LA PSICOLOGÍA EN LA SEGURIDAD INDUSTRIAL

6°. RELACIONES ENTRE LA PSICOLOGIA INDUSTRIAL Y ORGANIZACIONAL, LA PSICOLOGIA DE LA SEGURIDAD Y LA PSICOLOGIA PREVENTIVA.

Sabemos que en los terrenos de la ciencia no podrán existir más los
compartimentos estancos. Alvin Toffler, notable estudioso de la
futurología y autor de la trilogía: El shock del futuro, La tercera ola y
El cambio del poder, señalaba en 1970: Las viejas fronteras entre
especialidades se están derrumbando. El hombre adquiere creciente
conciencia de que los nuevos problemas que le son planteados sólo pueden
resolverse yendo más allá de las angostas disciplinas. Creo que ese y
no otro es el espíritu que debe hacerse presente en los estudios y las
prácticas de la seguridad industrial en las empresas.

La psicología industrial y organizacional, la psicología de la
seguridad y la psicología preventiva, aun con sus diferencias
conceptuales y aplicativas que pueden ser reconocidas, tienen un terreno
común.
El trabajo del psicólogo en la seguridad industrial
necesariamente tendrá que apoyarse en estas tres disciplinas: En la
psicología industrial y organizacional, para comprender el
comportamiento del individuo, los grupos y la organización en un
contexto socio-empresarial; en la psicología de la seguridad, para
comprender el comportamiento del hombre en un ambiente de trabajo con
todos los riesgos a los que se encuentra expuesto; y en la psicología
preventiva, para comprender el comportamiento humano en la promoción de
la salud y la mejora de la calidad de vida.

El psicólogo incorporado al equipo de seguridad requerirá competencia
profesional – multifuncionalidad en su desempeño – para comprender todo
esto; pero, además, para generar tres resultados que son claves: 1°.
Que su trabajo contribuya a la mejora de la eficiencia y eficacia de los
programas de seguridad, de tal manera que los índices de
accidentabilidad disminuyan; 2°. Que los trabajadores demuestren con su
comportamiento que su compromiso con la seguridad es una realidad, de
tal manera que los programas de seguridad sean verdaderamente exitosos; y
3°. Que los trabajadores comprueben con su comportamiento que han
desarrollado una actitud prevencionista frente a la vida, de tal modo
que la cultura de la seguridad se refuerce en los ámbitos empresarial y
familiar.