Características del tratamiento con antipsicóticos

  Con respecto a la medicación, los familiares responsables deben ser informados (en menor grado el enfermo) de que los neurolépticos producen:

a) Sedación
b) Síntomas anticolinérgicos (boca seca, constipación, etc.)
c) Síntomas endocrinológicos (galactorrea, amenorrea)
d) Síntomas musculares (calambres, rigidez, inquietud)
e) Disquinesia tardía (ante la posibilidad de que los neurolépticos se administren durante lapsos prolongados).
f) Tiene un costo económico, por lo prolongado del tratamiento

  Se indicará que cada uno de estos inconvenientes podrá tratarse con una medicación que los corrija, el médico administrador debe infundir confianza en el sentido de que conoce los riesgos y beneficios de cada medicamento.

  Ante las preguntas evolutivas normales (estudio, casamiento, hijos, trabajo, etc.) se aclarará que todo ello conlleva naturalmente cargas estresantes y que deberán evaluarse atentamente, ya que la vulnerabilidad es extrema, aun después de transcurridos varios años del último brote: siempre existe la probabilidad de recaídas que pueden dar lugar a que se reinicie el tratamiento.

  La posibilidad de tener hijos implica en la mujer la suspensión de la medicación, como mínimo durante el primer trimestre. La enfermedad puede ser adquirida por los hijos en un 7-16 % en el caso de que exista un progenitor esquizofrénico; se eleva hasta el 68 % en caso de que la padezcan los dos.

  Se alertará sobre las «curas milagrosas» (medicamentos no probados científicamente, psicoterapias «parapsicológicas») que pueden llevar a agravar y empeorar la evolución del cuadro.

  Se insistirá en que la esquizofrenia es una enfermedad como cualquier otro padecimiento somático, cuyo origen se desconoce pero que existe una predisposición transmitida, posiblemente de origen neuroquímico, a la que se agregan factores estresantes que el paciente no pudo resolver adecuadamente a nivel personal, familiar y social, durante la búsqueda de su independencia e identidad adolescente.

  No se debe olvidar de mencionar los costos de los medicamentos, ya que comenzar con neurolépticos convencionales será económico y que frente a resistencias, intolerancias o necesidades de orden clínico el pasaje a los atípicos será costoso (precios estimativos en el mercado argentino en dólares estadounidenses):

Típicos:
Trifluoperazina: 20 mg/día, U$A 9/mes; Levomepromazina 75 mg/ día, U$A 48/mes; Haloperidol 20 mg/día, U$A 70/mes.

Atípicos:
Clozapina: 300 mg/día, U$A 170/mes; Risperidona: 6 mg/día, U$A 200/mes; Olanzapina 10mg/día, U$A 270/mes.