Psicopatología y Semiología Psiquiátrica: Diagnóstico psicopatológico, sindromático y nosológico (Disfunciones yoicas)

IV- DIAGNÓSTICO PSICOPATOLÓGICO, SINDROMÁTICO Y NOSOLÓGICO

3. Disfunciones yoicas
A. Disfuncionalidad yoica neurótica (Trastorno del principio de realidad)
El yo adquiere su perfil definitivo a través del desarrollo, integrando las polaridades que hemos señalado. Si la integración es defectuosa, a raíz de conflictos y/o predisposiciones en su crecimiento, tiende a quedarse adherido a uno de los polos de la dimensión. Por ejemplo, una relación conflictiva en la relación de dependencia con su madre lo puede fijar a una dependencia que le dificulta su autonomía. Como consecuencia de esta fijación el yo tenderá a percibir la realidad y a manejarla de acuerdo a su estilo dependiente. Cuando se le presenten situaciones nuevas que le demandan autonomía, en la medida que pueda las soslayará, si por su intensidad no las puede evitar, por serle desconocidas las percibirá en forma distorsionada y desproporcionada. Lo mismo cuando desee proyectarse a futuro, siempre lo hará planificando y programando de acuerdo a su estilo dependiente, evitando situaciones que deba vivir independientemente. O sea, la realidad tiene en este caso un sesgo para el yo, y su funcionalidad se ve afectada comprometiendo su flexibilidad adaptativa, fortaleza y estabilidad. Este compromiso lo denominamos trastorno de la apreciación de realidad del yo, y la disfuncionalidad yoica que implica la llamamos disfuncionalidad yoica neurótica.
Los estilos de disfuncionalidad yoica neurótica son: dependiente, independiente, ambivalente, adhesivo y evitador, en sus variantes activas o pasivas, que hemos descrito en el capítulo II.

B. Disfuncionalidad yoica fronteriza (Trastorno del sentido de realidad)
Al igual que el yo neurótico, el fronterizo ha quedado sin integrar las dimensiones polares que lo constituyen, pero de una manera más grave y más radical. Su dificultad en el manejo y percepción de la realidad será mucho peor. Su independencia será llevada a tal extremo que no necesitará de nadie llegando a sentirse superior a los demás o a veces envidiado y perseguido. Si su fijación es en la dependencia, se sentirá inutilizado si no se apoya en alguien, su comportamiento será infantil, viviendo casi como un niño al que le manejan su vida. Si es un evitador, su aislamiento lo llevará a una vida extraña, casi bizarra.
La rigidez y gravedad de su polarización lo llevan a un manejo sumamente conflictivo de la realidad. Es habitual que la perciban como amenazante, castigadora, angustiante y muy exigente. Su proyección a futuro es pobre, llena de contradicciones y sin capacidad de perseverar. Su percepción de sí mismo tiene estas mismas características, puede ser grandiosa y por lo tanto fuente de grandes envidias, o muy degradada y, por ende, perseguida y autodestruida. El manejo y construcción de la realidad tan gravemente comprometido lo denominamos trastorno del sentido de la realidad, aludiendo con este término la dificultad central del fronterizo de captar tanto el sentido de sí mismo y del entorno, como de proyectar con sentido su propia existencia. En este yo, predomina más que el amor, la construcción y el desarrollo, la agresividad, la destrucción y la regresión. En el neurótico si bien la realidad está comprometida y el yo la maneja con un grado importante de conflicto, ésta no pierde su sentido, y construye un proyecto vital a pesar de las dificultades vividas.
Los estilos de disfuncionalidad yoica fronteriza son el límite, paranoico, esquizoide y orgánico, que hemos descrito en el capítulo II.

C. Disfuncionalidad yoica psicótica (Trastorno del juicio de realidad)
El juicio de realidad puede verse comprometido en forma sintomática, por ejemplo, un delirio de ruina en una depresión psicótica, o en forma más estructural y permanente afectando la funcionalidad yoica. Acá nos referimos a este último. El yo del sujeto, por graves conflictos y/o predisposición determinada, resuelve de manera extremadamente patológica las dimensiones que lo constituyen, quedando fijado a polos extremos que se traducen en dependencias simbióticas, independencias paranoicas, evitaciones autísticas y ambivalencias catatónicas. A raíz de estas graves fijaciones, su vínculo con la realidad será extremadamente distorsionado, llegando a comprometerse la vivencia de realidad que se expresa en un juicio de realidad perturbado, afectando así el pensamiento. Tendremos acá las ideas delirantes primarias, con sus características propias de certeza subjetiva incomparable, apodícticas y de contenido absurdo, contradictorio e imposible. En estas condiciones el manejo de la realidad por parte del yo tan gravemente afectado se traduce en el desgano, la retirada autística, la falta de propositividad vital, y en trastornos de la conciencia de límites, de existencia, de identidad, de unidad y de pertenencia, como también en conductas psicóticas diversas.
Cuando el yo presenta un trastorno del juicio de realidad con las características descritas, hablamos de disfunción yoica psicótica.
Se presenta en la esquizofrenia, en los desarrollos paranoides y en general en todos los cuadros psicóticos crónicos.

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