Artículo del diario La Nación (27 de junio de 2020) – Boris Cyrulnik. «Esta es la primera pandemia en que se detuvo la economía para salvar vidas»
El neurólogo y psiquiatra francés, célebre por acuñar el concepto de resiliencia psíquica, asegura que la empatía y los lazos colectivos serán centrales para superar los daños generados por el virus.
Autor: Astrid Pikielny
Bastaron unas señas de la enfermera de la Cruz Roja para que el pequeño Boris se escondiera debajo de un colchón sobre el que estaba recostada una persona moribunda. De ese operativo en una sinagoga que había terminado con 1700 personas arrestadas, solo se salvaron esa enfermera y Boris, de seis años. Su padre, que dos años antes se había alistado en el ejército francés para luchar contra los nazis, fue detenido por la Gestapo francesa en su cama de hospital y luego asesinado en los campos de concentración. La madre del pequeño, miembro de la Resistencia, fue arrestada en su propia casa un día después de haber entregado a su hijo a la Beneficencia para salvarlo de lo que parecía un destino inexorable: las cámaras de gas en las que murieron miles de niños judíos.
El pequeño, hijo de padres judíos polacos, también fue detenido un año después por la Gestapo francesa por una denuncia, pero logró escapar y vivió con distintas familias. Ese niño, que mientras duró la guerra utilizó un nombre falso en francés (Jean Laborde), se llama Boris Cyrulnik (1937) y es, desde hace varias décadas, una de las figuras rutilantes de la psiquiatría, la neuropsiquiatría y el psicoanálisis a nivel mundial. Es también el «padre» de la «resiliencia», un concepto que proviene de la física pero que hoy se utiliza y se entiende como la capacidad para transitar la adversidad, superar heridas y traumas y darse un nuevo desarrollo. Los recursos afectivos y simbólicos que recibió de su madre en los primeros años, considera, fueron fundamentales para transitar y superar las adversidades posteriores.
En diálogo con LA NACIÓN, Cyrulnik analiza las consecuencias de la pandemia que desafió al mundo entero. «Es demasiado pronto para hablar de resiliencia porque todavía estamos lidiando con el virus. Más tarde podremos hacerlo y la resiliencia solo será posible si, antes del confinamiento, hemos tenido factores de protección: fuertes redes afectivas, herramientas como el lenguaje, una buena escuela, un salario, un ambiente agradable. Para quienes hayan tenido eso, todo será más fácil; para los que están en un contexto de vulnerabilidad, maltrato, violencia familiar y hacinamiento, el confinamiento es muy difícil y la resiliencia no será imposible pero será improbable», dice Cyrulnik desde su casa en Toulon, Francia.
Continuar leyendo «Noticias Psi – Pandemia por Boris Cyrulnik»