceptual es un soporte fundamental para el desarrollo de la personalidad (Donnoli y otros, 1998). Por lo tanto, un defecto en este procesamiento del ingreso y la elaboración de la información traerá consecuencias negativas en la constitución de la personalidad. Las experiencias inusuales espontáneas de las personas con trastorno esquizotípico serán determinantes en el desarrollo del individuo, en cómo perciba y procese toda la información que el ambiente le proporcione. De esta forma, una persona que no procese de una manera adecuada los estímulos, podrá interpretar de manera errónea lo que otras personas dicen y hacen. Ya lo afirmaba DíazMarsá (1996),
“las personas con trastorno esquizotípico con frecuencia alteran las percepciones que tienen de las personas”.

No sería de extrañar, entonces, que estos individuos tengan problemas en las relaciones con sus padres. Quizá por esto DíazMarsá (1996) señalaba que el trastorno esquizotípico no es producto de experiencias infantiles desagradables (como el mal cuido, mala alimentación, mal control de esfínteres), sino más bien es este trastorno el que repercute en las relaciones familiares anormales. Estas relaciones anómalas entre el sujeto con trastorno esquizotípico y las demás personas debido a la mala interpretación que este hace de lo que los otros dicen y hacen conlleve a que la persona actúe luego con suspicacia, tenga ideas paranoides y no posea relaciones íntimas con nadie. Por otro lado, si la persona está hasta cierto punto aislada, llevará a que este no asimile de forma adecuada las normas sociales, y por tanto muestre por un lado un comportamiento y apariencia extraña o excéntrica, y que por otro lado muestren un afecto inadecuado, frío y constreñido.

Todas estas experiencias en relaciones deficientes con el resto de personas, repercutirán a la larga en el mismo proceso de formación de la personalidad, reforzando las creencias erradas que la persona ya tenía. Así por ejemplo, si una persona con trastorno esquizotípico interpreta una sonrisa como una burla –debido al mal preso de información producto de anomalías cerebrales, esta idea reforzará las creencias erradas que las personas son dañinas.

Resumiendo, el trastorno esquizotípico es producto de una anomalía en la neurotransmisión glutamatérgica y un descenso del tono inhibitorio gabaérgico. Como consecuencia, la persona elabora e interpreta de manera errada la información del exterior. De esta forma la persona experimenta vivencias perceptuales insólitas, elabora creencias extrañas, presenta pensamiento mágico, etc. experiencias que van conformando su personalidad. Al mismo tiempo esta persona interpreta de forma errada lo que otras personas hacen y dicen, repercutiendo de forma negativa en sus relaciones sociales Las anomalías en estas relaciones llevarán a que la persona se aísle, sea suspicaz, y muestre afecto inadecuado y frío. Al final, esto influenciará la constitución de la personalidad y nuevamente se repetirá el ciclo.

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