Psicología del desarrollo de la niñez (psicología evolutiva)

Psicología del desarrollo de la niñez (psicología evolutiva).
La psicología evolutiva tiene como objeto de estudio el desarrollo humano, especialmente la etapa infanto-juvenil del ciclo vital.
Al decir que un niño se ha desarrollado en algún aspecto, los psicólogos emplean el término desarrollo para referirse a un patrón de cambio, como movimiento progresivo que comienza en la concepción y continúa a lo largo de la vida, patrón que es complejo ya que es el producto de varios procesos como el crecimiento físico, la maduración y la experiencia del sujeto.
El crecimiento físico: crecimiento en talla y peso y cambios cuantitativos y graduales de otros rasgos corporales. Son, también, parte de este proceso el crecimiento de la cabeza y las extremidades, los cambios del tamaño del cerebro, el corazón y los pulmones. Los patrones de crecimiento son importantes  ya que los cambios en este terreno pueden aprovecharse como instrumentos clínicos para determinar si un niño está sano y si se está desarrollando normalmente. Si un niño proviene de un ambiente cadenciado, una talla y peso inferiores a lo esperable son indicadores de desnutrición.
Los factores deben ser tenidos en cuenta a nivel individual, la antropometría en sí misma no provee información específica sobre la causa del déficit. En la aplicación clínica, la antropometría es una herramienta de tamizaje para detectar los niños en mayor riesgo de alteraciones nutricionales o de salud; no debe ser vista como una etiqueta diagnóstica de mal nutrición.
La maduración: comprende cambios cualitativos por el programa genético. Tanto el cerebro como el sistema nervioso central crecen y se van diferenciando; cambian las proporciones anatómicas, a la vez que se experimentan modificaciones químicas y hormonales a medida que se acerca a la madurez biológica.
Las experiencias: constituyen el ingrediente más amplio. Abarca toda la gama que va desde las relacionadas con el ambiente biológico hasta las producidas por el ambiente social (familia, escuela, pares, comunidad y medios de comunicación social). Las influencias pueden estudiarse a escala microscópica o a escala macroscópica.
Las experiencias son cruciales para el desarrollo. Sin ellas no podrían darse el crecimiento ni la maduración. La ausencia del contacto humano ha tenido efecto dramático y documentado de producir niños mentalmente retardados y con ausencia del lenguaje hablado.
Los estudios contemporáneos ponen el acento en el patrón de cambio o movimiento progresivo en la vida del niño. Los psicólogos del desarrollo tratan actualmente de describir y predecir este cambio y de explicar cómo la maduración y el crecimiento son modelados por las experiencias del niño.

Fuente: – Garcia, M.J., ¨¿Qué se entiende por desarrollo?¨.