Se puede pensar que los síntomas depresivos son similares pero varían de una persona a la otra, debido a que no existe una única depresión por haber diversas formas clínicas de las mismas. Algunas veces, como respuesta a causas desencadenantes (la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo o la ruptura de una relación de pareja), por lo que los síntomas ser esperables o inevitables. Considerada como depresión circunstancial, episodio más o menos prolongado desencadenado por una pérdida o desilusión. La psicoterapia en estos casos resulta un buen recurso, superando de manera más rápida y con menos consecuencias, los momentos difíciles.
En la mayoría de los casos, los síntomas de depresión se instalan sin ninguna causa aparente. Son, por lo general, las formas más severa, más prolongadas y donde el sufrimiento puede resultar muy penoso, insoportable y discapacitante. Lo que no significa que las psicoterapias no hayan sido de utilidad, pero es válido suponer la existencia de factores físicos u orgánicos que colaboran en el estado emocional y a los que la psicoterapia no puede acceder. Como solución aproximada para abordar la problemática sería continuar con la psicoterapia además de recurrir a la psiquiatría, como especialidad para detectar la existencia de esos factores orgánicos presentes, aunque ocultos. En la actualidad no alcanza el diagnóstico ni el tratamiento efectuado únicamente sobre el relato de los síntomas que realiza el paciente o sus familiares, ya que los síntomas similares de represión pueden tener diversos orígenes. Como en todo trastorno de salud, es muy difícil indicar un tratamiento preciso y adecuado si se desconocen las causas o los mecanismos que subyacen al trastorno.
Debido a los avances de las investigaciones, se detectan en la mayoría de las depresiones cambios hormonales y químicos que afectan el estado de ánimo. Por lo que no es prudente prescindir de exámenes y análisis que permiten detectar el por qué se generan, mantienen o prolongan los síntomas depresivos. Estos estudios le proporcionan al especialista puna información objetiva y específica sobre el trasfondo de las causas de la depresión. Anteriormente, estos estudios no existían y al paciente se lo medicaba con antidepresivos u otros psicofármacos según el criterio y la experiencia del especialista, basándose sólo en la información y la observación obtenida en el, contacto personal con el paciente. Sin dejar de considerar la importancia de los datos que aportan la descripción y la escucha del paciente, hoy es indiscutible la importancia de los estudios que complementan el tratamiento a seguir y facilitan la obtención de mejores resultados terapéuticos.
Fuente: Dr. Norberto Abdala ¨ Una mirada integral ¨, articulo de Revista ¨ Viva ¨, suplemento del diario Clarín. (2009)